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Artur Mas se queda más solo que la una: los socialistas también tiran la toalla
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“NO HA HABIDO OPORTUNIDAD PARA AYUDARLE”

Artur Mas se queda más solo que la una: los socialistas también tiran la toalla

“Artur Mas está demasiado lejos en su camino hacia la independencia como para dar un giro. No ha habido oportunidad para ayudarle”, se lamenta el PSC

Foto: Reunión de Artur Mas y Miquel Iceta (EFE)
Reunión de Artur Mas y Miquel Iceta (EFE)

“La propuesta de los socialistas no tiene mucho recorrido. Artur Mas está demasiado lejos en su camino hacia la independencia como para dar un giro. No ha habido oportunidad para ayudarle”. Parece un epitafio y casi lo es. Además, lo dice un alto cargo socialista a El Confidencial. Artur Mas está ya más solo que la una, abandonado por Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y con unos presupuestos para 2015 encima de la mesa para los que nadie le quiere apoyar.

El líder de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, le había puesto encima de la mesa una propuesta de pacto para ayudarle a sobrellevar los dos años que le quedan de mandato y no tener que adelantar elecciones tras el plantón de Esquerra. Esa propuesta contemplaba que el president hiciese gestos para visualizar cuatro ejes fundamentales de su política: medidas de lucha contra la crisis y creación de empleo, protección del Estado del bienestar, medidas de regeneración democrática e iniciar un acercamiento al Gobierno español para intentar consensuar un referéndum legal.

“Estos ejes se han quedado ahí, porque no se ha hablado más. Mas no ha dicho ni mu. De hecho, no se han dirigido a nosotros para intentar algún tipo de diálogo al respecto. No han decidido nada”, añaden las fuentes. Y respecto a los presupuestos del año próximo, afirman que, “para saber los cambios que se tendrían que acometer en los presupuestos del año próximo, tendríamos que tener la oportunidad de ver los planteamientos que ha hecho el consejero de Economía, Andreu Mas-Colell, y a partir de ahí negociar. Pero no hemos tenido la oportunidad. Existe el margen que existe y somos conscientes de ello”.

Otros dirigentes socialistas consultados por este diario afirman que “aceptar la propuesta del PSC era lo mejor que podía pasar, pero nosotros no aceptaremos sus presupuestos sin más ni más. O vamos a un pack de dos años de apoyo estable, negociando seriamente, o no hay trato”. Reconocen, no obstante, que “Artur Mas tendría que hacer una rectificación radical de sus planteamientos y abrirse a nuevos postulados, como la reforma de la Constitución. Pero es casi un brindis al sol. Es imposible en las actuales circunstancias”.

Por si fuera poco, los socialistas apuntan al núcleo duro de Convergència como el principal causante de que no haya habido pacto. “Ese núcleo intentó dinamitar el pacto desde el primer momento”, señala un dirigente. Y otro alude a que “el propio Josep Rull [coordinador general de CDC, o sea, el segundo de Convergència], mientras estaban negociando Artur Mas y Miquel Iceta, se permitió lanzar un tuit diciendo que no iba a haber pacto. Las cosas no se pueden hacer de esta manera”. Rull escribió un tuit que decía: “Alargar la legislatura hasta el 2016 con el PSC querría decir renunciar a la independencia. Y eso no lo haremos”.

La teoría de los vasos comunicantes

A Mas le queda ahora ir trampeando con unos presupuestos prorrogados, aunque desde casi todas las formaciones se sabe que eso es sólo “prolongar la agonía”. El alargamiento de la situación durante el próximo año le serviría de poco. “No se prevé un cambio sustancial de la intención de voto. Dentro de un año, Esquerra sería de nuevo la fuerza con mayor intención de voto, porque la trayectoria que se ha llevado el último año invita a pensar que CiU va perdiendo enteros en beneficio de ERC. Es la teoría de los vasos comunicantes que no parece que vaya a cambiar en el futuro”, admite otro alto dirigente socialista.

Tanto los republicanos como la “sociedad civil” que ha venido alimentando el Gobierno catalán, es decir, la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural, presionan para que Mas convoque elecciones anticipadas en febrero próximo. En los círculos duros de Convergència no se descarta esa posibilidad, pero ponen encima de la mesa sus condiciones a Esquerra: que las fuerzas soberanistas concurran con una lista única y que lleven un único punto en su programa, que es la proclamación de la independencia. “Sólo así se pueden visualizar estas elecciones como plebiscitarias”, aducen en CDC. Evidentemente, esa lista unitaria debería ir liderada por Artur Mas, que ha sido quien ha pilotado el proceso aun a costa de quemarse como president.

La sensación que existe, sin embargo, es que Mas tratará de prolongar la convocatoria de elecciones en lo posible y que las autonómicas sean después de las generales del año próximo y no en febrero, como le exigen los independentistas. Y ello por dos motivos: la primavera próxima habrá las municipales, en las que se prevé que gane ERC de calle. La pugna entre convergentes y republicanos en poblaciones medianas y grandes de Cataluña será a muerte. Pero todo apunta a que, por primera vez, será Esquerra quien quede en primera posición, lo que ya pasó en las anteriores elecciones europeas.

Nuevo escenario 'de izquierdas' tras las generales

Si en otoño hay elecciones generales, los convergentes creen que el efecto Esquerra habrá remitido. Además, esperan que haya otra circunstancia importante: un cambio radical del panorama político español, con la derrota del PP y el ascenso de la izquierda, más comprensible con la identidad catalana. La suma de socialistas, Izquierda Unida y Podemos podría dar entrada a un nuevo panorama en el que el papel de Artur Mas cobrase más protagonismo y recuperase puntos ante la ciudadanía.

“Hábilmente, Mas está retrasando deliberadamente la convocatoria de elecciones con la mirada puesta en ese cambio de escenario en Madrid. La corrupción está haciendo mucho daño al PP y es posible que en las generales se derrumbe. Luego, quede como quede el panorama, Mas cree que estará en mejores condiciones de afrontar unas autonómicas aquí”, explican fuentes de la cúpula socialista. Habrá que ver, no obstante, si consigue aguantar la presión de los independentistas, y más si estos toman la calle.

“La propuesta de los socialistas no tiene mucho recorrido. Artur Mas está demasiado lejos en su camino hacia la independencia como para dar un giro. No ha habido oportunidad para ayudarle”. Parece un epitafio y casi lo es. Además, lo dice un alto cargo socialista a El Confidencial. Artur Mas está ya más solo que la una, abandonado por Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y con unos presupuestos para 2015 encima de la mesa para los que nadie le quiere apoyar.

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