Querellas, donativos y 'escraches': Vox se vuelca en Cataluña para llegar al Congreso

Vox ha desplegado toda su artillería en Cataluña. Sabe que en esa guerra puede obtener su mayor botín, el escaño que le abra las puertas del Congreso de los Diputados. El primero para la extrema derecha desde la restauración de la democracia. Es la gran paradoja del 'procés', cuanto más estira la cuerda contra el Estado, más impulsa a sus enemigos políticos. Así, el órdago del Govern puede no solo hacer a Inés Arrimadas presidenta de la Generalitat, sino convertir en diputado a Santiago Abascal, líder de Vox.

Su hiperactividad judicial en Cataluña comenzó a inicios de septiembre y sigue en plena ebullición. Se ha querellado contra el Govern y la Mesa del Parlament, contra los partidos soberanistas, contra el 'major' Josep Lluís Trapero y hasta contra Mariano Rajoy por blando. Ha organizado 'escraches' a Carles Puigdemont, ha lanzado vídeos de respuesta a Òmnium Cultural y descolgado carteles soberanistas en la calle. Ahora acaba de presentar pruebas contra TV3 en el Juzgado número 13 de Barcelona. Vox dispara contra todo lo que huela a independentismo y la estrategia, por ahora, le funciona.

"Somos el partido que más batalla judicial está presentando, quienes más claro vemos que los delitos deben ser castigados. Si la ley es implacable con los ciudadanos, también debe serlo con los políticos", afirma Abascal. Vox está siguiendo la estrategia del cuasi extinto UPyD, que vivió siempre con un pie metido en los tribunales como acusación particular. En el caso de Vox, su caballo de batalla es Cataluña, donde ha ido tramitando querellas y lanzando campañas de marketing a medida que avanzaba el proceso soberanista. A UPyD su omnipresencia judicial en el caso Bankia y otros casos de corrupción política le costó la ruina tras gastar 260.000 euros, pero Abascal asegura que ese no será su caso. El motivo es simple: Vox cuenta con un equipo de abogados amigos que no cobran. "Lo hacen por patriotismo, porque creen en ello y quieren representar a Vox". Javier Ortega, secretario general de Vox, y Pedro Fernández, vicesecretario jurídico, encabezan los procesos judiciales.

Vox se cimienta en un equipo de abogados amigos que no cobran y en una militancia volcada capaz de donar 27.890 euros en siete horas

En su querella contra los miembros del Govern y de la Mesa del Parlament, el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha admitido a Vox como acusación particular previo pago de 33.000 euros de fianza (20.000 por la primera pieza relativa a la Mesa encabezada por Carme Forcadell y 13.000 euros más por la pieza contra los miembros del Govern). Es decir, Vox tendrá tanto un pie en el Tribunal Supremo (pieza de la Mesa) como en la Audiencia Nacional (pieza del Govern), siendo el único partido político con presencia en las causas. Una victoria que sin duda Vox empleará para ampliar su base electoral y su relevancia social, estrategia que a UPyD le reportó grandes resultados en el caso Bankia.

El partido ultraderechista se ha servido de "donaciones particulares" para sufragar los 33.000 euros. En apenas siete horas de campaña recaudó 27.890 euros bajo el lema "tu donación en este momento es tu mayor contribución a España". "Miles de personas se han volcado con nuestra causa, hemos recibido muchísimas donaciones, algunas simbólicas de un euro que demuestran que tenemos un gran respaldo social detrás”, subraya su presidente.

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Ángel Villarino Fotografía: Carmen Castellón

Del resto de querellas, sin embargo, casi nada se sabe. La más sonada fue la que acusaba a Mariano Rajoy de "dejación de funciones" en su gestión de la crisis catalana y que hoy sigue sin respuesta del Tribunal Supremo. Tampoco hay noticias de la querella contra el ‘major’ Trapero por la actuación "sediciosa" de los Mossos d’Esquadra el 1 de octubre. De hecho, Trapero tiene doble querella de Vox. La primera fue cursada el 1 de septiembre contra toda la cúpula de Interior de la Generalitat por "hacer caso omiso a los avisos de atentado", querella de la que el TSJC tampoco ha dado noticias. Un horizonte similar espera a las acciones anunciadas esta semana para “ilegalizar las organizaciones criminales al servicio del golpe de Estado: CUP, ERC, PDeCAT, ANC y Òmnium Cultural" y a la petición que ha hecho al juez de instrucción número 13 de Barcelona para que abra "diligencias urgentes" contra TV3 y Catalunya Ràdio.

No responden de los ultras

La estrategia de Vox para irrumpir en el debate público no solo se basa en echar mano de abogados amigos y de donaciones para inundar de querellas al independentismo. El partido también ha dado un salto evidente en sus campañas mediáticas con el fin de ganar peso en redes sociales. Comenzó la cofundadora Rocío Monasterio el mes de mayo interrumpiendo una conferencia de Carles Puigdemont al grito de "sin ley no hay democracia" y entregando al 'ex president' unas esposas y un Código Penal. Santiago Abascal no ha dudado en abanderar cualquier manifestación por la unidad de España que se organice en Barcelona, estuvo en la ciudad el 1 de octubre y el 12 de octubre, y el partido hasta se ha animado a replicar a Òmnium Cultural con su propio vídeo propagandístico en el que compara el independentismo con el nazismo y llama a sus líderes "enfermos" y "locos".

"Nosotros no respaldamos la violencia, en realidad la vemos con mucha preocupación”, indica Abascal acerca del incremento de enfrentamientos verbales e incluso físicos, como ocurrió hace un mes en Valencia, protagonizados por neonazis. "La violencia solo se ha producido en contextos de enfrentamiento entre extremistas de uno y otro lado. La situación [en Cataluña] ha creado una gran zozobra, lo que ha pasado es muy grave, algunos han querido romper el país", justifica. El líder de Vox no responde a quienes acusan a su partido de echar gasolina a la extrema derecha española para pescar votos. Podemos, sin ir más lejos, ha señalado repetidamente a Vox de impulsar a los ultras.

El lunes, un sondeo elaborado por El Español daba a Vox un 2% de votos y un escaño en el Congreso de los Diputados. "Me llamó mucha gente para felicitarme como si lo hubiéramos ganado. Debemos tomarnos las encuestas con tranquilidad", reacciona Abascal, que no obstante advierte: "Nuestro discurso no es minoritario. Por ejemplo, nuestra crítica al estado de las autonomías es respaldada por el 30% de los españoles según el CIS pero nadie la defiende en las Cortes. Si lográsemos un escaño sería la grieta para que entrasen en tromba otros muchos escaños de Vox".

"Es cierto que Vox crece gracias a la crisis en Cataluña, pero no nos querellamos para ganar votos", argumenta Abascal

Más allá de futuribles, la realidad es que la crisis en Cataluña le está sentando muy bien al partido ultraconservador. En apenas mes y medio aumentó su afiliación un 20%. Pasó de 3.410 militantes en agosto a 4.119 afiliados con cuota a finales de septiembre, y su base de datos dio un salto de 40.000 simpatizantes a más de 60.000. "Es cierto que Vox crece gracias a la crisis en Cataluña, pero no nos querellamos para ganar votos sino para defender el imperio de la ley. Si luego la gente nos premia con su apoyo, nosotros orgullosos", argumenta Abascal. Y prosigue: "Si ahora hubiera elecciones generales, mucha gente nos votaría. Es algo que notas en la calle, en las redes sociales. El crecimiento es llamativo".

Abascal no adelanta nuevos 'escraches' ni campañas políticas en redes sociales, aunque a la vista de su hiperactividad en Cataluña, es solo una cuestión de tiempo.