El Parlamento catalán hará un 'acto supremo de soberanía' antes de un año

Antes de un año, el Parlamento catalán hará un “acto supremo de soberanía” para forzar la ruptura con España. Esa es la agenda ‘secreta’ de los independentistas, que estudian al milímetro cómo efectuar la desconexión definitivamente. El instrumento para consumarla será una declaración unilateral de independencia, que dará lugar a unas “elecciones constituyentes” que deben elegir un Parlamento cuya única misión, en principio, será redactar y aprobar la Constitución catalana.

Durante este mes de septiembre, Junts Pel Sí (JxS), la plataforma que engloba a la antigua Convergència y a Esquerra Republicana (ERC), se ha propuesto rehacer los puentes con la Candidatura d’Unitat Popular (CUP), dinamitados el mes de junio al negarse los anticapitalistas a aprobar los Presupuestos que llevó al Parlamento el vicepresidente, Oriol Junqueras. “La CUP ya ha dicho que apoyará al Gobierno en el Parlamento. Para superar la moción de confianza del próximo 28 de septiembre, era necesaria esa confianza y ya han anunciado que votarán a favor. Y en los próximos meses hace falta también su ayuda para completar la hoja de ruta que habíamos pactado”, explica a El Confidencial Roger Torrent, portavoz adjunto de JxS.

En esa hoja de ruta no tiene cabida, de momento, el referéndum unilateral de independencia, que es la última exigencia de los anticapitalistas para dar su apoyo a Carles Puigdemont. Pero JxS está dispuesta a estudiar “la posibilidad de enriquecer esa hoja de ruta”.

El día 28, en la exposición de motivos de la moción de confianza, Carles Puigdemont desgranará detalles de su estrategia, planteamientos de ruptura y calendario que maneja. “El ‘president’ espera que en la Diada del próximo año ya sea un ‘president’ en funciones. O sea, en principio, habrá elecciones a comienzos del otoño del próximo año. Esta es la previsión que tenemos”, subraya Torrent.

De esta manera, Puigdemont mata varios pájaros de un tiro. Primero, cumple con el calendario de convocar elecciones en un plazo de 18 meses (lo que supuestamente habría de durar la transición pactada hacia la independencia); segundo, se libera de la presión de la CUP, porque, como no tiene intención de convocar un referéndum unilateral (ya que carece de competencias), en verano de 2017 habrá de convocar elecciones porque el Gobierno quedará, supuestamente, en minoría, al retirarle la CUP su apoyo.

El calendario de la ‘desconexión’

Hasta entonces, la estrategia que desgranará el próximo día 28 ante el Parlamento va dirigida a la aprobación parlamentaria de toda una serie de leyes para completar y forzar la desconexión con España. Estas leyes se escenifican en las “tres leyes de desconexión” que JxS y la CUP pactaron tras las elecciones del 27 de septiembre: la Ley de la Seguridad Social, la Ley de la Agencia Tributaria Catalana y la Ley de Transitoriedad Jurídica.

La primera ya fue discutida en pleno y ahora está en fase de aportación de enmiendas. La segunda está a punto de llegar. La tercera se está redactando todavía. Pero no serán tres leyes solo. Para la plasmación de la Seguridad Social catalana, se deben aprobar varias normas que irán llegando al Parlamento en los próximos meses. Los independentistas esperan tenerla a punto para la desconexión el próximo mes de enero, aunque no se podrá aplicar hasta más tarde.

Con la Ley de la Agencia Tributaria pasa lo mismo. Y, por fin, llegará la Ley de Transitoriedad Jurídica, el instrumento mágico que ha de separar Cataluña de España. Esa ley será llevada a pleno y, previsiblemente, aprobada con los votos a favor de JxS y la CUP. Inmediatamente, habrá una “declaración formal de independencia, porque en ese momento se crea un marco jurídico propio para Cataluña”, explica Roger Torrent. Se trata, en definitiva, de un “acto de soberanía” del Parlamento como nunca había ocurrido hasta ahora. Un acto supremo de soberanía.

Tras esa declaración, el Gobierno dimite y el ‘president’ convoca nuevas elecciones… ‘constituyentes’. ¿En qué se diferencian de las elecciones autonómicas? En casi nada. “Se escogerán los 135 diputados del Parlament, pero los ciudadanos sabrán que están escogiendo a los redactores de la nueva Constitución. Durante los meses previos, habrá una gran campaña de diálogo en que se esbozarán las líneas maestras de la nueva Constitución”.

La estrategia que desgranará ante el Parlamento va dirigida a la aprobación parlamentaria de toda una serie de leyes para forzar la desconexión con España

Y es el redactado de esa Carta Magna el que debe decidir entonces si ese ‘Parlamento constituyente’ se disuelve inmediatamente y se convocan ‘elecciones legislativas’ o si continúa durante una legislatura para poner en marcha la República catalana. La estrategia independentista, evidentemente, es solo una teoría de cómo llevar a cabo la desconexión. Está por ver si en la práctica es asumible.

El proceso será, en todo caso, una declaración unilateral de independencia (DUI) y no un referéndum unilateral (RUI), tal y como pretende forzar la CUP. “El referéndum será convocado posteriormente, para aprobar la Constitución, nunca antes. Con la aprobación de la Ley de Transitoriedad Jurídica, se ha creado un nuevo marco jurídico y el ‘Govern’ ya tendrá potestad para convocarlo. Ya no estará sometido a la legalidad española. Consideramos que la hoja de ruta con una declaración de estas características puede ser más efectiva que un RUI, porque este puede convertirse en papel mojado, como ocurrió con la consulta del 9-N, y eso nos desgastaría enormemente”, reconoce a este diario un alto cargo de ERC.