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La fractura del nacionalismo blinda definitivamente el proceso catalán
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JUNQUERAS Y MAS SE PELEAN POR LIDERAR UNA ‘LISTA DE PAÍS’

La fractura del nacionalismo blinda definitivamente el proceso catalán

El descuelgue de Josep Antoni Duran Lleida y los suyos ha puesto al presidente Artur Mas en una postura inequívoca y firme de cara a los comicios del 27-S

Foto: El líder de ERC, Oriol Junqueras, junto al presidente de la Generalitat catalana, Artur Mas. (Reuters)
El líder de ERC, Oriol Junqueras, junto al presidente de la Generalitat catalana, Artur Mas. (Reuters)

La fractura del nacionalismo catalán ha blindado el proceso hacia la independencia. Al menos, eso es lo que piensan los independentistas. Diversas fuentes consultadas por El Confidencial coinciden en explicar que “la indefinición de Unió Democràtica (UDC) había puesto arenilla en el engranaje del proceso”. Otra de las fuentes señala que “UDC era la más reticente a aceptar el proceso hacia la independencia. Ahora, los demás actores irán al unísono, sin voces discordantes”.

Lo más importante, sin embargo, es que el descuelgue de Josep Antoni Duran Lleida y los suyos ha puesto al presidente Artur Mas en una postura inequívoca y firme. Hasta ahora, Convergència Democràrtica (CDC) insistía en que Mas convocaría elecciones para el 27 de septiembre. Unas elecciones “plebiscitarias”. Pero en algunos sectores había dudas sobre si esas elecciones, finalmente, se celebrarían. En estos momentos, sin embargo, Mas ya no tiene dudas: está obligado a convocar los comicios.

“Sería ilógico que después de sacrificar incluso la coalición de CiU no se convocasen”, subraya una fuente, que apunta a que el president no pensó nunca en dar marcha atrás en esa convocatoria. “En septiembre, haremos el referéndum que el Estado no nos ha dejado hacer”, subraya un alto cargo de Convergència.

Otra cosa es el carácter que se les quiera dar a los comicios: Mas puede convocar sólo elecciones autonómicas y la gran mayoría de partidos concurrirá como en otras elecciones similares. En cambio, ERC y Convergència lo harán con un denominador común: el compromiso de materializar la independencia si ganan, aunque sea a través de una declaración unilateral de independencia, lo que les situaría fuera del marco legal.

De hecho, la retirada de Unió ha acelerado la pugna que ya de por sí tenían los dos líderes de las principales fuerzas que se definen como independentistas: Artur Mas y Oriol Junqueras. El de Convergència representará bajo una “lista de país” o “lista paraguas” que quiere ser “lo más transversal posible”. Su intención era hacer una candidatura unitaria de todas las fuerzas que integraban el bloque soberanista. Pero de esa candidatura, ICV y la CUP hace tiempo que se cayeron, Unió acaba de hacerlo y ERC, sabedora de que sacará los mejores resultados de su historia, no quiere diluir ese triunfo en una lista conjunta.

Así pues, Artur Mas concurrirá solo, fichando a algunos tránsfugas de otros partidos y a dirigentes independientes o de lo que él denomina la “sociedad civil”, es decir, ligados a la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y a Òmnium Cultural.

El robo de una idea

Pero Junqueras no está dispuesto a ponerle las cosas fáciles y reclama para sí otra “lista de país” o “lista paraguas” que también sea “transversal”. En un artículo publicado este jueves en un diario catalán, el líder de ERC proponía una lista independentista de izquierdas que se agrupase bajo el epígrafe de Alianza para la República Catalana. En otras palabras, Junqueras le birló la idea a Artur Mas 48 horas antes de que el president explicase detalladamente su proyecto para el 27S en una conferencia.

La intención última de Junqueras al poner sobre la mesa esa oferta es doble: por un lado, atajar a Artur Mas. “Es un aviso para decirle que ‘listas de país’ se pueden hacer muchas y que el líder de Convergència no es el líder indiscutible del proceso”, señala un cargo de ERC a este diario.

Pero, por otro lado, pone el acento en la pluralidad de los agentes del proceso. Hasta ahora, se ha presentado a los partidos del proceso como si fuesen un bloque uniforme, cuando esa afirmación no tiene mucho sentido. “Es cierto que se ha descuidado, en ocasiones, el énfasis social por el identitario. Pero el programa de CDC tiene muy poco que ver con el de Esquerra, que es eminentemente de izquierdas. Y es preciso visualizar esa circunstancia”, añade la misma fuente.

Mientras los dos líderes independentistas pugnan por hacerse con el timón del proceso, Duran observa ahora la situación desde fuera, calibrando las posibilidades que tiene en las elecciones. Pero es una incógnita el voto que puede arrastrar UDC, ya que habrá que ver si el electorado tradicional y moderado de CiU se dejará embelesar por Artur Mas o le dará todavía más la espalda (en las últimas autonómicas, perdió 12 escaños y ahora puede perder casi 20). Una parte de ese electorado, calculan en las filas democristianas, puede seguir a Duran, porque se trata de un “voto catalanista que no es independentista y que ha sido el tradicional voto de centralidad de CiU”.

En su carta semanal a la militancia este viernes, Duran se dolía de que “es la situación política la que nos divide. No estamos hechos para vivir cómodamente cuando la sociedad se bipolariza en blanco y negro, en buenos y malos”. Tildaba a su formación de ser uno de los “damnificados políticos” del proceso y avisaba de que “hemos de tener claro que sin recomponer el catalanismo, la consulta que necesitamos no llegará”. Duran lanzaba también un guante: que hay vida más allá del independentismo, aunque algunos lo nieguen. “Me refiero también a los del PSC, a los de ICV o a los de Unió, que somos catalanistas y que, sin ser antiindependentistas, no vemos la independencia, hoy, ni posible ni deseable. Hablo, pues, de personas que, además, no estamos dispuestos ‘a que se diga que no se puede ser tan patriota desde nuestras posiciones como desde las de los independentistas”, zanjaba su misiva.

La fractura del nacionalismo catalán ha blindado el proceso hacia la independencia. Al menos, eso es lo que piensan los independentistas. Diversas fuentes consultadas por El Confidencial coinciden en explicar que “la indefinición de Unió Democràtica (UDC) había puesto arenilla en el engranaje del proceso”. Otra de las fuentes señala que “UDC era la más reticente a aceptar el proceso hacia la independencia. Ahora, los demás actores irán al unísono, sin voces discordantes”.

CiU Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) Unió Democràtica de Catalunya (UDC) Oriol Junqueras Artur Mas
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