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La CUP decide hoy si da luz verde para que Mas sea 'president' otra vez
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EL SECTOR DURO, DISPUESTO A ROMPER LA FORMACIÓN RADICAL

La CUP decide hoy si da luz verde para que Mas sea 'president' otra vez

Los independentistas catalanes están divididos entre dos opciones: o arriesgarse a unas nuevas elecciones o aceptar a Artur Mas para no hacer "descarrilar el proceso" secesionista

Foto: Antonio Baños, líder de la CUP. (EFE)
Antonio Baños, líder de la CUP. (EFE)

‘Game over’. La partida de la independencia de Cataluña (o la partida de la estabilidad política, concretamente) se juega este fin de semana, con una asamblea de la Candidatura d’Unitat Popular (CUP) que ha de decidir si acepta que 10 diputados radicales puedan investir a Artur Mas como nuevo presidente catalán. Si los extremistas se mantienen en sus trece de no apoyar a Mas, Cataluña puede verse abocada a nuevas elecciones, las cuartas en cinco años. Los independentistas están divididos ante este dilema: o arriesgarse a unas nuevas elecciones o aceptar a Artur Mas para no hacer “descarrilar el proceso”. El eterno dilema entre la razón y el corazón.

La coalición ganadora de las elecciones autonómicas del 27 de septiembre, Junts pel Sí (JxS), formada por Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), Esquerra Republicana (ERC), la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural, espera un gesto “generoso” de los radicales. Pero no lo tiene nada claro. La verdadera batalla sobre el camino que ha de seguir Cataluña se libra hoy en el seno de la CUP, una parte de la cual es contraria a investir a Artur Mas y está dispuesta a todo, incluso a provocar una ruptura de la formación radical. Otro sector, en cambio, apuesta por hacerlo presidente para que no descarrile el proceso de independencia porque dice que ésta “es una oportunidad histórica. Nunca hemos estado tan cerca de la independencia”.

placeholder Artur Mas, en Sitges. (EFE)
Artur Mas, en Sitges. (EFE)

Los representantes de Endavant -extroskistas radicalizados al anticapitalismo que lidera Anna Gabriel- y el colectivo Poble Lliure -en el que destaca el diputado Josep Manuel Busqueta-, por ejemplo, se oponen a nombrar a Mas. Gabriel ha llevado su oposición al 'honorable' hasta el extremo de llorar en las asambleas previas en las comarcas. No obstante, hay partidarios de dar el espaldarazo al president en funciones como un mal menor. El diputado Benet Salellas estaría próximo a estos planteamientos. El problema principal radica es que los diputados que podrían ser más moderados, como el escritor Juliá de Jodar o el propio Antonio Baños, son independientes ilustres pero no cuentan con seguidores organizados en las asambleas, informa Marcos Lamelas.

Fuentes de la formación radical consultadas por El Confidencial admiten que “existe tensión interna”, que “hay una sensación de que Artur Mas no cede poder” y de que "Junts pel Sí nos está tomando el pelo, porque habla mucho, pero a la hora de comprometerse, nada de nada”.

Esta semana, la formación de Artur Mas volvió a la carga con una propuesta que ya suena a vieja y que este diario había desvelado hace varias semanas: Mas sería ‘president’ y estaría flanqueado por tres ‘escuderos’ que se encargarían de otras tantas áreas. El republicano Oriol Junqueras sería vicepresidente y con potestad para controlar toda el área económica del Gobierno, con cinco consejerías bajo su supervisión directa; Raül Romeva (cabeza de lista de JxS) sería otro de los ‘pesos pesados’, como responsable del área de Asuntos Institucionales y Exteriores y cuatro consejerías bajo su manto; y la actual vicepresidenta, Neus Munté, sería la responsable del área de Bienestar Social, con otras cuatro consejerías bajo su supervisión.

Además, Artur Mas estaba dispuesto a someterse a una moción de confianza en un plazo de 10 meses, y si el Parlamento no lo ratificaba (o sea, si la CUP no le daba sus votos), se iría entonces a su casa.

De cabeza a las elecciones

Esta propuesta no es bien vista por los ‘cuperos’. “Si no hay un cambio de estrategia de Junts pel Sí, no llegaremos a ningún acuerdo”, afirman en la CUP. El sector duro, además, prefiere ir a unas nuevas elecciones antes que dar su brazo a torcer. No tienen nada que perder, al contrario: los sondeos vaticinan un espectacular aumento del voto a la CUP. En realidad, el Centro de Estudios de Opinión (CEO, el CIS catalán), le da seis diputados más, aunque desde la formación independentista enfrían las perspectivas y calculan que ganarían solo un par de escaños. Pero no es solo eso: “El eje independentista está en fase de crecimiento, mientras que el eje unionista está en retroceso. Los unionistas movilizaron todo lo que tenían y más el 27-S y no ganaron. En otras elecciones, mucha gente se quedaría en casa y sacaría muchos votos menos, por lo que el independentismo incluso podría "superar el 50% del voto emitido”, afirma una fuente de la CUP.

“Si no hay un cambio de estrategia de Junts pel Sí, no llegaremos a ningún acuerdo”, dicen en la CUP, cuyo sector duro prefiere ir a las elecciones

Curiosamente, dentro de Convergència hay también un sector que prefiere que se convoquen otra vez comicios. “Sería una manera de desencallar el tema y nosotros tendríamos las manos libres para intentar una alianza con otras fuerzas, ya que en estos momentos existen solo negociaciones formales con la CUP”, aseguran fuentes internas de CDC a este diario.

Artur Mas, en la clausura de la Convención Municipal de Convergència que tuvo lugar el sábado en Seva, advirtió de que “mantener el bloqueo del acuerdo hace que el adversario nos vea más débiles, nos humille y nos quiera pasar por encima”. Subrayó que su formación ha hecho movimientos claros y sinceros para llegar a un acuerdo y que ahora hace falta “que se muevan todos”, en alusión a la postura supuestamente intransigente de la CUP.

Pero un grupo de independentistas de izquierdas también hizo público un comunicado que estaba encabezado con un lema muy claro: "Por un giro a la izquierda". En él se dice que es "preciso una regeneración política que elimine de raíz cualquier vestigio de corrupción”, y apuesta por un ‘president’ que refleje una triple voluntad de cambio: libertad política, justicia social y radicalidad democrática. Recuerda también que en los ‘Països Catalans’ hay 605 imputados por corrupción, 161 causas de corrupción urbanística, 147 investigaciones por corrupción abiertas por los Mossos desde 2010, y seis condenas recientes: Hacienda, Pallerols, Caixa Penedès, Mercurio, pensiones de Ferrocarrils de la Generalitat y Xavier Crespo (exalcalde de Lloret acusado de connivencia con la mafia rusa).

"Mantener el bloqueo del acuerdo hace que el adversario nos vea más débiles, nos humille y nos quiera pasar por encima", ha afirmado Mas

Destaca también que “hay cinco causas donde se investiga el mundo de CDC: ITV, Palau de la Música, 3%, Petrum, Pretoria y “las multicausas del caso Pujol”. Y zanja: “Si queremos avanzar hacia la construcción de una sociedad diferente, es preciso que, desde hoy, las personas que ocupen las instituciones estén libres de cualquier vínculo, por pequeño que sea, con una corrupción que durante demasiados años ha sido la marca del sistema”. O sea, que Mas se olvide de repetir como ‘president’. Ello, además, es un mensaje de ánimo a los puristas de la CUP para mantener el rechazo a la investidura.

Los radicales tienen hoy la palabra: si Artur Mas no consigue el apoyo de los 10 de la CUP, estará en un callejón sin salida, puesto que hasta sus más allegados admiten que al haber cedido tanto en los planteamientos ante la CUP, será difícil dar marcha atrás y replantearse la hoja de ruta independentista ante los socialistas, por ejemplo, o los izquierdistas de Catalunya Sí que Es Pot.Y, aunque consiga el apoyo de los radicales, seguirá teniendo en su contra el ala moderada de los nacionalistas de Convergència.

‘Game over’. La partida de la independencia de Cataluña (o la partida de la estabilidad política, concretamente) se juega este fin de semana, con una asamblea de la Candidatura d’Unitat Popular (CUP) que ha de decidir si acepta que 10 diputados radicales puedan investir a Artur Mas como nuevo presidente catalán. Si los extremistas se mantienen en sus trece de no apoyar a Mas, Cataluña puede verse abocada a nuevas elecciones, las cuartas en cinco años. Los independentistas están divididos ante este dilema: o arriesgarse a unas nuevas elecciones o aceptar a Artur Mas para no hacer “descarrilar el proceso”. El eterno dilema entre la razón y el corazón.

Artur Mas Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) Convergència Democràtica de Catalunya (CDC)
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