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La Guardia Civil desmonta la teoría de Mas: tras el 9-N siguió organizando la consulta
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LA WEB DE RECLUTAMIENTO DE LA GENERALITAT AÚN está ACTIVA

La Guardia Civil desmonta la teoría de Mas: tras el 9-N siguió organizando la consulta

Uno de los caballos de batalla es el control de la organización a través de la web participa2014.cat. Según los acusados, la web se ‘congeló’ tras la resolución del TC, pero eso no fue exactamente así

Foto: Artur Mas, votando en la consulta del 9-N. (AP)
Artur Mas, votando en la consulta del 9-N. (AP)

Los expertos de la Guardia Civil que examinaron la página web de la Generalitat a través de la que reclutaba voluntarios para laconsulta del 9 de noviembre de 2014 han desmontado este jueves la versión del Gobierno autonómico sobre la paralización de la organización de ese “proceso participativo”. En los días anteriores del juicio, tanto los acusados, Artur Mas, Joana Ortega e Irene Rigau, como los testigos propuestos por sus defensas alegaron que tras la resolución del Constitucional del 4 de noviembre prohibiendo la organización de la consulta, se hizo caso al fallo y pasaron a tomar el control los voluntarios. Uno de los caballos de batalla es el control de la organización a través de la web participa2014.cat. Según los acusados y sus testigos, la web se ‘congeló’ tras la resolución del Constitucional, pero eso no fue exactamente así. Los rastros cibernéticos son contundentes y contradicen esas tesis.

Así, los peritos de la Guardia Civil emitieron un informe de 97 páginas en el que desmontan esta versión. El fiscal Emilio Sánchez Ulled fue directo al cuello del Gobierno catalán: “¿Hubo cargas de ficheros después del 4 de noviembre?”, preguntó directamente. Los peritos, tras comprobar las entradas de la web, determinaron que los días 4, 7, 9 y 12 de noviembre, así como el 10 de diciembre, “se realizaron introducciones de ficheros o modificaciones de los que había por parte del administrador”. Ello significaría que, contrariamente a lo que habían dicho los responsables políticos, la web no se desactivó.

Además, a pesar de que el responsable de la misma, Joan Cañada, dijo que la página electrónica continuó colgada en la red porque “no se podía desactivar”, los peritos de la Guardia Civil lo desmintieron. “El administrador tiene la potestad de dejarla inactiva —dijeron—. Y no hay ningún problema para ello. Solo hace falta entrar en el dominio y eliminar las DNS”. Esta operación puede provocar la desactivación de una página web en cuestión de minutos, aunque también puede tardar un tiempo, como máximo 48 horas.


Las defensas, por su parte, intentaron obtener una baza a su favor y enfocaron su interrogatorio a los guardias civiles sobre si una página se "puede replicar”. Su intención era dar a entender que la página participa2014.cat podría haber sido duplicada y gestionada por terceros, lo que técnicamente es imposible. La respuesta fue que un particular podría replicar la página y podría acceder a ella, pero no podría interactuar.

Por tanto, si se introdujeron archivos y datos los días anteriores y posteriores al 9 de noviembre, la página no estaba desactivada, como sostuvieron los testigos de la defensa. Es más: hoy en día continúa en activo y cuenta con los logotipos de la Generalitat de Cataluña, que es su administradora. En el registro de dominio consultado este jueves por El Confidencial, consta que el administrador continúa siendo el gabinete técnico del “Departament de Governació i Relacions Institucionals” y contiene no solo la dirección de esta consejería, en la calle Via Laietana de Barcelona, sino incluso su número de teléfono como contacto.

Foto: El expresidente de la Generalitat Artur Mas (i), acompañado de su esposa, Helena Rakosnik, llega a la sede del TSJC. (EFE)

“Ya es suficiente, señora”

Durante la jornada de hoy, desfilaron por el banquillo de los testigos hasta nueve voluntarios del 9-N que intentaron justificar que el Gobierno no tuvo nada que ver con la consulta tras el 4 de noviembre. Así lo manifestó, por ejemplo, Carles Fernández, jefe de comunicación de Joana Ortega, que afirmó que recibió la consigna de decir que a partir de esa fecha el Gobierno dejaba de tomar participación activa en la consulta.

También pasaron por el banquillo diferentes voluntarios, como la alcaldesa de Vilafant (Girona), que incluso dejó los locales municipales para poner las urnas. Otro de los voluntarios que declararon fue el exconsejero de Agricultura (en tiempos de Jordi Pujol) Joan Vallbé. Todos los voluntarios, a pesar de que algunos eran coordinadores del recinto de votación, declararon que no saben cómo llegaron las urnas, las papeletas y el material, como sobres o bolígrafos, ya que siempre se los encontraron cuando llegaron a sus respectivos recintos.

Pero la declaración más sustancial fue la de la exdiputada de ERC Gemma Calvet, que quiso lanzar su mitin particular en la sede judicial y tuvo que ser cortada por el presidente del tribunal, Jesús María Barrientos, en varias ocasiones. Calvet les espetó a los jueces que ella divagaba cuando le preguntaban porque “este es un juicio de contexto”, a lo que el presidente del tribunal contestó: “Usted viene como testigo y tiene que contestar a las preguntas que le hacen”. Y como ella insistía en la naturaleza de la vista, Barrientos la cortó secamente: “Ya es suficiente, señora”.

Foto: En el centro y de verde, la exdirectora del Instituto Pedraforca de L'Hospitalet Dolores Agenjo. (EFE)

Durante su interrogatorio por las defensas, Calvet se explayó largamente sobre su cometido como responsable de los “observadores internacionales” que vinieron, especialmente dos diputados de Quebec. En varias ocasiones, fuese cual fuese la pregunta, Calvet siempre volvía a hablar de sus ‘invitados’, a los que, afirmó, acompañó por varios centros para que viesen cómo se organizaba la consulta y les explicaba el procedimiento y el cambio de la modalidad de ‘consulta’ a ‘proceso participativo', “haciendo uso de certeza de legalidad. Hubo un esfuerzo enorme por parte del Govern para hacer que el pueblo se escuchase. Todo era legal”. En otra ocasión, y sin venir a cuento, lanzó otra arenga subrayando que “algunos juristas, como Miquel Roca i Junyent, llegaron a decir que el referéndum tendría que hacerse algún día”. Y en otro momento llegó a afirmar que “en realidad, aquí debería haber 2,3 millones de personas acusadas”, o sea, todos los que participaron en la consulta.

Calvet, por otra parte, casi llega a justificar con una falacia la desobediencia a la resolución del TC: en un determinado momento, se acogió a que “en la resolución del TC de 4 de noviembre, el Constitucional se refería a la ‘consulta’, pero eso no existía ya, porque se había convertido en un ‘proceso participativo”. Este extremo, sin embargo, fue desmentido por la Fiscalía que la estaba interrogando en ese momento. Y cuando Sánchez Ulled le preguntó sobre la página web y su actividad, volvió a mirar hacia otro lado y contestó que desde el exterior “estaban desconcertados por la parálisis democrática del Estado español”. Y ahí fue donde el presidente le volvió a llamar la atención. Y es que no hay peor sordo que el que no quiere oír.

Los expertos de la Guardia Civil que examinaron la página web de la Generalitat a través de la que reclutaba voluntarios para laconsulta del 9 de noviembre de 2014 han desmontado este jueves la versión del Gobierno autonómico sobre la paralización de la organización de ese “proceso participativo”. En los días anteriores del juicio, tanto los acusados, Artur Mas, Joana Ortega e Irene Rigau, como los testigos propuestos por sus defensas alegaron que tras la resolución del Constitucional del 4 de noviembre prohibiendo la organización de la consulta, se hizo caso al fallo y pasaron a tomar el control los voluntarios. Uno de los caballos de batalla es el control de la organización a través de la web participa2014.cat. Según los acusados y sus testigos, la web se ‘congeló’ tras la resolución del Constitucional, pero eso no fue exactamente así. Los rastros cibernéticos son contundentes y contradicen esas tesis.

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