Ojivas nucleares y seguridad: los extraños 'partners' de una dirigente de Podemos

¿Se puede ser de Podemos y trabajar para la Comisión Europea en sectores sensibles? Sí. Lo mismo que se puede ser de Podemos y muy rico. Y, por mucho que diga Pablo Iglesias, se puede ser de Podemos y trabajar para el BBVA, por ejemplo. Otra cosa es el tipo de trabajo que se haga, aunque en la cúpula del partido indignado hay una casta que sabe muy bien cómo estimular su cartera y sus negocios particulares.

Es el caso de Gemma Galdón, miembro del Consejo Ciudadano estatal de Podemos. En su biografía señala que forma parte del consejo asesor de Privacy International, organización dedicada a vigilar las invasiones de la privacidad por parte de gobierno o grandes corporaciones. Pero su principal actividad va por otros derroteros: es directora de proyecto en la Fundación Boch i Gimpera, administradora en la compañía Éticas Research & Consulting e investigadora senior en Centre for Irish & European Security.

Según su declaración, sus ingresos anuales son de algo más de 41.000 euros a los que ha de añadir 10.017,53 euros en concepto de rendimientos de activos financieros. Estos intereses son generados, supuestamente, por sus cuentas bancarias: en una de ellas, tiene un saldo de 166.000 euros y en otra, de 109.571,61 euros. Una tercera cuenta dispone de un saldo de 9.392,71 euros y una cuarta, de 833,02 euros. En el 2013, pagó 6.132,95 euros en concepto de impuesto de la renta.

Galdón declara también un 25% de la sociedad Éticas Research and Consulting, un 33% de Lupita Gastronomic e intereses en Critic SCCL y en la sociedad cooperativa Maspúblico, estas dos últimas empresas periodísticas. Asimismo, declara la propiedad de una vivienda en Barcelona y el 15% de un inmueble de Mataró que pertenece a una sociedad. El nombre de Gemma Galdón comenzó a conocerse mediáticamente hace unos meses: el 12 de octubre, un chófer de la emisora Canal Català acudió a recogerla para ir a plató y ella se negó a subir al vehículo porque había enganchado una pequeña bandera española en el mismo (era el día de la Hispanidad).

Galdón inició entonces una campaña mediática sobre el incidente y el chófer fue despedido, lo que levantó algunas críticas desde determinados sectores y colectivos.

Se traslucía una actitud intolerante agrandada por las explicaciones que Galdón dio entonces: “No tengo clara la independencia, pero la rojigualda me pone los pelos de punta. Tiene las cunetas y el exilio llenos de vidas destrozadas en su nombre”.

Los extraños ‘partners’

Ya entonces, Gemma Galdón tenía altas responsabilidades en la compañía Éticas Research, una empresa creada en el año 2012 cuya sede está en Colmenar Viejo y en la que Galdón figura como administradora única. Los servicios que ofrece están relacionados con las nuevas tecnologías y la privacidad. “Apoyamos a empresas, gobiernos y entidades de diferentes sectores en el diseño, la auditoría y la implementación de políticas y tecnologías que respeten la privacidad y gestionen los datos personales de forma responsable”.

AWE: Cabezas de armas nucleares

Ante esta actividad, llama poderosamente la atención el apartado de partners de la web de Éticas Research: aparece un listado de 60 empresas y organismos con los que supuestamente trabaja la compañía española. Entre estos partners, hay nombres como el de Atomic Weapon Establishment PLC (AWE). No es una empresa cualquiera: sus instalaciones no aparecían en los mapas cartográficos hasta hace poco porque se consideraban secretas. Fabrica materiales de plutonio para su uso en cabezas de armas nucleares y, además, es la responsable del diseño, fabricación, soporte y desinstalación del arsenal nuclear del Reino Unido. También colabora con Los Álamos Nacional Laboratory de los Estados Unidos para realizar pruebas nucleares subterráneas.

Morpho: control de personas

Otra de las empresas es la multinacional francesa Morpho, que divide su actividad en tres grandes ámbitos: el de la identificación (desarrolla productos biométricos), llegando a patentar una tecnología capaz de leer las huellas digitales en una mano en movimiento; tarjetas inteligentes; y detección y control de fronteras. Morpho trabaja estrechamente con el FBI y la Interpol, además de con cuerpos de Policía a los que ha surtido de tecnología para controles de identidad y reconocimiento facial en secuencias de vídeo en directo.

ARH: control de inmigrantes

La multinacional húngara ARH Inc es otra de las compañías que engrosa el listado de la empresa de la dirigente de Podemos. Esta empresa ha patentado métodos de lectura biométricos tanto para pasaportes como para matrículas de coche, con la particularidad de que identifica nombres chinos,árabes y latinos. De manera similar, se cita a la alemana Cognitec Systems, que desarrolla tecnologías y aplicaciones de reconocimiento facial para clientes empresariales y gubernamentales de todo el mundo.

Otros organismos que aparecen son el Ministerio de Seguridad y Justicia de Holanda, el Ministerio del Interior de la República de Letonia, la Policía Nacional de Suecia, la Real Escuela Militar de Bélgica, la Comisión Europea, el BBVA, Indra Sistemas, Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña, PwC España, Universidad Rey Juan Carlos, Universidad Carlos III o Universidad de Barcelona.

Las explicaciones de Galdón

Gemma Galdón aseguró a El Confidencial que “con muchas de esas empresas no hemos tenido contacto directo. En realidad, nosotros trabajamos para la Comisión Europea, que nos contrata para que hagamos un control de los procesos de gestión de datos en los proyectos en que participan esas compañías. Antes, esos controles no existían, pero desde hace unos años la CE obliga a contratar a organizaciones de supervisión social y ética que suelen ser organizaciones no gubernamentales o empresas éticas”.

-¿Por qué entonces la Comisión Europea aparece como partner de Éticas Research, lo mismo que AWE, Morpho y tantas otras?

-“Es que el nombre de partner es el que les da la propia CE. Claro que esto puede ser un error nuestro, que hemos mezclado en esa lista a clientes directos y a empresas a las que hemos supervisado algún proyecto por encargo de la CE”.

-¿Es compatible certificar la labor de empresas nucleares o de las grandes multinacionales de la seguridad con la pertenencia a Podemos?

-“Con la mayoría de las empresas u organismos que aparecen no hemos tenido jamás ningún contacto porque no son clientes ni hemos tenido intercambio económico”

-Entonces sería muy fácil distinguir entre lo que serían clientes y los que no…

-“Tenemos contrato de confidencialidad. Dependemos de nuestra reputación y eso es sagrado. Y la propia Comisión Europea tiene también su confidencialidad, por lo que no sé si estaría dispuesta a hacer públicos los proyectos encargados a cada quien”.

-Pero, ¿es confidencial aclarar si una empresa es clienta o no, máxime cuando consta en una página web que es ‘partner’ y, por tanto, se da por sobreentendido que es socia?

-“Bueno, en los casos de las cuatro empresas aludidas [AWE, Morpho, ARH y Cognitec Systems] podría decir que no son clientas nuestras y que sólo hemos estudiado los proyectos que hicieron por encargo de la Comisión Europea”, admite al final.

La dirigente de Podemos acepta que “nuestro cometido esencial es ver que se cumple la normativa vigente. Nuestro trabajo es muy técnico. Sólo entramos en valorar un proyecto cuando puede afectar de alguna manera a datos privados de los ciudadanos”. ¿De qué manera las ojivas nucleares pueden afectar a la privacidad de los ciudadanos? Galdón no lo sabe. No recuerda porqué aparece el nombre de AWE en la lista.