La irrupción de Albiol lleva al PP la esperanza de salvar los muebles en Cataluña

La dirección del PP está más que satisfecha con el cambio de Alicia Sánchez-Camacho por Xavier García Albiol para encabezar la candidatura para los comicios del 27-S. Elogios públicos y oficiales aparte, en la sede de Génova apuntan que "ha recuperado el pulso, la presencia del partido y el favor de la militancia". Falta saber cómo cala en el electorado, pero las mismas fuentes insisten en que están al alza en las encuestas y a costa del estancamiento de Ciudadanos, además de que suben punto a punto después de tocar fondo en las municipales del 24-M.

El fiasco del PP en los últimos comicios locales fue especialmente grave en Cataluña, donde sacó los peores resultados desde la refundación de 1990 al pasar del 12,6% de los votos de 2011 (su media de los últimos años) al 7,5%. Fue el factor decisivo para que Sánchez-Camacho diera un paso atrás este mes de julio, en cuanto se confirmó que Artur Mas volvía a adelantar las elecciones autonómicas para mantener el desafío separatista.

García Albiol ha sido un revulsivo y en los sondeos publicados el PP catalán ha experimentado un claro repunte en previsión de voto y escaños durante el verano. De los 9 escaños que las encuestas pronosticaban antes de agosto (diez menos que los obtenidos en 2012), en las dos últimas publicadas han pasado a 13. En la dirección nacional confían en que durante la campaña se confirme y amplíe esa mejoría de las previsiones demoscópicas.

En medios del PP insisten en que la fragmentación del electorado de los partidos de ámbito nacional en Cataluña ante el frente de las formaciones independentistas, más el ascenso y el protagonismo de Ciudadanos durante la última legislatura, hacen difícil acercarse a los 19 diputados que Sánchez-Camacho logró hace tres años.

Todos los sondeos colocan al partido de Albert Rivera en segunda posición y con ventaja sobre el PP. Pero el fundador de Ciudadanos ya no compite en Cataluña porque se reserva para las generales y García Albiol ha irrumpido en la carrera electoral con un discurso tan claro y contundente (o más) contra los nacionalistas como el del propio Rivera. Es el terreno en el que los populares consideran que se juegan los comicios: recuperar a su electorado que se inclina por la abstención o que ya vota a Ciudadanos como opción más sólida para frenar a los secesionistas.

De momento, en el PP sólo se atreven a hablar del "frenazo" o del "estancamiento" que dicen ha sufrido el partido de Rivera en las últimas semanas, insistir en que el fundador de Ciudadanos se ha ido de la política en Cataluña en el momento más complicado y en confiar en que "el tirón" de García Albiol entre sus bases se transfiera al electorado en general.

Como presidenta del partido en Cataluña, Sánchez-Camacho intervino en el comité ejecutivo nacional para informar sobre la marcha de la precampaña y la situación interna de su formación. Ante Mariano Rajoy y María Dolores de Cospedal, quien elogió su generosidad en la retirada de la cabeza de la candidatura, la dirigente del PP aseguró que el PP está motivado y movilizado ante el reto de los comicios. También insistió en la teoría de la trayectoria "ascendente" de García Albiol en las perspectivas electorales y en resaltar que el PP catalán necesitaba una renovación después de cinco años de desgaste frente al reto separatista.