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Mas intenta blindar su hoja de ruta para convocar elecciones en 18 meses
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Mas intenta blindar su hoja de ruta para convocar elecciones en 18 meses

En la estrategia de Junts pel Sí se ha puesto ahora como prioridad conseguir salvar la cabeza de Artur Mas. “Ha dado todo por llevar adelante el proceso. Sin él, esto no hubiese sido posible", afirman

Foto: Artur Mas, presidente en funciones de la Generalitat. (Reuters)
Artur Mas, presidente en funciones de la Generalitat. (Reuters)

El ‘proceso’ catalán sigue adelante con viento en popa. Así lo afirman los dirigentes independentistas, para quienes los resultados de las elecciones de este domingo han sido muy positivos. “Hemos ganado de lejos”, afirman con rotundidad. Obvian que los escaños que ahora tiene la gran coalición independentista son exactamente los mismos que tenía CiU en el 2010 y con lo que era imposible iniciar nada. De ahí que Artur Mas convocase elecciones en 2012 para pedir una “mayoría absoluta” o “mayoría suficiente” para maniobrar a su antojo. Luego se vio que en el 2012 le castigaron y obtuvo 12 diputados menos. Son los que ahora ha recuperado gracias a la coalición con Esquerra Republicana de Catalunya (ERC).

Ajenos a esta realidad, los independentistas ya tienen casi diseñada su estrategia: seguir construyendo “estructuras de Estado” mientras la “sociedad civil” toma de nuevo las calles. Es un desafío al Estado desde dos frentes que han de ir al unísono: desde los despachos de las instituciones catalanas y desde las calles. No habrá paz para el Gobierno español. Nada ha cambiado y las elecciones no han hecho sino agravar la debilidad del Gobierno autonómico, ahora en franca minoría. La mayoría absoluta ansiada se ha quedado en una minoría absoluta preocupante de la que tanto Artur Mas como Oriol Junqueras han de sacar partido antes de que sean arrollados por el peso de la lógica y deban presentar su dimisión.

Un miembro de la cúpula convergente lo escenifica muy claro para El Confidencial: “Sumamos la mayoría absoluta junto a la CUP. Y hemos sacado un muy buen resultado electoral. Por tanto, la hoja de ruta de Artur Mas seguirá inalterable. Es más: ha sido ratificada por los ciudadanos de Cataluña”.
Pero lo cierto es que ahora habrá un Gobierno mucho más débil. En la última legislatura, CiU y ERC sumaban 71 escaños, los suficientes para llevar adelante cualquier iniciativa, ya que la mayoría absoluta se sitúa en 68. Pero con los sesenta y dos obtenidos, ya no está tan clara una gestión. ¿Votará la CUP sistemáticamente a favor del Gobierno de Artur Mas o se avendrá a un pacto de legislatura? No. El Gobierno lo tiene crudo.

La difícil investidura

En este sentido, la lectura que se hace desde la cúpula de Junts pel Sí es benévola, por no decir triunfalista: “Lo más importante es que Artur Mas sea investido presidente. Evidentemente, la CUP no votará a favor ni lo esperamos. Lo único que esperamos es que se abstenga en segunda votación, cuando haga falta una mayoría simple para la investidura. Si los cupaires [representantes de la CUP] se empeñan en seguir votando no, los ciudadanos soberanistas de Cataluña no entenderán que prohíban el paso a un presidente soberanista. Ni tampoco lo entenderán muchos votantes de Catalunya Sí que Es Pot, que se ha alineado con el derecho a decidir”. De hecho, a la CUP le interesa un presidente insumiso, un presidente que en unas semanas –por ejemplo, el día de su investidura- realice un gesto importante, como el anuncio de la ruptura con España.

Pero aunque se supere la investidura, ¿qué panorama le espera a un Gobierno que no cuenta con el apoyo parlamentario suficiente como para sacar adelante sus leyes? También en esta cuestión es optimista la respuesta. “Hemos gobernado muchas veces sin pactos de gobierno y sólo con acuerdos puntuales sobre los temas a tratar. En el futuro, habrá incluso iniciativas que podrán ser votadas por la oposición. Y podemos hablar incluso de propuestas soberanistas. ¿Cómo quedaría Catalunya Sí Que Es Pot, que se ha mostrado radicalmente a favor del derecho a decidir, votando en contra de algunas de las propuestas que llevaremos al Parlament? En realidad, no será muy difícil gobernar con la amplia mayoría que tenemos”.

En la estrategia de Junts pel Sí se ha puesto ahora como prioridad conseguir salvar la cabeza de Artur Mas. “Ha dado todo por llevar adelante el proceso. Sin él, no hubiese sido posible llegar donde llegamos. Sólo esperamos que le dejen completar su hoja de ruta”, advierten las fuentes de la dirección convergente.

En esa hoja de ruta tiene una especial relevancia la convocatoria de unas elecciones “constituyentes” dentro de 18 meses. Nadie apuesta ahora por esas elecciones, aunque de puertas afuera se saca pecho y se asegura que durante los próximos “se acabarán de construir las estructuras de Estado” para favorecerlas.

Otras fuentes más moderadas afirman que “la primera cosa que hará el nuevo Parlament será la proclamación solemne del inicio del proceso”. Ese matiz es importante: no es una declaración unilateral de independencia, sino el aviso de que se inicia un proceso que aún está por determinar pero cuya meta es conseguir la separación de España. ¿Y cuánto durará ese proceso? . “Lo menos posible”, añaden las fuentes.

El ‘proceso’ catalán sigue adelante con viento en popa. Así lo afirman los dirigentes independentistas, para quienes los resultados de las elecciones de este domingo han sido muy positivos. “Hemos ganado de lejos”, afirman con rotundidad. Obvian que los escaños que ahora tiene la gran coalición independentista son exactamente los mismos que tenía CiU en el 2010 y con lo que era imposible iniciar nada. De ahí que Artur Mas convocase elecciones en 2012 para pedir una “mayoría absoluta” o “mayoría suficiente” para maniobrar a su antojo. Luego se vio que en el 2012 le castigaron y obtuvo 12 diputados menos. Son los que ahora ha recuperado gracias a la coalición con Esquerra Republicana de Catalunya (ERC).

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