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El pacto del Govern pende de un hilo: la CUP no apoya los presupuestos de 2016
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"el procés se ralentizará", dicen en la generalitat

El pacto del Govern pende de un hilo: la CUP no apoya los presupuestos de 2016

El partido exige cambios sustanciales en los números que plasmó en papel el republicano Oriol Junqueras, vicepresidente del Gobierno y consejero de Economía

Foto: La diputada de la CUP, Eulàlia Reguant, pide la palabra en un pleno del Parlament de Cataluña. (EFE)
La diputada de la CUP, Eulàlia Reguant, pide la palabra en un pleno del Parlament de Cataluña. (EFE)

El pulso por los presupuestos catalanes ha hecho recrudecerse la larvada guerra sin cuartel que desde hace algunas semanas se había desatado entre los independentistas catalanes. Por una parte, el bloque agrupado en torno a Junts pel Sí (JxS), la plataforma que agrupa a Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) y Esquerra Republicana (ERC), apoyados por las entidades cívicas Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural. En la otra parte, la Candidatura d’Unitat Popular (CUP), los radicales que han hecho estallar la estabilidad del Gobierno catalán.

El apoyo decidido de la CUP a los antisistemas que han protagonizado los altercados del barrio de Gràcia de Barcelona fue el preludio de algo mucho más grave: el rechazo de los anticapitalistas a los presupuestos de la Generalitat para el 2016. Su apoyo es imprescindible para que los presupuestos puedan salir adelante, ya que JxS no tiene la mayoría parlamentaria para aprobarlos. Y el próximo miércoles irán al pleno del Parlament. Tienen ya solo cuatro días para intentar un acuerdo de última hora.

La CUP exige cambios sustanciales en los números que plasmó en papel el republicano Oriol Junqueras, vicepresidente del Gobierno y consejero de Economía. Entre otras cosas, la formación anticapitalista pide aumentar el IRPF para las rentas más altas, reformar el Impuesto de Sucesiones, un impuesto para las grandes fortunas, que la Generalitat desobedezca el techo de déficit establecido por el Gobierno central y que contemple aplicar las leyes suspendidas por el Tribunal Constitucional. También exige un “referéndum al estilo griego” para decidir si se paga o no la deuda del Gobierno.

El apoyo de la CUP es imprescindible para que los presupuestos puedan salir adelante, ya que JxS no tiene la mayoría parlamentaria para aprobarlos

Desde la Generalitat se contesta que “se han hecho unos presupuestos realistas, rigurosos y que cumplen con la hoja de ruta marcada y con los pactos a que llegamos con la CUP. Son los mejores presupuestos de la historia de Cataluña”. Otra fuente gubernamental señala a El Confidencial que “le hemos dicho a la CUP que si no se aprueban estos presupuestos, no se podrán llevar a cabo algunas de las medidas pactadas, como la Agencia Tributaria Catalana o abrir más delegaciones en el exterior. Es de sentido común. La CUP lo sabe, pero le da igual”.

“Implosionar el sistema desde dentro”

Es más: desde las filas de JxS se ven con acritud las maniobras de la CUP. “Hay representantes políticos de la izquierda alternativa que quieren implosionar el sistema desde dentro”, dice a El Confidencial un alto dirigente de esta formación. Y fuentes del Gobierno catalán son también muy explícitas: “Si la CUP no apoya estos presupuestos, los pactos se van a resentir y mucho. Las cosas no volverán a ser como antes. Habrá un antes y un después en la relación con la CUP”.

El jueves, JxS y la CUP se vieron las caras en una reunión en el propio Parlament, donde se escenificó ya la gran ruptura, tras entregar los anticapitalistas un documento a sus rivales con las reivindicaciones. Allí se encontraron, entre otros, los diputados cuperos Anna Gabriel, Eulàlia Reguant, Joan Garriga y el portavoz de la CUP, Xevi Generó, con el propio presidente, Carles Puigdemont, y Oriol Junqueras.

“Esta no es una negociación técnica, sino política. La prueba es que quienes se han reunido son los cargos políticos y entre ellos no había ningún técnico”, explica un alto cargo del Govern a El Confidencial. Y lanza un dardo envenenado a sus rivales: “La CUP no quiere negociar. Por eso interpuso una enmienda a la totalidad de buenas a primeras. Eso no es normal. No es normal que el socio de referencia presente una enmienda a la totalidad sin haber hablado antes. La enmienda la presentaría la oposición, pero nunca un socio”.

Puigdemont y Junqueras lanzaron una indirecta a la CUP este viernes: se reunieron con los presidentes de la ANC, Jordi Sánchez, de Òmnium, Jordi Cuixart, y de la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI), Neus Lloveras. El motivo fue explicar la situación de los presupuestos tras el quiebro de la CUP. Pero también un aviso a navegantes: la sociedad civil está harta de niñerías. “Aquí nos estamos jugando mucho. Nos estamos jugando el futuro de Cataluña”, aseguran desde JxS.

“Los destructores”… según Puigdemont

El propio Puigdemont estalló ayer por la mañana: en un acto en Viladecans, no nombró a la CUP, pero a buen entendedor… “No escatimamos ningún recurso porque hay destructores que son generadores de pobreza con su acción, con sus actos y con su responsabilidad social, pero también por omisión de socorro, por irresponsabilidad y por insensibilidad”, clamó. Así, apeló a la “responsabilidad de todos” e instó al Parlamento a “demostrar la misma voluntad de sumar”. Y la portavoz del Gobierno, Neus Munté, lanzó otro aviso: si la CUP no apoya los presupuestos, el Gobierno habrá de replantearse “muchas cosas, empezando, evidentemente, por un acuerdo que se habría incumplido de igual forma”.

"Si no hay presupuestos, no tiene por qué romperse la legislatura. Ni tampoco se liquida el ‘procés'. Simplemente, se ralentizará un poco", dice el Govern

Incluso el candidato convergente a las elecciones del 28-J, Francesc Homs, advirtió: “Si vas a hacer la independencia, nos hemos de dar todos la mano”. Puso ejemplos a los anticapitalistas para afearles su intransigencia: “Convergència ha hecho sacrificios para que el ‘procés’ continuase adelante, como la ruptura de CiU por la coherencia del ‘procés’, el paso al lado del ‘president’ Mas y hemos asumido querellas. Para seguir por esta vía, la gente se tiene que mojar”. Eso sí, avisó a la CUP de que si incumplen el pacto de dar estabilidad al Gobierno “lo estarán haciendo con los partidos que están en contra del ‘procés’, como el PP o Ciutadans, porque ellos solos con 10 diputados no podrán llevar adelante su enmienda a la totalidad”. Y metió más el dedo en la llaga, destacando que los anticapitalistas “tienen un problema interno, porque hay una parte del partido que está a favor del proceso”.

Aún así, desde el Gobierno catalán se afirma que “el hecho de que la CUP no apruebe los presupuestos no quiere decir que vayamos a elecciones anticipadas el próximo otoño, como se ha dicho en alguna ocasión desde determinados medios. Si no hay presupuestos, no tiene porqué romperse la legislatura. Ni tampoco se liquida el ‘procés'. Simplemente, se ralentizará un poco, pero lo que es seguro es que continuará adelante”.

Desde JxS tampoco tiran la toalla. “Venimos de culturas políticas muy distintas y reconocemos que nos es muy difícil llegar a acuerdos, pero eso no quiere decir que sea imposible”, zanja un dirigente de Junts pel Sí a este diario.

El pulso por los presupuestos catalanes ha hecho recrudecerse la larvada guerra sin cuartel que desde hace algunas semanas se había desatado entre los independentistas catalanes. Por una parte, el bloque agrupado en torno a Junts pel Sí (JxS), la plataforma que agrupa a Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) y Esquerra Republicana (ERC), apoyados por las entidades cívicas Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural. En la otra parte, la Candidatura d’Unitat Popular (CUP), los radicales que han hecho estallar la estabilidad del Gobierno catalán.

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