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La ‘venganza’ de la monja Forcades propició el manifiesto independentista contra Mas
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LA CUP DESVELA LAS CINCO PROPUESTAS QUE HIZO A JxS

La ‘venganza’ de la monja Forcades propició el manifiesto independentista contra Mas

El manifiesto, singularmente crítico con Convergència y con los casos de corrupción que azotan a este partido, había sido impulsado por personas integradas en el partido Procés Constituent

Foto: La monja Teresa Forcades, durante una asamblea de Procés Constituent. (EFE)
La monja Teresa Forcades, durante una asamblea de Procés Constituent. (EFE)

La venganza es un plato que se sirve frío. Y a Artur Mas le dieron uno de esos platos este fin de semana. El domingo era una fecha crucial para su futuro, porque una asamblea de la Candidatura d’Unitat Popular (CUP) iba a someter a escrutinio cómo ven las bases de esta formación el apoyo a su investidura. Ganó el 'no' de forma rotunda. Pero el día antes, el sábado, unos 150 activistas firmaron un manifiesto rechazando esa investidura. Ayer por la tarde, las adhesiones llegaban ya a los 1.300.

“La venganza suele llegar en el momento más inoportuno”, admite una fuente independentista a El Confidencial. No era para menos: el manifiesto, singularmente crítico con Convergència y con los casos de corrupción que azotan a este partido, había sido impulsado por personas integradas en el partido Procés Constituent, la formación liderada por la monja Teresa Forcades y el economista Arcadi Oliveres.

Procés Constituent se presentó a las municipales integrada en Barcelona en Comú, juntamente con ICV, Podemos y Guanyem. Pero para las autonómicas, se desmarcó de esos partidos, incluso después de que Teresa Forcades hubiera solicitado la dispensa eclesiástica del habito para dedicarse temporalmente a la política. Finalmente, el partido no se presentó a las elecciones con nadie y Forcades se quedó compuesta y sin hábito ni escaño.

¿Qué pasó para que fallasen todos los pronósticos? Pues que Procés Constituent votó en asamblea no presentarse en la candidatura de confluencia con ICV y Podemos. Pero tampoco tuvo margen para incluirse en la candidatura de Junts Pel Sí (JxS), la plataforma que engloba a Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), Esquerra Republicana (ERC), la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural.

Fuentes consultadas señalan a este diario que fue un sector de CDC el que se opuso rotundamente a que Procés Constituent se incorporase a la plataforma. Entre las razones aducidas estaba la de que se había aliado con fuerzas no netamente independentistas en las municipales, otro sector aducía que podía ser un ‘submarino’ de la CUP e incluso había quien temía que pudiera hacer sombra al nuevo partido que Artur Mas tenía ya en mente. Pero también es verdad que Procés Constituent dentro JxS sería un aliado interno de ERC que a CDC no interesaba.

Pero lo cierto es que esa jugarreta que dejó fuera de circulación a la monja Teresa Forcades ha provocado la justicia divina del ojo por ojo. Tanto es así que la dirigente de Procés Constituent no tuvo inconveniente en encabezar el listado de adhesiones, que incluye también a Arcadi Oliveres entre los primeros nombres. No obstante, también figura, por ejemplo, el nombre de Josep Manel Busqueta, diputado de la CUP, así como varios miembros de la asociaciación Taifa, de la que este forma parte.

“No habrá nuevas ofertas”

Los máximos dirigentes de JxS se reunieron ayer por la tarde para valorar la actualidad tras la asamblea de la CUP de este fin de semana y concluyeron que las cosas no cambian. Es más, según el cabeza de lista del 27-S, Raül Romeva, “el candidato es Artur Mas. No ha cambiado. Nunca ha estado en cuestión”. JxS asegura que, contrariamente a lo que se dijo en la asamblea de la CUP, esta formación “sí ha hecho propuestas desde el 27-S y se ha movido. Hemos hecho muchas propuestas y muy elaboradas”. Sus dirigentes consideran que ya han hecho bastantes concesiones a la CUP, incluida la Presidencia coral y el sometimiento a una moción de confianza dentro de 10 meses, por lo que no habrá nuevas propuestas… al menos de momento.

JxS ha querido dejar la pelota en el tejado de la CUP para que sea esta quien mueva ficha y “exprese con hechos su voluntad de llegar a un acuerdo”. “Yo me he presentado a estas elecciones para fundar una República. Si no lo conseguimos, evidentemente, para mí sería un drama, un fracaso. Pero todas las opciones están abiertas. Si no, no estaríamos aquí”, dijo el líder de la CUP en el Parlamento catalán, Antonio Baños, a la emisora RAC1.

Pero la diputada cupera Anna Gabriel, en Catalunya Ràdio, la emisora pública de la Generalitat, aseguraba que JxS pone demasiadas líneas rojas, como la negativa a revertir algunas privatizaciones y su exigencia de que la CUP apoye los presupuestos del año que viene. Sin embargo, los presupuestos, para los cuperos, son “muy antisociales, por lo que no podemos apoyarlos. Se tendrían que cambiar mucho”. Pero también es verdad que los cuperos acusan a Artur Mas y los suyos de confundir partido y país.

El propio manifiesto del sábado abundaba en esa idea: lo que hay es “una gestión del proceso donde demasiado a menudo se ha confundido país y partido, se ha pretendido construir una identificación banal reduciéndolo todo a una sola persona y donde se ha menospreciado la pluralidad y complejidad de una demanda nacida de las mayores movilizaciones desde el final del franquismo”. Fuentes de la CUP consultadas por este diario también se manifiestan en ese sentido: “¿Por qué empeñarse en que sea Artur Mas? Si tanto apuestan por el proceso, que propongan otro nombre y ya está. ¿Por qué le echan la culpa a la CUP de hacer descarrilar el proceso si con cambiar a un solo hombre se solucionaría el problema y no lo hacen?”.

Las cinco propuestas de la CUP

El mensaje es que la CUP quiere a Mas fuera de la Presidencia, porque advierte de que si tiene la Presidencia, no se dejará laminar poder. De ahí que prefieran a otro dirigente de Junts pel Sí, como Romeva (que ayer volvió a descartar que él fuera a ocupar ese cargo) o el propio Oriol Junqueras. Para Mas se reservaría un cargo de relumbrón, como una especie de ministro de Asuntos Exteriores encargado de ‘vender’ la independencia a lo largo y ancho de este mundo. Esta posibilidad ya fue puesta sobre la mesa por los cuperos el pasado 3 de noviembre, cuando propusieron al jurista Carles Viver Pi-Sunyer como ‘president’.

Ayer, tras la reunión de JxS, la CUP dio a conocer las cinco propuestas que había hecho para poder investir a un presidente, siempre y cuando no sea Mas: 1-. Un presidente de consenso. 2.- Un liderazgo político coral con tres personas con responsabilidades colegiadas y mancomunadas. 3.- Una Presidencia rotatoria de esos tres dirigentes. 4.- Establecer una copresidencia que reste presidencialismo a la Generalitat. 5.- Que Artur Mas sea el comisionado para la internacionalización del proceso. La mayoría de estas opciones no están previstas en la legislación actual.

Lo cierto es que en la gran familia independentista, las espadas están en alto. Se ha abierto la etapa de las presiones. El diputado republicano Joan Tardà cargó este fin de semana contra la CUP. El candidato de ERC el 20-D, Gabriel Rufián, también reclamó que los radicales hagan presidente a Artur Mas “para saber si va en serio”. Rufián aseguró que Esquerra está dispuesta a hacer “lo que sea” para que haya acuerdo, pero sobre la base de que el ‘president’ sea Artur Mas. “Sin Mas no se hará la independencia, guste más o menos”, zanjó.

La Asociación de Municipios por la Independencia (AMI), que preside el convergente Carles Puigdemont, se ofreció ayer, por su parte, para intermediar entre JxS y la CUP. Puigdemont hizo la oferta en la reunión del consejo ejecutivo de la AMI.

Mientras, la CUP se alineó ayer con la oposición a la hora de repartir los cupos de senadores para esta legislatura a la vista de los resultados del 27-S. Junts pel Sí reclamaba que se aplicase la Ley d’Hondt, con lo que esperaba cinco senadores, frente a dos de Ciutadans, uno socialista y uno de Catalunya Sí que es Pot. Pero con el método tradicional aplicado, JxS se queda con cuatro y su senador pasa al PP. Precisamente es la CUP la única formación que se queda sin representación en el Senado.

La venganza es un plato que se sirve frío. Y a Artur Mas le dieron uno de esos platos este fin de semana. El domingo era una fecha crucial para su futuro, porque una asamblea de la Candidatura d’Unitat Popular (CUP) iba a someter a escrutinio cómo ven las bases de esta formación el apoyo a su investidura. Ganó el 'no' de forma rotunda. Pero el día antes, el sábado, unos 150 activistas firmaron un manifiesto rechazando esa investidura. Ayer por la tarde, las adhesiones llegaban ya a los 1.300.

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