El PSC vende su histórica sede en Barcelona para intentar saldar la deuda que le ahoga

La histórica sede de los socialistas catalanes en la calle Nicaragua de Barcelona está a punto de pasar a ser más histórica que nunca: el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) la ha puesto a la venta y tiene ya tres ofertas encima de la mesa para hacerse con ella. Una operación millonaria que pretende acabar con un buen pellizco de la deuda que arrastra el partido y que le permitirá poder funcionar desahogadamente tras la crisis tanto económica como política que ha azotado a la formación, cuya cabeza visible es ahora Miquel Iceta.

El monto de la operación, que depende de la secretaria de Organización, Assumpta Escarp, se sitúa alrededor de los 10 millones de euros, que es lo que el PSC pide por el vetusto edificio, con un techo edificado de más de 4.700 metros cuadrados. Hay algunos peros que la operación ha de afrontar: primero, que la ubicación (cerca de la estación de Sants y algo más lejos de la plaza de España, pero alejado del centro comercial de la ciudad) no es óptima; el otro gran hándicap del inmueble es que su propia estructura lo hace inviable para según qué finalidades.

Fuentes del PSC confirmaron a este diario que desde el verano pasado hasta ahora “se ha hecho un proceso abierto de venta y tenemos encima de la mesa tres ofertas, que no hemos estudiado todavía. Estamos en un momento bueno para acometer la operación porque los activos inmobiliarios han comenzado a subir y puede ser la ocasión perfecta para vender”.

“El edificio tiene un valor innegable, pero ha de tirarse todo por dentro y adecuarlo a otros fines. Quizá lo ideal sería un centro comercial, o incluso la construcción de oficinas. Pero para vivienda, por ejemplo, está prácticamente descartado por su propia distribución”, dicen a El Confidencial fuentes del sector inmobiliario. Estas fuentes advierten de que “los 10 millones que se piden posiblemente sean un poco elevados, aunque el precio de venta podría situarse tranquilamente en torno a los ocho millones de euros. Con esa cifra, cualquier inversor podría entrar a pujar por el edificio”.

La oferta del ‘tiburón’

En algunos círculos financieros de Barcelona, ya se especula con que la operación se la puede llevar un conocido ‘tiburón’ inmobiliario, aunque desde el PSC se sostiene que aún no hay un comprador claro porque no se han estudiado las ofertas. “Los más interesados en cerrar la operación somos nosotros, pero no hay nada definitivo todavía. De momento, tenemos claro que hemos de desprendernos de patrimonio para no ir ahogados”. Según algunas informaciones que corren por los círculos inmobiliarios, el ‘tiburón’ habría ofrecido hasta 11 millones de euros por el edificio, aunque desde la sede de la calle Nicaragua prefieren ser cautos y no poner el carro delante de los bueyes. “Ya veremos si cuaja alguna de las ofertas”, responden.

Los 10 millones que se piden posiblemente sean un poco elevados, aunque el precio de venta podría situarse tranquilamente en torno a los ocho millones

El edificio consta de planta baja, cuatro plantas más y un subterráneo. Fue diseñado para ser una fábrica (en realidad, era una fábrica de lámparas en sus inicios) y cada planta tiene más de cinco metros de altura, lo que permite altillos en cada una de ellas. También tiene un patio en el interior de la isla de casas y dos patios de luces en sus extremos. Asimismo, en una entrada anexa tiene acceso de 'parking' (400 metros cuadrados de superficie) con un pequeño muelle de carga y descarga (vestigio de su pasado fabril), con montacargas y un almacén subterráneo diseñado para utilizar en el caso de trabajos en una estación transformadora de electricidad anexa. En la primera planta, también dispone de una terraza de 220 metros cuadrados.

La deuda del PSC

El PSC, según estas fuentes, tiene una deuda con los bancos de entre 12 y 13 millones de euros. “Con la venta, esperamos poder cubrir la operación de compra de otro local y reducir significativamente la deuda bancaria. Una de las principales preocupaciones que tenemos es precisamente esta deuda y si culminamos la operación con éxito, podremos ir adelante sin agobios y sin que la deuda nos ahogue”, subrayan las fuentes.

El nuevo local debería cubrir las necesidades estructurales del PSC. En principio, la organización necesitaría una superficie de algo más de 2.000 metros cuadrados (es decir, la mitad de la que ocupa en la actualidad) y con el precio que espera sacar con el inmueble podría tener una sede más céntrica y más operativa que la histórica.