Es noticia
Días claves para saber si los socialistas se desangran en otra guerra interna
  1. España
  2. Cataluña
'bronca' por la lista de cataluña

Días claves para saber si los socialistas se desangran en otra guerra interna

La retirada de Carme Chacón ha evidenciado una frágil 'pax' interna que en cualquier momento puede dar lugar a una cruenta guerra fratricida

Foto: El secretario general y candidato a la presidencia del Gobierno del PSOE, Pedro Sánchez, y la secretaria de Estudios y Programas del partido, Meritxell Batet. (EFE)
El secretario general y candidato a la presidencia del Gobierno del PSOE, Pedro Sánchez, y la secretaria de Estudios y Programas del partido, Meritxell Batet. (EFE)

La familia socialista pasa por momentos convulsos. La retirada de Carme Chacón ha evidenciado una frágil 'pax' interna que en cualquier momento puede dar lugar a una cruenta guerra fratricida. Pedro Sánchez no tiene las heridas del partido cicatrizadas. Ni tampoco el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), con Miquel Iceta al frente. De hecho, los diferentes sectores han puesto en estado de alerta a sus tropas con la intención de estar preparados ante cualquier eventualidad.

Fue el propio Sánchez el que remató una larvada batalla que se venía gestando para controlar definitivamente al PSC: los últimos días ya se hablaba de la posibilidad de que Meritxell Batet, la número dos por Madrid el pasado 20-D, participase en unas primarias para elegir al candidato por Barcelona. Y como parecían inevitables esas primarias, Chacón se retiró a tiempo, dejando el paso expedito a la candidata de Sánchez: Batet. Sólo hicieron falta unas cuantas horas de reparador sueño para que ésta se postulase oficialmente como la sustituta. Y ahora sí que parecen más cercanas unas primarias en el PSC, aunque habrá que esperar al lunes para saber si finalmente las espadas siguen en alto.

Batet habló con Miquel Iceta. Y éste también habló con el exsenador Carles Martí, otro de los nombres que se postulan como candidato. Batet y Martí se vieron en la ejecutiva del viernes por la mañana, pero el tiempo apremiaba y la candidata oficial tenía que coger el tren de las 15.30 horas, por lo que no pudieron hablar tranquilamente. Este fin de semana quedaron en que encontrarían un momento para hacerlo.

Pero, precavidamente, en el partido, ya se ha abierto el proceso de primarias por si acaso: el lunes comenzará la recogida de avales (se necesita un 20% de los miembros del consejo nacional o un 5% de la militancia, o sea, 82 consejeros o 869 militantes). La recogida de avales acaba el viernes próximo y se votaría el 14 de mayo.

Si las conversaciones fructifican, sin embargo, no tienen por qué ir a primarias, pero habrá dos temas espinosos que deberán acordar y negociar: por un lado, en la cúpula socialista se daba por hecho que la lista continuaría exactamente igual, exceptuando la cabeza de lista y el candidato Maurici Lucena, que abandona la política al haber aceptado un trabajo en una empresa privada. Será sustituido por el exlíder del PSC Pere Navarro. Ahí habrá problemas. “Meritxell ha de entender que ha de ejercer liderazgo. Ha de encabezar su lista, no la lista de Chacón”, advierten desde las posturas cercanas a Carles Martí. Se trata, pues, de la exigencia de una renovación total de las listas.

Renovación del mensaje

El exsenador ya ha dicho a Miquel Iceta que no tiene necesariamente que estar él en la candidatura, pero que sí hace falta una renovación. En realidad, desde la dirección socialista y desde los sectores chaconistas sólo había hasta hoy una meta: neutralizar la candidatura de Carles Martí. Desde las posiciones cercanas a Chacón, se arremete contra Martí y se asegura que él “no estará en las listas. Que se olvide”. Hay heridas que no están cerradas dentro del partido y que no facilitarán las cosas. De hecho, la propia Carme Chacón fue una de las primeras en apoyar la candidatura de Batet tras su retirada. Un tacticismo que va más allá del simple compañerismo, puesto que la lisonja a la candidata es al mismo tiempo un dardo envenenado a su rival.

El segundo tema espinoso es el del mensaje en la próxima campaña. “Estas elecciones no son la segunda parte del 20-D. Hemos de sacarnos eso de la cabeza. Se trata de una nueva etapa donde es preciso renovar el mensaje y llega tras un proceso político y social fallido. Hemos fracasado. Nosotros tenemos una baja movilización y una importante pérdida de participación. Eso ha hecho que la derecha ganase. Lo que tenemos que hacer ahora es adoptar los nuevos mensajes para asumir esa idea de que no son las mismas elecciones: son otras y hemos de aprender de los errores que nos han llevado a no ganar el 20-D”.

Si no hay entendimiento, la guerra interna estará servida: si hay primarias, el desgaste de la candidata, aunque las gane, puede ser importante

Esa renovación de mensajes se traduce en una renovación de los ejes programáticos y en la propia esencia de los valores del partido: “Hay tres ejes en los que hemos de hacer hincapié: la igualdad, el diálogo y la integridad. Ésta no es sólo honestidad, ni el desterrar la corrupción, sino una nueva manera de hacer las cosas. Ya no se trata sólo de lo que debamos o no debamos prometer en campaña. Se trata de no lanzar brindis al sol ni prometer lo que no podremos cumplir”, dicen fuentes cercanas a Carles Martí. Las relaciones entre Batet y Martí no son malas, por lo que el acuerdo puede no estar lejos. Pero habrá que esperar un par de días porque, de momento, la política es el arte más volátil, aunque el ‘impasse’ de este fin de semana puede marcar el principio de “una gran amistad”..

Si no hay entendimiento, la guerra interna estará servida: si hay primarias, el desgaste de la candidata, aunque las gane, puede ser importante. Si no las hay por problemas de avales o premura de tiempo, el problema puede ser mayúsculo. “Seguramente, un porcentaje importante de los nuestros se irá con el voto a otra parte, aunque nosotros trataremos de que no sea así. Pero será inevitable, ya que hay gente muy cabreada. Calculamos que ese porcentaje puede estar en torno al 10%”, dicen fuentes internas del sector de Martí. El acuerdo de los dos sectores, pues, se antoja más que necesario.

La familia socialista pasa por momentos convulsos. La retirada de Carme Chacón ha evidenciado una frágil 'pax' interna que en cualquier momento puede dar lugar a una cruenta guerra fratricida. Pedro Sánchez no tiene las heridas del partido cicatrizadas. Ni tampoco el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), con Miquel Iceta al frente. De hecho, los diferentes sectores han puesto en estado de alerta a sus tropas con la intención de estar preparados ante cualquier eventualidad.

Meritxell Batet Carme Chacón PSC Pedro Sánchez Miquel Iceta Cataluña Pere Navarro
El redactor recomienda