Los independentistas esconden siglas y banderas en la Feria de Abril

Las organizaciones independentistas se han instalado a hurtadillas en la Feria de Abril catalana, inaugurada este viernes y considerada la más importante después de la de Sevilla. Por ella pasan más de un millón de visitantes en la semana que abre. Allí tienen caseta propia desde el PDeCAT hasta ERC y, este año, por primera vez, la Asamblea Nacional Catalana (ANC). Eso sí: aunque el PDeCAT (igual que hacía CiU en años anteriores) abrió con sus siglas, el resto lo hizo de tapadillo. Principalmente, Esquerra Republicana (ERC), que incluso había intentado que no hubiese subvenciones públicas para una feria cuyas raíces no son catalanas ni catalanistas y que la llegó a tachar de ilegal y de anacrónica. Claro que era un río en el que los republicanos no pescaban votos.

Pero parece ser que la necesidad aprieta. No es que los independentistas se hayan vuelto ahora del revés y se conviertan en españolistas. Es que el ‘procés’ obliga a visualizar que el independentismo abre los brazos a otras culturas y no es excluyente. De ahí a que los republicanos montasen por todo lo alto una caseta, al lado mismo que la de la ANC, no hubo más que un paso. Pero lo curioso del caso es que de ellas habían desaparecido todas las siglas, las señeras (banderas catalanas) y, por supuesto, las ‘esteladas’, que son las que más hacen ondear los independentistas. Lo cierto es que nadie lo hubiera dicho: ¡Un acto de la ANC y otro de ERC sin una sola bandera independentista… y ni siquiera catalana! ¡Ver para creer!

La caseta de ERC atrae al público con un gran letrero que reza Taberna republicana. Dentro, ni una sola bandera o sigla. En las paredes, sólo un pequeño pasquín de Antonio Jiménez, “uno de los fundadores de las izquierdas en Cataluña”. Y en la pared de fondo cuatro barras verticales simulando un triángulo, el único emblema similar al logotipo de ERC, aunque sin los colores corporativos de Esquerra, que son los de la bandera catalana. En cambio, sí hizo que el diputado en el Congreso, Gabriel Rufián, y su líder en el Ayuntamiento de Barcelona, Alfred Bosch, inaugurasen la feria e hiciesen el paseíllo inaugural por el recinto.

Los republicanos se lo curraron y montaron una caseta de altura. En la entrada, latas gigantes de aceitunas. ‘La sonrisa de la aceituna’, rezaba una, en referencia a la ‘revolución de las sonrisas’, apelativo casero que le dan al ‘procés’.

Otra, ‘El secreto de la abuela’. Nombres sin traducir, por supuesto, porque hay que confraternizar. Y una tercera, también simbólica: ‘La inmejorable’, con un evidente ‘Producto de España’ que nadie pudo disimular. Solo le faltaba ‘La española’. Pero, para españolas, las peinetas y mantillas que lucían dos ‘bailaoras’ dentro de la caseta, con los colores de la bandera española, la ‘estanquera’ que llaman los independentistas, porque era la que tradicionalmente se ponía en las puertas de los estancos. ¿Simple anacronismo una bandera española en la caseta de ERC?¿O es que entre las dos ‘bailaoras’ se habían repartido una señera?

La caseta de la ANC, en cambio, lucía en el frontispicio el logotipo de la campaña del Sí y la frase ‘La caseta del Sí’, en referencia al sí a la independencia en el referéndum. Pero, curiosamente, tampoco hacía visibles ni siglas de la organización ni banderas, ni catalanas ni independentistas. Pero, las cosas como sean, las casetas de ERC y de la ANC –que incluso contaban con grupos de música en vivo- fueron de las más animadas de la Feria.

Absolutamente desangelada, sin embargo, estaba la caseta del PDeCAT, plagada de carteles con el logotipo del Sí y una pizarra con las tapas que se venden… escrita exclusivamente en castellano. Otra forma de contemporizar con ‘el enemigo’.