La fuga de inversores en BCN World amenaza un proyecto de 2.000 millones

Fuga de inversores en BCN World. En los últimos 10 días se han caído los malayos de Genting Group y los chinos de Melco Crown y el Grup Peralada. Y Hard Rock Cafe pende de un hilo. Tanto, que la Generalitat negociaba ayer a contrarreloj para que Hard Rock Cafe, la cadena de casinos y hoteles propiedad de la tribu de los indios seminolas, no se descolgase también. Hoy se abren las plicas y hay un gran riesgo de que el concurso quede desierto, según explican fuentes económicas cercanas a la Administración catalana. En juego, una inversión de 2.000 millones, la mayor que se planea en Cataluña, y la creación de 10.000 puestos de trabajo.

Hard Rock Cafe ha presentado un paquete de exigencias a la Generalitat. El debate se encuentra ahora en los más de 400 millones de urbanización, acceso y alcantarillado de la 'banana', la pastilla en la que se quiere construir el complejo de ocio, hoteles y juego, en Tarragona, junto a Port Aventura.

Hard Rock no quiere asumir el grueso de esta parte de la inversión en solitario y solicita que o se reduce la cuantía —por ejemplo, siendo tutelada por ella y subcontratando por la propia compañía estadounidense para recortar costes— o lo cubre la propia Generalitat, la cual después de todo es la que se ha comprometido a comprar los terrenos.

Los grandes proyectos de juego están malditos en España. Todos generan una gran expectativa y luego acaban estrellándose antes de despegar… En este sentido, BCN World seguiría la estela de Eurovegas y todos sus precedentes: ninguno ha llegado a buen puerto. Todos han acabado en un bluf.

Hard Rock Cafe cree que al quedarse solo ha mejorado su posición de fuerza frente a la Generalitat, según apuntan fuentes del sector inmobiliario conocedoras del proyecto. Pero fuentes de Presidencia de la Generalitat apuntan a que la Administración no puede dedicar recursos públicos a la promoción de un proyecto de juego, que sería el mayor del sur de Europa. Por tanto, todo en el aire.

Se da la curiosa circunstancia de que la tensión independentista ha tenido poco que ver con que el proyecto se encuentre al borde del fracaso. Ha pesado más la división política. ERC nunca ha creído en el mismo y las exigencias que desde la vicepresidencia económica (Oriol Junqueras), que es la que otorga las licencias de juego, se han puesto por diversas vías son muchas. Además, la CUP, el socio estratégico de Junts Pel Sí, se oponía de manera frontal. Y estas divisiones sí que han jugado a la contra.

Fracaso del Incasol

El Incasol, empresa pública que gestiona grandes promociones de suelo público, ha estado al frente del proyecto. Este nuevo parón supone un fracaso para su director, Damià Calvet, y para la directora de la Oficina del President y la Coordinación Interdepartamental de la Generalitat de Catalunya, Elsa Artadi. Ambos han llevado la negociación con los grupos multinacionales y han ido viendo cómo los inversores que había traído el financiero Enrique Bañuelos hace tres años iban saltando del barco.

El complejo se basa en la idea de traer en avión turistas asiáticos a que pasen unos días en Tarragona jugando y haciendo turismo de compras

Sin un casino, el proyecto no tiene sentido, aseguran los expertos consultados. El negocio de BCN World siempre se ha planteado como un foco de atracción para atraer a turistas chinos que volarían hasta el sur de Tarragona para jugar y hacer turismo de compras. Sin casino, no tienen sentido ni los hoteles ni el centro de convenciones. Todo se cae. Algunas fuentes han apuntado que si mañana se confirma la marcha de Hard Rock Cafe, la Generalitat anunciará un nuevo diseño del proyecto para enmascarar el fracaso. También intentará una nueva renovación de la opción de compra de los terrenos, que son de La Caixa. El precio de venta de estas 10 hectáreas se ha fijado en 110 millones, que habría que sumar a los 400 millones de urbanización.

Proyecto en Tarragona

Para Tarragona, el proyecto es muy importante. El CRT de Vila-seca y Salou, equivalente a un plan director, marca la dimensión en 745.000 m² de techo urbanizable y no puede ejecutarse por fases. Están previstas 3.000 plazas hoteleras y una gran zona comercial que sería gestionada por el grupo británico Value Retail, el mismo que opera los 'outlets' de La Roca. Value Retail tiene el compromiso de invertir 200 millones de euros en el proyecto. Pero su parte también se caerá si no hay casinos que apuesten por el complejo. La buena noticia es que los británicos son de los pocos que aún no se han descolgado.