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Los pros y los contras de las elecciones en Cataluña… según la CUP
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ASÍ AFRONTAN LOS RADICALES EL ADELANTO DE LOS COMICIOS

Los pros y los contras de las elecciones en Cataluña… según la CUP

Los independentistas han dado la voz de alerta sobre el posible ascenso de Ciutadans en el caso de elecciones anticipadas

Foto: La portavoz parlamentaria de la CUP, Anna Gabriel. (EFE)
La portavoz parlamentaria de la CUP, Anna Gabriel. (EFE)

Las posibles elecciones anticipadas en Cataluña, anunciadas este martes por el presidente catalán, Artur Mas, significan mucho más de lo que parece a primera vista. Nada es seguro. La Coordinadora d’Unitat Popular (CUP) y Junts Pel Sí (JxS) se volverán a reunir este jueves en un último intento de llegar a un acuerdo que salve la situación y evite comicios adelantados, aunque todo apunta a que no habrá acuerdo, puesto que las posiciones siguen inamovibles: JxS insiste en proponer a Mas como presidenciable y la CUP insiste en negarle su investidura.

Por ello, ante la posibilidad de nuevas elecciones, los independentistas han dado la voz de alerta sobre el posible ascenso de Ciutadans. Uno de los documentos elaborado por las asambleas territoriales de la CUP asegura que se produce un “recambio dentro de los aparatos del Estado” que estaría representado en “otra aportación urbana y generacional, como es Ciutadans, contrapartida ‘liberal’ de Podemos. De esta manera, el Estado español tapa grietas y repinta la fachada”. Otro de los documentos alerta sobre el ascenso de la formación de Albert Rivera en el caso de elecciones anticipadas.

Uno de los estudios, elaborado por el grupo de Crida Constituent, que se presentaba en coalición con la CUP (CUP-CC), y por el grupo En Lluita, analiza los resultados de las elecciones catalanas y españolas y concluye que “en el marco plebiscitario, una parte del electorado se inclinó por una fuerza nítidamente unionista como Ciutadans, que se ha trasladado en el marco de unas elecciones españolas a un posicionamiento social en el formato de En Comú Podem”.

Otro de los documentos estudia las elecciones del 20-D y afirma que estas “parecen dibujar un escenario futuro de falta de perspectivas para las clases populares catalanas y de todo el Estado, con una victoria de las derechas españolistas encarnadas básicamente por PP y Ciutadans y la derrota del espejismo regeneracionista populista de Podemos y la rancia socialdemocracia del PSOE”.

Junts Pel Sí y la CUP se reúnen este jueves en un último intento para llegar a un acuerdo

El tema ha sido examinado en profundidad por las distintas facciones de la CUP, y las consecuencias del adelanto van más allá del fracaso personal del ‘president’ en todo el proceso. “El escenario de nuevas elecciones ofrece la oportunidad de hacer efectiva la hegemonía de la izquierda en el proceso independentista”, dice uno de los documentos redactados por Crida Constituent. Se basa, para hacer este aserto, en los resultados de las elecciones generales del 20 de diciembre.

Consecuencias del adelanto

Otro de los documentos de las asambleas territoriales, por su parte, señalaba que los puntos fuertes de la opción de forzar nuevas elecciones eran cinco: “La probable ruptura de Junts Pel Sí ante unas nuevas elecciones autonómicas sin el componente plebiscitario abre un escenario de debilitamiento de CDC, que podría perder la hegemonía en Cataluña a favor de ERC. En cualquier caso, la nueva hegemonía política de las organizaciones independentistas confirmaría el giro hacia la izquierda”. Esta es la primera y más espectacular consecuencia.

La segunda, “la ruptura con el chantaje político de CDC de ‘sin Mas no hay proceso’, debido a su influencia en la pequeña y mediana burguesía catalana”. La tercera, el “previsible crecimiento electoral de la CUP por el flanco izquierdo, por el mantenimiento de uno de sus principales activos políticos, la coherencia discursiva, a pesar de la presión mediática y política”.

Todos los ojos puestos sobre Artur Mas

Como cuarto punto, destaca “la oportunidad de ensanchamiento de la base independentista por la izquierda, después de que las elecciones españolas del 20-D acabasen con el espejismo de la reforma constitucional española”. Y, por último, la “acumulación de fuerzas en torno al espacio de la unidad popular creado a partir de las luchas por los derechos sociales, contra la corrupción y la defensa de la sanidad y la educación pública universal y gratuita”.

Los puntos negativos

La convocatoria, sin embargo, tiene sus puntos negativos. El primero es que reconoce que el ‘procés’ ha muerto. Se basa, para ello, en el hecho de que el 27-S se planteó como un plebiscito pero no se consiguió ni el 50% de los votos, lo que se considera un fracaso. El segundo punto negativo es que, como consecuencia, se ha confirmado la “pérdida de la oportunidad de desplegar la declaración de inicio del proceso hacia la creación de la República catalana juntamente con su anexo y aplazamiento de la aplicación del plan de choque”. Se refiere con ello a la extinción de la resolución aprobada por el Parlamento catalán el 9 de noviembre pasado, que significaba el inicio de la desconexión con España y el llamamiento a desobedecer las leyes españolas y las sentencias del Tribunal Constitucional.

El tercer punto débil de la convocatoria es que esos comicios “podrían configurar una nueva coyuntura similar a la actual. Aunque CDC pudiese perder la hegemonía, seguiría condicionando, porque es difícil que ERC y la CUP sumen una mayoría absoluta, y si CDC obtiene mejores resultados que la CUP, podría poner sus condiciones para apoyar a ERC”.

El cuarto punto es el “peligro de retorno de CDC a posicionamientos moderados y pactistas y de reencuentro con Unió, lo que acabaría de deshacer el soberanismo transversal”. El quinto punto sería la “posibilidad de pérdida de incidencia del Gobierno que saliese de las urnas si se rehacen los puentes entre partidos ahora soberanistas y partidos que no lo son”. Es esta una advertencia a la posibilidad de que Convergència, dependiendo de las circunstancias, pudiese pactar con otras fuerzas no independentistas para formar un Gobierno encabezado por su líder.

El sexto punto negativo que los radicales encuentran es la “afectación inmediata de los efectos de la decisión que tome la CUP, atendiendo que las elecciones serían, seguramente, en marzo, sin tiempo de reacción para realizar acciones que rehagan los puentes que se pueden romper por el centro”. Y la última consecuencia negativa es todo un poema: “La posibilidad de un ascenso más grande de Ciutadans”.

Las posibles elecciones anticipadas en Cataluña, anunciadas este martes por el presidente catalán, Artur Mas, significan mucho más de lo que parece a primera vista. Nada es seguro. La Coordinadora d’Unitat Popular (CUP) y Junts Pel Sí (JxS) se volverán a reunir este jueves en un último intento de llegar a un acuerdo que salve la situación y evite comicios adelantados, aunque todo apunta a que no habrá acuerdo, puesto que las posiciones siguen inamovibles: JxS insiste en proponer a Mas como presidenciable y la CUP insiste en negarle su investidura.

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