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La CUP acusa a CDC y ERC de sabotear el 'procés' y llama a la "activación popular"
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denuncia que no quieren la independencia

La CUP acusa a CDC y ERC de sabotear el 'procés' y llama a la "activación popular"

El núcleo duro de los 'cuperos', representados por Endavant, ha emitido un documento en el que culpa a Puigdemont y Junqueras de frenar el proceso de independencia

Foto: La dirigente de la CUP Anna Gabriel. (EFE)
La dirigente de la CUP Anna Gabriel. (EFE)

El independentismo catalán anda cada día más revuelto. Un informe de Endavant, el núcleo duro de la CUP, fechado el 26 de octubre, asegura que “el inmovilismo del Gobierno de Junts Pel Sí en cuanto a políticas económicas ante la necesidad de revertir las políticas neoliberales y autonomistas que se han impulsado en los Països Catalans los últimos años, así como la agudización de la confrontación democrática con un Estado prohibicionista, nos recuerda ahora más que nunca la necesidad de la activación popular”.

El documento, que lleva por título ‘Reflexiones sobre la política actual en el Principado de Cataluña’, explica que “solo un pueblo organizado a través de unos movimientos populares activos podrá ser capaz de forzar el referéndum y activar las transformaciones imprescindibles para ganarlo”. Estas reflexiones coinciden con las manifestaciones de diferentes dirigentes de la CUP en privado, que hablan de “volver a tensionar la calle para reactivar el proceso”. En las filas radicales, se afirma que “ahora es más necesaria que nunca la movilización permanente”, y la diputada Anna Gabriel llegó a declarar en una radio que “la libertad tiene un precio y estamos dispuestos a pagarlo”. En anteriores informes, ya advertían de que las movilizaciones populares iban perdiendo fuerza a medida que pasa el tiempo y que, por ello, era imprescindible que se convocara el referéndum cuanto antes.

El documento, no obstante, revela una enorme tensión entre las fuerzas independentistas. Y no solo eso: la CUP no se fía de Junts Pel Sí (la coalición entre ERC y Convergència) para alcanzar la independencia, llegando incluso a acusar al Gobierno catalán de boicotear el referéndum y de chantajear a los radicales. Tras asegurar que el referéndum unilateral con una pregunta binaria se ha asumido gracias a la presión de la CUP, elogia la actitud de desobediencia de alcaldes y concejales en cuanto a leyes españolas y a sentencias del TC se refiere. “Ante la ofensiva del Estado, la actitud ejemplar de los cargos electos vinculados a la izquierda independentista y a la CUP, anteponiendo la obediencia a la voluntad popular y optando de forma consecuente por la vía desobediente y por el no reconocimiento de los tribunales estatales, nos recuerda que la movilización y la autoorganización son las únicas vías reales para las clases populares catalanas”. Pero advierten de que “para hacer irreversible el derecho a la autodeterminación, es preciso también que todos los cargos electos y todas las instituciones se sitúen en el mismo terreno de la obediencia popular y el no reconocimiento a las instituciones del Estado”.

Misiles contra Puigdemont

Sin embargo, se ensañan con el Gobierno de Carles Puigdemont y su estrategia, ya que en lugar de apretar el acelerador de la autodeterminación, “la agenda política del Gobierno de JxS se mantiene centrada en el control y el apaciguamiento de las tensiones partidistas dentro de la candidatura y en la gobernabilidad y en la gestión autonomista”. Ello, aseguran, le impide “construir amplios consensos” con la CUP para ganar el referéndum de independencia. Tanta es la tensión, que aseguran que “en la medida en que el Gobierno de coalición pone el acento en la gobernabilidad y en la gestión de sus contradicciones internas, la CUP se convierte en un obstáculo para JxS, un chivo expiatorio de sus limitaciones y un enemigo a batir”.

De ahí que la formación anticapitalista denuncie que el Ejecutivo catalán “ha aumentado la presión contra la CUP insistiendo en la mentira interesada según la cual sin Presupuestos no puede haber referéndum”. Esa fue, precisamente, la principal advertencia que Carles Puigdemont hizo a la CUP en el pasado debate sobre la cuestión de confianza celebrado el 28 de septiembre, en el que salvó precisamente su cuello. Incluso Jordi Turull, presidente del grupo parlamentario de JxS, advirtió de que sin Presupuestos no habría referéndum. Por ello, los duros se quejan también de que “no hay día en que los portavoces del Gobierno, incluyendo a presidente y vicepresidente, no hagan declaraciones en este sentido”.

De ahí que los radicales aseguren que los números que está elaborando el vicepresidente catalán, Oriol Junqueras, “tienen muy poco interés en construir una mayoría sólida independentista y, en cambio, muestran una clara voluntad de conseguir que los Presupuestos no sean asumibles para la izquierda independentista, convirtiendo la negociación en una teatralización y un chantaje contra la CUP. Un chantaje que la izquierda independentista no puede aceptar”. En otras palabras, lo que está ocurriendo con la cuentas para 2017 es simplemente un sabotaje en toda regla de Junqueras al proceso rupturista.

Se quejan también de que después de un mes, Puigdemont todavía no ha convocado una cumbre de partidos por el referéndum, tal y como se había comprometido durante la cuestión de confianza a la que se sometió el 28 de septiembre. Y le acusa de no responder con contundencia a la suspensión de leyes por parte del TC. “En definitiva, el PDEC [el nuevo nombre de Convergència] y ERC parecen haber acordado no cambiar nada para poder seguir gobernando”. Lo grave, subrayan, es que esa actitud provoca “escepticismo en los sectores más dinámicos de nuestra sociedad respecto al proyecto independentista”. En otras palabras: los duros de la CUP acusan directamente a los grandes partidos independentistas de sabotear el proceso y de propiciar la caída de la movilización popular.

El independentismo catalán anda cada día más revuelto. Un informe de Endavant, el núcleo duro de la CUP, fechado el 26 de octubre, asegura que “el inmovilismo del Gobierno de Junts Pel Sí en cuanto a políticas económicas ante la necesidad de revertir las políticas neoliberales y autonomistas que se han impulsado en los Països Catalans los últimos años, así como la agudización de la confrontación democrática con un Estado prohibicionista, nos recuerda ahora más que nunca la necesidad de la activación popular”.

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