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El 'cazasubvenciones' que llevó el soberanismo al críquet y acabó de senador
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RELEVA Al defenestrado SANTIAGO VIDAL en Erc

El 'cazasubvenciones' que llevó el soberanismo al críquet y acabó de senador

Robert Masih Nahar se convirtió la semana pasada en el primer senador de origen indio y en el primero que no habla con fluidez ningún idioma oficial de España

Foto: Robert Masih (i) en un acto de la selección catalana de críquet (Twitter)
Robert Masih (i) en un acto de la selección catalana de críquet (Twitter)

Robert Masih Nahar se convirtió la semana pasada en el primer senador español nacido en India y en el primero que no habla con fluidez ningún idioma oficial (aunque sí domina el hindi, el punyabí, el inglés y el italiano). Quizá sea también el único cuya biografía política no llega al medio folio. Según la ficha presentada ante el Senado, nació en Gurdaspur (una ciudad del norte de Punyab, pegada a Pakistán), fue fundador, director y vicepresidente de la Federación Catalana de Críquet, promotor de pesca deportiva y ha trabajado "en temas relacionados con la inmigración y la integración en el sector privado", habiendo organizado "eventos culturales y deportivos".

Esquerra Republicana (ERC) lo ha enviado a la Cámara Alta en sustitución del defenestrado Santiago Vidal, una jugada que fuentes del partido consideran un "error de cálculo" a la hora de elaborar las listas que ahora les ha cogido desprevenidos. Lo cierto es que en las filas soberanistas es difícil encontrar a alguien que sepa hilar tres datos personales sobre su nuevo senador. Y el partido, por ahora, ha preferido sacarlo del foco público y no conceder ninguna entrevista "hasta que aterrice un poco".

Se le ha definido como "empresario", pero su único rastro en el registro mercantil es Europe Sports Traders, una empresa sin actividad aparente

Masih es licenciado en Químicas y llegó a Barcelona en 2005. Obtuvo la nacionalidad española tras contraer matrimonio y su vida ha girado desde entonces alrededor de dos ejes con una curiosa complementariedad: el activismo de ERC y el críquet. Aunque se le ha definido como "empresario", su único rastro por el registro mercantil es una empresa vacía a su nombre, Europe Sports Traders SL, que fue dada de alta en abril de 2015 y que en algún momento ha sido utilizada para distribuir material deportivo relacionado con el críquet.

Masih declaró ante el Senado una cuenta bancaria con 2.700 euros y un BMW X5 adquirido en 2010. A partir de ahora percibirá un salario cercano a los 70.000 euros brutos anuales (la cifra exacta dependerá de su rol dentro de las distintas comisiones), además de los gastos de transporte y un bono de taxi de 3.000 euros al año.

Al nuevo senador se le encuadra dentro del sector de Oriol Amorós, lo más parecido a una oposición que tiene en este momento Junqueras en el seno de ERC. Si Santiago Vidal era una elección personal de Junqueras, Masih Nahar es lo más lejano a lo que representaba el juez. Destinado a ser un florero en la lista para atraer el voto inmigrante, las circunstancias han convertido al primer senador de origen indio en la cámaras españolas en una estrella no deseada por los independentistas, según detallan fuentes del partido.

El ascenso de Robert Masih solo se entiende si uno se remonta al tripartito. Fue entonces cuando Oriol Amorós llegó a secretario para la Inmigración de la Generalitat, entre 2006 y 2010, tiempos de eclosión del críquet en Cataluña y de caza de voto soberanista entre los inmigrantes. Ahí apareció el indio como vicepresidente de la Federación Catalana de Críquet, un cargo modesto que sin embargo es lo más relevante que ha hecho en nuestro país a nivel profesional. Con este panorama, fuentes de ERC auguran para Robert Masih Nahar un papel en la segunda línea del grupo parlamentario del Senado, sin más protagonismo que el mínimo que exija el régimen de votaciones en la Cámara Alta.

Críquet soberanista

Entre los inmigrantes catalanes provenientes del sur de Asia hablan de él con respeto. Sajib, un cocinero de 28 años de origen bangladesí, lo llama "el señor Robert". "Desde que lo conozco es un señor muy activo y muy amable. En el tema del críquet él es quien ha hecho todo en Cataluña, quien ha formado la selección catalana. Ha registrado el equipo, buscado las subvenciones oficiales… Todo el mundo está muy feliz con él. Este deporte es nuestra pasión y nos ha sacado de la calle a muchos chicos. El Gobierno de Cataluña no nos ayudaba mucho al principio y Masih ha ido pidiendo un poquito de subvención para pagar el campo, otro poquito para las pelotas, otro para el equipo… Le estamos todos muy agradecidos y ahora que es un senador esperamos que haya más ayudas", comenta.

Masih inició su andadura como promotor de críquet en Cataluña en 2009. Y para ello se sirvió con habilidad de la clase política catalana, deseosa de sumar adeptos a su causa soberanista. El hoy senador puso sobre la mesa una bolsa de 70.000 pakistaníes, indios y bangladesíes (si bien solo una minoría son residentes legales) y un caramelo muy asequible para los políticos con el que garantizar su fidelidad: el críquet, deporte rey en esos países y difícil de practicar en Europa.

El primer club en recibir una subvención fue el Catalunya Cricket Club, fundado por el propio Masih, que se llevó 15.000 euros para organizar el primer torneo de críquet en Cataluña. Participaron diez equipos y fue la base para crear la Unión Deportiva Catalana de Clubs de Críquet, que en 2013 tomaría ya la categoría de Federación Catalana de Críquet, reconocida por la Secretaría General del Deporte de Cataluña y con despacho propio en la sede, si bien sus trabajadores reconocen que apenas nadie aparece por allí.

Subvenciones

Entre ese primer torneo y el año 2015, el críquet catalán ha recibido 223.000 euros en subvenciones públicas. Dinero destinado a sufragar el alquiler del campo de Montjuic, a organizar la liga autonómica y a participar en torneos internacionales en los que exhibir la flamante Selección Catalana de Críquet. En 2016, un fallo en la documentación impidió al organismo recibir un solo euro. Al menos eso es lo que afirma Khalid Shabaz, presidente de la federación.

Shabaz ha sido desde el inicio el principal socio de Masih en la promoción del críquet. Una extraña pareja, indio y pakistaní, trabajando mano a mano por una causa común. Muy pronto Shabaz relevó a Masih como principal promotor del críquet en Cataluña, papel que ha conservado hasta la fecha. Shabaz preside la Federación Catalana de Críquet desde su creación en 2013, con Masih como vicepresidente.

El binomio se mantuvo hasta que hace unos meses el senador de ERC quiso recuperar su posición como gurú del críquet cuatribarrado, a través de unas elecciones a la presidencia de la federación el pasado diciembre. "Hemos empatado a votos los proyectos de Masih y el mío y todavía estamos sin junta directiva, pero ahora que es senador ya no podrá ser presidente de la federación", explica Shabaz.

El socio de Masih en la federación de críquet es Khalid Shabaz, detenido en 2011 por estafa y falsedad documental y acusado de islamista

La figura de Shabaz, el rostro del críquet catalán, es de alto voltaje. Conocido como Chuhan, fue detenido en 2011 por la Policía Nacional por estafa y falsedad documental, además de ser señalado como islamista radical. Esa última acusación no le reportó mayores repercusiones judiciales, aunque una fotografía suya sosteniendo una ametralladora en las llanuras de Pakistán no contribuyó a calmar los ánimos, ya que Shabaz era en ese momento dirigente de Convergència Democràtica (CDC).

Llegó a ir de número 79 en las listas de Artur Mas en las elecciones catalanas de noviembre de 2012, y tras ello el Govern decidió aprovechar su ascendente sobre la comunidad pakistaní (igual que había hecho ya con Masih) para captar adeptos a la causa soberanista. Fue designado director del área asiática de la Fundació Nous Catalans, entidad creada ese mismo 2012, cargo que ostentó hasta la sonada quiebra de la fundación en septiembre de 2016.

"Han sido muy generosos"

Desde el cierre de Nous Catalans, que presidía el excéntrico Àngel Colom, Shabaz ha tratado de redimirse a través de su deporte favorito. Le cuesta entrar en cuestiones políticas, faceta de la que se ha "apartado", pero reconoce que tanto CDC (hoy Partit Demòcrata Català) como ERC "han sido muy generosos" con la Federación Catalana de Críquet, y que esa deferencia sin duda anima a la nutrida comunidad pakistaní e india a votar por la independencia.

"Hay pocos pakistaníes con los documentos en regla para poder votar, así que nuestro papel no es tan importante. Pero está claro que nosotros no votamos por cuestiones ideológicas, sino a quienes creemos que nos tratan con más respeto". Al cariño recibido por parte de ERC y PDeCAT se suma otro factor: la identificación de la región de Cachemira con Cataluña: "Nosotros luchamos por Cachemira, donde hay el mismo problema, por eso entendemos mejor el problema de Cataluña", asegura Shabaz. La federación también tiene su propio Torneo de la Independencia, que se celebra cada 14 de agosto para conmemorar la independencia de Pakistán del Imperio británico.

"No votamos por cuestiones ideológicas, sino a quienes creemos que nos tratan con más respeto"

Ghulam Sarwar, capitán del Catalunya Tigers Cricket Club, vigente campeón de España, todavía tiene fresca en la memoria las visitas de dirigentes políticos como el mismo Àngel Colom, Xavier Bosch y otros cuadros soberanistas a estos torneos y a las finales y partidos importantes. Jornadas en las que aprovechan para charlar con los jugadores y los dirigentes de la federación. Igual que Shabaz, admite que los votos de su comunidad van siempre "a quien nos trata mejor", pero insiste en que no son tantos quienes realmente están interesados en acercarse un domingo cualquiera una urna. “Si un amigo o un familiar te pide ayuda para votar a ERC o a otro partido, lo normal es apoyarle. Pero de los 70.000 pakistaníes e indios que vivimos en Cataluña, solo 50 o 60 son activistas políticos. El resto no entra en esos temas".

De los 23 equipos que integran hoy la liga de críquet de Cataluña, apenas dos son indios, uno bangladesí y el resto pakistaníes. Por eso, muchos no tragaban que Masih, un indio, estuviera al frente de su amado deporte en Cataluña. Sarwar, sin embargo, defiende la "calidad humana" de Masih y pone a un lado los odios nacionales. "A alguna gente no le gusta porque es indio, pero es una persona muy trabajadora y siempre echa una mano a la comunidad. A mí me ha ayudado a arreglar papeles de mi familia porque habla muy bien castellano y catalán".


El objetivo último de Masih y Shabaz es que el Consejo Internacional de Críquet (ICC) reconozca a Cataluña como miembro de pleno derecho. Para eso, necesitan tener al menos dos canchas fijas y reglamentarias de críquet, y por el momento solo cuentan con una, el flamante campo de Vidreres (Girona), inaugurado en noviembre de 2015. El ayuntamiento, gobernado por el PDeCAT, cedió el terreno a la Federación Catalana de Críquet por diez años. La falta de tradición de este juego en la localidad no fue problema para que el campo se presentase en sociedad con la mayor pompa posible, bautizado como "el campo de críquet de referencia en el sur de Europa". En estos 14 meses, como desvelan ciudadanos de Vidreres, solo se han jugado cuatro partidos y la mayoría de los jugadores son pakistaníes que acuden con sus taxis desde Barcelona.

El Govern, pues, quiere que el críquet siga el camino del hockey patines, cuya potente selección catalana llegó a participar en competiciones internacionales amistosas y hasta logró ganar el Campeonato del Mundo B en Macao antes de que la Federación Internacional de Patinaje revocara su admisión como miembro oficial. Con la diferencia de que en lugar de jugadores catalanes, la selección de críquet cuenta con un 100% de integrantes asiáticos. No hay ningún español en los 23 equipos de la liga catalana. Como afirma Sarwar, "los españoles se quedan un rato viéndonos, hacen fotos y preguntan a qué estamos jugando. Pero es difícil que se animen". El críquet catalán debutó en un torneo en Malta en 2014 y mandó a su selección sub-17 a Grecia, ambos concursos muy celebrados por ERC, PDeCAT y la Plataforma ProSelecciones Deportivas Catalanas.

Robert Masih Nahar se convirtió la semana pasada en el primer senador español nacido en India y en el primero que no habla con fluidez ningún idioma oficial (aunque sí domina el hindi, el punyabí, el inglés y el italiano). Quizá sea también el único cuya biografía política no llega al medio folio. Según la ficha presentada ante el Senado, nació en Gurdaspur (una ciudad del norte de Punyab, pegada a Pakistán), fue fundador, director y vicepresidente de la Federación Catalana de Críquet, promotor de pesca deportiva y ha trabajado "en temas relacionados con la inmigración y la integración en el sector privado", habiendo organizado "eventos culturales y deportivos".

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