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Conflicto entre Puigdemont y la CUP por el veto de esta al nuevo presidente del Liceo
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ALEMANY CUENTA CON EL VISTO BUENO DE MADRID

Conflicto entre Puigdemont y la CUP por el veto de esta al nuevo presidente del Liceo

El nombre de Alemany ya se ha consensuado entre el Gobierno catalán y el Ministerio de Cultura para llevar las riendas de la institución musical más importante de Cataluña

Foto: El presidente de Abertis, Salvador Alemany. (EFE)
El presidente de Abertis, Salvador Alemany. (EFE)

Nunca llueve a gusto de todos: cuando por fin Madrid y Barcelona se ponen de acuerdo en una cosa, viene un ‘pepito grillo’ y lo tumba. En esta ocasión, el conflicto tiene como protagonista al futuro presidente del Patronato del Liceo de Barcelona. El hasta ahora presidente, Joaquim Molins, dimitió este lunes de sus cargos por motivos de salud. Cuando llegó al puesto, en marzo de 2013, ya había tenido algún problema de corazón. Ahora, su salud se ha agravado: lleva cuatro 'bypass', tuvo una angina de pecho e incluso padeció un ictus el año pasado.

En estas condiciones, según una nota oficial de la institución, “ha llegado el momento de ceder su responsabilidad”. Y pone en su boca una frase lapidaria: “Es el momento de un relevo, ya que por motivos de salud no puedo rendir al 100% y el Liceo necesita un presidente al 100%”. Quien lo sustituirá es Salvador Alemany, actual presidente de Abertis pero también presidente del Consejo de Mecenazgo del Liceo. El nombramiento depende del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, que es presidente de honor del patronato.

El nombre de Alemany ya se ha consensuado entre el Gobierno catalán y el Ministerio de Cultura para llevar las riendas de la institución musical más importante de Cataluña. “Es difícil ponerse de acuerdo, pero su nombre suscitó unanimidad tanto entre las administraciones como entre los patronos de la fundación”, reconoce a El Confidencial una fuente cercana a las negociaciones.

Pero no todo es un camino de rosas. El único problema que tiene su nombramiento es, precisamente, el de un actor al que el nombre de Alemany no le cae bien. Se trata de la CUP, la formación anticapitalista que da apoyo al Gobierno catalán en el Parlamento autonómico. Evidentemente, el Ejecutivo catalán comunicó a su socio la intención de nombrar a Alemany y la CUP respondió nada más y nada menos que con un veto encima de la mesa.

Porque resulta que Alemany, como presidente de Abertis, es una de las ‘bestias negras' de los anticapitalistas. Primero, por pertenecer al grupo de La Caixa. Y luego, por pertenecer a Abertis, la compañía que mantiene los peajes en Cataluña y que ha sido reiteradamente uno de los objetivos de los independentistas. Los anticapitalistas no proponen nombre alternativo, sino que simplemente han hecho patente su no al directivo.

Alemany, no obstante, es un hombre bien considerado en los círculos de Convergència. De hecho, cuando Artur Mas ganó las elecciones en 2010, su nombre se puso encima de la mesa como posible consejero de Economía, cargo que finalmente recayó en Andreu Mas-Colell. El máximo directivo de Abertis rechazó el puesto, pero sí se puso a disposición de Mas como presidente del Consejo Asesor para la Reactivación Económica y el Crecimiento (Carec), un ‘sanedrín’ de sabios que habían de cocinarle las recetas para salir de la crisis. Este organismo se disolvió en 2012, tras las elecciones autonómicas adelantadas que Mas convocó después de fracasar su intento de llegar a un pacto fiscal con el Gobierno central.

ERC tenía su candidato

En la carrera por el control del Liceo, ERC también libró su particular batalla, pero esta vez apostando por Fèlix Serraclara, a quien ya había postulado hace tres años, cuando Mas se decantó por Molins. Serraclara mantuvo las pasadas semanas una apretada agenda de reuniones, porque ya se daba por hecho que Molins lo iba a dejar. Así, se vio con el consejero de Cultura, Santi Vila, y cenó con el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle. Tanto la Generalitat como el Gobierno central tienen cuatro vocales dentro del patronato. En este, Carles Puigdemont es presidente de honor, mientras que Santi Vila es vicepresidente primero y Lassalle es vicepresidente segundo.

“Serraclara hubiera sido el hombre idóneo para el puesto, porque conoce el sector, ya que es músico, cantante y artista, es abogado y sabe de finanzas. Además, su abuelo fue uno de los fundadores del Liceo y era pariente de Salvador Dalí”, explican a El Confidencial fuentes de ERC. No es la primera vez que los republicanos intentan ‘asaltar’ la institución musical por antonomasia. Lo intentaron cuando fue elegido Molins (incluso ERC llegó a proponer unificar la presidencia y la dirección artística para ahorrar un sueldo) y lo volvieron a intentar después, pero ofreciendo a Serraclara como director artístico en 2014, pulso que perdió frente a Christina Scheppelmann.

Sin embargo, el peso de Convergència es demasiado grande como para ceder en la pugna. De hecho, el partido nacionalista ya mantuvo, de 1993 a 2005, a Josep Caminal a su frente. Caminal había sido con anterioridad secretario de Organización de CDC. Con Molins (que había sido líder convergente en el Ayuntamiento de Barcelona y consejero con Jordi Pujol), aterrizó también en la institución Roger Guasch como director general. Hombre de CiU, Guasch ya había sido el hombre de Convergència para sanear las cuentas de la mutua La Alianza. Ahora, con la designación de Alemany, el control de la antigua CDC sobre la institución continuará casi inalterable. Y, además, desde el PP, desde el PSC y desde el mundo empresarial se le ha puesto una alfombra roja por la que deslizarse. Nadie ha puesto un pero… excepto la CUP, claro, pero esa es agua de otro molino.

Nunca llueve a gusto de todos: cuando por fin Madrid y Barcelona se ponen de acuerdo en una cosa, viene un ‘pepito grillo’ y lo tumba. En esta ocasión, el conflicto tiene como protagonista al futuro presidente del Patronato del Liceo de Barcelona. El hasta ahora presidente, Joaquim Molins, dimitió este lunes de sus cargos por motivos de salud. Cuando llegó al puesto, en marzo de 2013, ya había tenido algún problema de corazón. Ahora, su salud se ha agravado: lleva cuatro 'bypass', tuvo una angina de pecho e incluso padeció un ictus el año pasado.

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