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La Comunidad Valenciana pide una quita de 20.000 millones de euros
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el Estado es actualmente su mayor acreedor

La Comunidad Valenciana pide una quita de 20.000 millones de euros

Solo en 2014, la deuda creció en casi 5.000 millones, para situarse en 37.376 millones, rozando el 40% del PIB. Solo con la asistencia del Gobierno ha logrado atender los vencimientos con los bancos

Foto: Cristóbal Montoro se reúne con Aberto Fabra y Rita Barberá, en enero. (Efe)
Cristóbal Montoro se reúne con Aberto Fabra y Rita Barberá, en enero. (Efe)

A final de 2015 la deuda de la Comunidad Valenciana ascenderá a más 40.000 millones de euros, una cifra que se habrá duplicado en solo cuatro años al aflorar los miles de millones en impagos de facturas que acumulaba la Generalitat y que pasaron de deuda comercial a financiera con la ayuda del Estado y su plan de pago a proveedores y por el incumplimiento reiterado del objetivo de déficit que supone añadir otros miles de millones al año en pasivo.

Solo en 2014, el segundo peor año de la historia de la Generalitat, la deuda creció en casi 5.000 millones, para situarse en 37.376 millones, rozando el 40% del PIB. Solo con la asistencia del Gobierno central, a través del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), la Comunidad Valenciana ha logrado atender los vencimientos con los bancos. Esto supone, de hecho, que entre el plan de pago a proveedores y la cancelación con el FLA de los préstamos bancarios, el Estado es actualmente el mayor acreedor y tendrá más de la mitad del pasivo a final del ejercicio.

"Esa al final será la baza que deberemos jugar para lograr una quita de la deuda", explican fuentes del Consell que preside Alberto Fabra. Aunque desde el Gobierno de la Generalitat, del PP, evitan hablar en público de una quita, en privado confiesan que esa es la única solución para dar viabilidad al autogobierno.

"Hay dos elementos clave: el primero es la reforma del sistema de financiación que evite que sigamos incurriendo en un déficit que es estructural, porque lo que nos envía el Gobierno cada año no alcanza ni para los 8.000 millones que cuestan los servicios básicos de sanidad, educación y bienestar social. Y más no se puede recortar", explican desde la Conselleria de Hacienda, que dirige Juan Carlos Moragues.

La segunda parte sería una reestructuración de la deuda. "Aunque ahora nos estamos financiando a tipo cero gracias al FLA, hay que reestructurar todo el pasivo y eso pasa por una quita", reconocen.

Coincidencia de todos los partidos

Tanto en la necesidad de reformar el sistema de financiación autonómica -cuya vigencia ha expirado pero que el ministro Cristobal Montoro ha preferido prorrogar por la crisis económica- como en la urgente reestructuración de la deuda de la Generalitat coinciden todos los partidos valencianos.

El secretario general del PSPV-PSOE y candidato a la presidencia de la Generaltiat, Ximo Puig, insiste en que la quita es la única vía para hacer viable la Generalitat. "Es necesario reestructurar la deuda y conseguir que se condone a la Comunidad Valenciana lo que ha dejado de ingresar por un sistema de financiación que le ha perjudicado desde hace años", señala Puig.

En Madrid son conscientes de que tendrán que asumir parte del pasivo del FLA. Al fin y al cabo, todos somos parte del Estado

Un informe encargado por Les Corts realizado por el Ivie y otro de un grupo de expertos a propuesta de la Generalitat coincidieron en que la infrafinanciación de la Comunidad Valenciana hace unos años tenía una cifra: 13.000 millones, una cantidad que tres ejercicios más tarde habría que actualizar. Solo en un año y por el déficit la deuda valenciana se puede incrementar en 2.300 millones, como ocurrió en 2014 por el 2,3% de déficit sobre el PIB.

La infrafinanciación es la clave para todos los partidos de los problemas de solvencia de la Generalitat, si bien desde algunos grupos como Compromís o el propio PSPV apuntan a la necesidad de hacer una auditoria de la deuda acumulada en estos años.

"Hay que averiguar cuál de esa deuda es ilegítima", insiste la candidata de Compromís, Mònica Oltra. El término lo aplican a los gastos desorbitados en proyectos megalómanos en los que incurrió la Generalitat durante los mandatos de Eduardo Zaplana y Francisco Camps. Desde los millones invertidos en Terra Mítica a los de la Ciudad de la Luz o la Fórmula 1. "Esa deuda no deberíamos pagarla", insiste Oltra.

La quita o el reconocimiento de una especie de deuda histórica por la infrafinanciación es, de momento, una quimera para un Gobierno preocupado en las elecciones de noviembre. "Pero en Madrid ya son conscientes de que tendrán que asumir parte del pasivo que ahora se está acumulando en el FLA por parte de las autonomías. Al fin y al cabo, todos somos parte del Estado", insisten desde la Conselleria de Hacienda.

A final de 2015 la deuda de la Comunidad Valenciana ascenderá a más 40.000 millones de euros, una cifra que se habrá duplicado en solo cuatro años al aflorar los miles de millones en impagos de facturas que acumulaba la Generalitat y que pasaron de deuda comercial a financiera con la ayuda del Estado y su plan de pago a proveedores y por el incumplimiento reiterado del objetivo de déficit que supone añadir otros miles de millones al año en pasivo.

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