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Cataluña se prepara para unas elecciones anticipadas antes de verano
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Ante la posibilidad de que la cup no apruebe los presupuestos

Cataluña se prepara para unas elecciones anticipadas antes de verano

Una fuente de JxSí niega presión alguna a la CUP y dice que sin una partida presupuestaria no se pueden crear "las estructuras de Estado ni provisionar los gastos del referéndum"

Foto: Carles Puigdemont en el Parlament junto a Oriol Junqueras. (EFE)
Carles Puigdemont en el Parlament junto a Oriol Junqueras. (EFE)

Las negociaciones entre el Gobierno catalán y la CUP para pactar los presupuestos catalanes del 2017 comenzarán, oficialmente, el próximo 18 de enero, pero en la práctica, hay pocas posibilidades de que se pueda llegar a un acuerdo. Los principales dirigentes de la formación anticapitalista pidieron esta semana al Gobierno que se implique más en los asuntos sociales, pero desde la Generalitat solo ha habido varias alertas insistiendo en que si la CUP no apoya los presupuestos, se acabó el ‘procés’ y no habrá referéndum independentista.

Fuentes cercanas a los partidos que apoyan al Gobierno (Partit Demòcrata Europeu y Esquerra Republicana de Catalunya) señalaron a El Confidencial que “aunque la negociación no ha comenzado formalmente, lo cierto es que ya va mal. Hay la sensación de que la CUP no aprobará los presupuestos y eso quiere decir que tendremos unas elecciones tradicionales antes de verano”. Recalcan que el objetivo de unas elecciones constituyentes ya solo será el sueño de una noche de verano, porque sin referéndum no puede haber constituyentes. “Y estaremos otra vez como hace años, con una autonomía intervenida por el Gobierno central, por el Tribunal Constitucional y por el FLA, sin margen de maniobra y con millones de personas frustradas”, remacha la fuente.

Foto: El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, saluda a la diputada de la CUP Anna Gabriel, en el Parlament. (EFE)

Esta sensación se palpa tanto en las filas del PDEcat como de ERC. “En estos momentos, nadie da un céntimo por un resultado positivo de la negociación. Desde el Gobierno se ha cedido más de lo que se debería y se han intentado hacer unos presupuestos equilibrados y lógicos y además son los presupuestos más sociales de la historia”, dice a este diario un dirigente de Junts pel Sí (JxS), la plataforma que agrupa a los dos partidos que apoyan al ‘president’ Carles Puigdemont. Esta fuente niega que se presione a la CUP con unas elecciones anticipadas. “Lo que ocurre es que si no se aprueban los presupuestos no se podrán dotar las partidas presupuestarias para crear las estructuras de Estado ni provisionar los gastos del referéndum. Por tanto, sin presupuestos, no hay hoja de ruta”, añade la fuente. Y otra subraya que “la posibilidad de que la CUP no apruebe las cuentas es muy alta y eso significaría la ‘muerte súbita’ del proceso”.

Llamamiento de la CUP

En la conferencia política que la CUP convocó el pasado jueves, los llamamientos al Gobierno fueron constantes. “Nosotros, igual que Puigdemont, no hemos venido por nada personal ni a salvar el culo. Por eso le queremos pedir al ‘president’ que, por esta coincidencia de objetivos, se implique más, se arremangue y trabaje en el proyecto de presupuestos”, le lanzó el diputado Benet Salellas. Porque desde la CUP son conscientes de que los presupuestos son fundamentales para el ‘procés’, pero quieren presionar “hasta el infinito y más allá”.

Aun así, critican a PDEcat y ERC porque consideran que la presión para aprobar las cuentas “es un auténtico chantaje”. “Si no aprobamos los presupuestos es porque no son lo suficientemente sociales que queremos que sean. En cuestiones fundamentales, JxSí y el Gobierno no han cedido en nada”, según explica una fuente ‘cupera’ a este diario.

Esta apreciación es compartida por Salellas, que en la conferencia política explicó: “Hay quien dice que nos lo han ofrecido todo, pero en verdad el Gobierno no ha cedido en nada”. El diputado aseguró, asimismo: “Solo pusimos sobre la mesa dos cuestiones que ni siquiera estaban en el programa de la CUP, pero que son necesidades básicas: la necesidad de proteger la escuela pública y la reforma del sistema fiscal para hacerlo más justo”. Para Salellas, tienen “un país roto por las desigualdades y, por tanto, es preciso revertir recortes y redistribuir la riqueza”.

Los anticapitalistas se quejan de que cada cosa que ponen encima de la mesa es vista con desconfianza por el Gobierno y por Junts pel Sí (JxSí), la plataforma que lo apoya. “Hemos pedido que rompiese el techo de la fiscalidad autonómica, que tocase impuestos, que las rentas más altas paguen más; en resumen, lo que pide el 80% de la ciudadanía, revertir la lógica de privilegios y privilegiados del régimen del 78”.

La CUP demanda mayores partidas para gastos sociales, para empleo público, para sanidad, para la gestión del agua o para eliminar los peajes. Que se cree un fondo específico con el objetivo de revertir privatizaciones y recuperar la gestión directa en la gestión pública. “Queremos, por ejemplo, un plan público de alquiler social financiado por la tasa turística, pero no nos quieren escuchar”, se quejan desde la CUP.

Recorte de salarios altos

En la conferencia política, la diputada Eulàlia Reguant criticó las políticas impulsadas por la Generalitat y reclamó “una renta garantizada de ciudadanía”. Para ello, los anticapitalistas exigirán el Gobierno de Puigdemont un fondo de cohesión social y garantía de rentas que se dote de ingresos extraordinarios pero también de la racionalización de los sueldos de los altos cargos de la Administración: quieren un recorte de sueldos del 14%de los cargos de la Generalitat. Ese recorte, que supondría millones de euros, iría íntegramente destinado a esa renta garantizada. Desde el PDEcat y ERC, se mira hacia otro lado ante tamaña exigencia.

En la CUP lo saben y tienen previsto poner sobre la mesa otra propuesta alternativa: modificar la ley de contrataciones del sector público y obligar a introducir en los pliegos de contrataciones un salario mínimo de 1.200 euros al mes para las empresas que contraten con la Administración. La CUP recoge, así, una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) en este sentido.

Foto: El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y el vicepresidente del Govern, Oriol Junqueras, en la sesión de control al Govern. (EFE)

Ante esta colisión de intereses, los anticapitalistas de la CUP no tienen decidido qué harán. El próximo miércoles, se sentarán a negociar unas cuentas en las que no creen. Es más, dudan de la “buena voluntad” de PDEcat y de ERC. Lo único seguro es que la formación decidirá su posicionamiento final el próximo 28 de enero. “Debemos digerir toda la información, pero será la militancia la que tomará una decisión”, advirtió Eulàlia Reguant. Fuentes internas del partido consideran que, por el tipo de reunión, quien tiene las de ganar en el posicionamiento es el núcleo duro de la CUP. Ello provoca que el Gobierno catalán vele armas y se prepare para cualquier contingencia.

Las negociaciones entre el Gobierno catalán y la CUP para pactar los presupuestos catalanes del 2017 comenzarán, oficialmente, el próximo 18 de enero, pero en la práctica, hay pocas posibilidades de que se pueda llegar a un acuerdo. Los principales dirigentes de la formación anticapitalista pidieron esta semana al Gobierno que se implique más en los asuntos sociales, pero desde la Generalitat solo ha habido varias alertas insistiendo en que si la CUP no apoya los presupuestos, se acabó el ‘procés’ y no habrá referéndum independentista.

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