Es noticia
Puigdemont quema su último cartucho antes de una campaña internacional anti-España
  1. España
  2. Cataluña
pide a la anc que movilice a la gente

Puigdemont quema su último cartucho antes de una campaña internacional anti-España

Aunque nadie da un céntimo por un posible pacto. Y sus socios de la CUP ya se lo han advertido muchas veces: el Gobierno central no se sentará a negociar ningún referéndum

Foto: El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, durante la clausura de la quinta asamblea general ordinaria de la ANC. (EFE)
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, durante la clausura de la quinta asamblea general ordinaria de la ANC. (EFE)

El presidente catalán, Carles Puigdemont, quemará sus últimos cartuchos la próxima semana, o a mediados de mayo como mucho, para intentar que el Gobierno central acceda a negociar una consulta en Cataluña. Es un brindis al sol, pero el paso necesario para el pistoletazo de salida a una gran campaña internacional que denuncie que el Gobierno español es antidemocrático porque no se sienta a negociar. Esa negativa irá aderezada con un mensaje tóxico subliminal: no se trata de independencia, sino de democracia. No es que Cataluña quiera independizarse, sino que quiere democracia. Con ello, espera conseguir, cuanto menos, llamar la atención y sembrar dudas en la comunidad internacional. De hecho, es una de las pocas bazas que le quedan, después de que haya tenido que cancelar un viaje a Marruecos porque ninguna autoridad le iba a recibir ni a él ni al presidente de Flandes. Así lo atestigua una nota oficial de la Generalitat emitida de tapadillo en la noche de este viernes.

Ante la decisión marroquí, Puigdemont aseguró el viernes en la clausura de la asamblea general de la ANC que “en las próximas semanas, el Estado español tendrá sobre la mesa una propuesta catalana para dialogar y negociar lo que tanta y tanta gente de este país ha ido expresando de forma reiterada y persistente: el deseo imborrable de votar, de decidir, de ejercer el derecho a la autodeterminación”.

Nadie da un céntimo por un posible pacto. Y sus socios de la CUP (en primera fila, le escuchaba la diputada ‘cupera’ Gabriela Serra) ya se lo han advertido muchas veces: el Gobierno central no se sentará a negociar ningún referéndum. Pero Puigdemont considera, como punto fuerte de su estrategia, que hay que visualizar fehacientemente la negativa a sentarse a negociar. “Al Estado le pido que escuche y que se sienta interpelado por una parte de sus conciudadanos que llaman a su puerta para hablar con él”, terció. ¿Y qué quieren decirle? Pues “que la manera más civilizada y europea de resolver un conflicto es razonando. Seguramente es un término difícil de conjugar en otras lenguas que no tienen la tradición de la paz y la tregua que tenemos aquí. Pero razonar no hace daño. No engorda. No tiene colesterol. No es anticonstitucional. Razonar es, seguramente, la expresión más poética de una lengua para expresar la conducta democrática de una comunidad. Pido, pues, que deje la pereza a un lado, que aparque los prejuicios en el otro y asuma su parte de responsabilidad en la resolución del problema. Nosotros asumimos nuestra responsabilidad”. Brindis al sol, porque Mariano Rajoy y Soraya Sáenz de Santamaría ya le han dicho hasta la saciedad que de los 46 puntos que puso en la mesa del Gobierno central todos se negociarán excepto uno, que es el referéndum.

Foto: Carles Puigdemont, junto a Jordi Sánchez y Carme Forcadell, durante la V asamblea de la ANC. (EFE)

La campaña definitiva

Pero el ‘president’ es terco. Ante los asistentes al acto de la ANC aseguró que “habrá fecha y pregunta” para el referéndum. Y narró una anécdota sin nombres: “El otro día, en los Estados Unidos [donde, por otra parte, solo se reunió con congresistas mimados por la multinacional catalana Grífols], en una reunión que tuvimos con una persona muy influyente de la política americana, a puerta cerrada, me dijo una cosa muy importante mirándome a los ojos: ‘Usted no tiene derecho a hacer otra cosa que no sea lo que dijo en el Parlamento. No se le ocurra hacer una cosa diferente de lo que ha prometido a la gente de su país, porque en democracia eso no se hace’. Lo decía desde las profundas raíces democráticas que hay en los Estados Unidos. Por tanto, claro que habrá fecha y pregunta. Claro que habrá referéndum”.

Ante los asistentes al acto de la ANC el 'president' Carles Puigdemont aseguró que “habrá fecha y pregunta” para el referéndum

El ‘president’ afirmó que están “a las puertas de la campaña definitiva". Y continuó: "No estamos en mitad del camino, sino al final. No hay ninguna razón que justifique que ahora fallemos. No fallaremos, no fallará el Parlament y no fallaréis vosotros. Hemos empezado esto juntos y lo terminaremos juntos”.

Aseguró también que “es posible que al frente de los que lo acaben no estaremos ni los que lo comenzaron y es posible que tampoco los que lo estamos continuando. Es posible que no estemos ni unos ni otros: habrá algún otro, pero estaremos. Estaremos a vuestro lado porque sumaremos. Y hemos aprendido que solo sumando podremos superar aquel mal sueño colectivo que nos llegó el 2010 [fecha de la sentencia del TC sobre el Estatut] y podremos alcanzar el sueño del 2017: votar. Hoy comenzáis una campaña muy importante”.

Puigdemont "Os prometo que todo esto os será retornado, con creces, de la forma que hemos estado esperando a lo largo de tantos y tantos años"

Puigdemont arengó también a los presentes que “nos hemos de preparar. Os hemos pedido muchas veces confianza, paciencia, comprensión y movilización. Todo nos lo habéis dado y sé que lo continuaréis dando. Todos entendemos la trascendencia del momento. Os prometo que todo esto os será retornado. Y os será retornado con creces. Os será retornado de la forma que hemos estado esperando a lo largo de tantos y tantos años. Lo comenzamos juntos y lo acabaremos juntos”.

Rodear otra vez el TSJC

El presidente de la ANC, Jordi Sánchez, que poco antes había tomado la palabra, tras la aprobación de la nueva hoja de ruta de la organización, que prevé que pueda haber una declaración unilateral de independencia si no se puede celebrar el referéndum, se comprometió a tirar del carro del ‘procés’ y a seguir movilizando la calle. EL primer acto será el próximo día 8, cuando acuda a declarar la presidenta de la cámara, Carme Forcadell, acusada, junto a otros miembros de la Mesa, de desobediencia al TC. Así pues, la movilización será similar a la que se realizó cuando fueron juzgados Artur Mas, Francesc Homs, Joana Ortega e Irene Rigau.

“Os convocamos a estar a las puertas del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña cuando nuestra Mesa del ‘Parlament’ vaya los días 8, 12 y 23 a declarar –clamó Sánchez–. Lo hemos dicho muchas veces: no caminaréis solos. El nuestro es un compromiso con movilización permanente. Es un compromiso absoluto en la culminación de esta gran historia que estamos haciendo todos. Si hemos de ir a dormir a las puertas del Parlamento de Cataluña para que nuestros representantes puedan legislar el derecho al referéndum y pueda nuestro ‘president’ convocar el referéndum, estaremos en el Parque de la Ciutadella [sede del Parlamento]”, dijo Sánchez.

El presidente de la ANC afirmó que “el Estado debe decidir dentro de poco si acepta la democracia o decide encarcelar urnas y clausurar colegios electorales. Y si detrás está nuestra gente, el Estado español no podrá clausurar ningún colegio electoral, no podrá detener ninguna urna, no podrá censurar ninguna papeleta. Nosotros vigilaremos para que todos los que crean en la democracia en este país puedan votar”. Un auténtico pulso teledirigido desde la Generalitat.

El presidente catalán, Carles Puigdemont, quemará sus últimos cartuchos la próxima semana, o a mediados de mayo como mucho, para intentar que el Gobierno central acceda a negociar una consulta en Cataluña. Es un brindis al sol, pero el paso necesario para el pistoletazo de salida a una gran campaña internacional que denuncie que el Gobierno español es antidemocrático porque no se sienta a negociar. Esa negativa irá aderezada con un mensaje tóxico subliminal: no se trata de independencia, sino de democracia. No es que Cataluña quiera independizarse, sino que quiere democracia. Con ello, espera conseguir, cuanto menos, llamar la atención y sembrar dudas en la comunidad internacional. De hecho, es una de las pocas bazas que le quedan, después de que haya tenido que cancelar un viaje a Marruecos porque ninguna autoridad le iba a recibir ni a él ni al presidente de Flandes. Así lo atestigua una nota oficial de la Generalitat emitida de tapadillo en la noche de este viernes.

Carles Puigdemont Independentismo
El redactor recomienda