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Andorra se toma su tiempo en el caso Pujol ante las presiones políticas y mediáticas
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LOS JUECES SIGUEN ESTUDIANDO LA CAUSA

Andorra se toma su tiempo en el caso Pujol ante las presiones políticas y mediáticas

La proverbial lentitud de la justicia andorrana ya se hace notar en el caso Pujol. Una semana después de presentar la querella, no hay noticias de de la misma

Foto: El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (i), recibe al jefe de Gobierno del Principado de Andorra, Antoni Martí. (EFE)
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (i), recibe al jefe de Gobierno del Principado de Andorra, Antoni Martí. (EFE)

La proverbial lentitud de la justicia andorrana ya se hace notar en el caso Pujol. Una semana después de que se haya presentado la querella, no hay noticias de de la misma. Fuentes jurídicas cercanas al caso aseguran que la Batllia –equivalente al juzgado de instrucción– todavía sigue estudiando si admite a trámite la causa. Es decir, han pasado siete días naturales y todo sigue igual.

Aunque en teoría la justicia andorrana es independiente, el proceso se encuentra bajo una fuerte presión mediática y política: tanto por los intereses de Andorra, que se juega la credibilidad de su sistema bancario; como por los de España, en guerra abierta con la Generalitat por la consulta independentista, como por los del movimiento secesionista, opuesto al ejecutivo de Mariano Rajoy.

Precisamente Rajoy recibirá al cap de Govern –equivalente al presidente de Andorra–, Toni Martí, el próximo 2 de septiembre. Justo el mismo día en que el expresidente catalán Jordi Pujol podría declarar ante el Parlament para explicar el trasfondo de las cuentas con dinero negro de su familia en el Principado. Es decir, los tiempos políticos se van solapando con los judiciales.

Fuentes jurídicas aseguran que, entre los problemas para admitir a trámite la querella, se encuentra el hecho de que se ha presentado contra persona desconocida –el filtrador de la información bancaria– y que adolece de pruebas.

Desde el principio, ni el gobierno andorrano, ni la Generalitat, ni tampoco Moncloa querían que se presentase la querella. Así se les comunicó a los Pujol desde el entorno de CiU. No obstante, la familia Pujol sigue su propia agenda, tanto para bloquear la comisión rogatoria de España sobre los activos y pasivos bancarios del hijo mayor de Jordi Pujol Ferrusola en Andorra como para personarse en la causa y acceder a la misma información de la que pueda disponer el juez.

Si los Pujol no avanzan en los juzgados, la comisión rogatoria del juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz lleva el mismo camino. En los entornos del expresident se recuerda que, formalmente, el primogénito de los Pujol no está todavía imputado por nada y que el delito fiscal no se considera como tal en la legislación andorrana, lo que dificulta dicha comisión y hace que todo precise más tiempo.

Echar tierra al asunto

Mientras que fuentes jurídicas cercanas a la familia aseguran que hay caso, medios financieros manifiestan todo lo contrario, esto es, que lo más previsible es que Andorra eche tierra encima del caso, tanto de la querella como de las comisiones rogatorias, con lo que todo acabará en agua de borrajas pero, eso sí, con una buena disposición formal de cooperar con el Gobierno español.

El Consejo Superior de Justicia andorrano ha pedido formalmente que se deje trabajar a la justicia y que no haya interferencias políticas, según ha publicado el Diari d’Andorra.

Presión política

La presión política ha inundado incluso a los partidos andorranos. El líder del Partido Socialista del país, Pere López, ha pedido a Toni Martí que clarifique la reunión que mantuvo con la banca y los reguladores financieros para analizar el alcance del caso Pujol. López ha exigido a Martí que explique si el Gobierno andorrano ha tenido acceso a datos de la familia Pujol y que, en caso de que Martí no desmienta las informaciones publicadas sobre este encuentro, se tomarán “acciones de demanda porque es un hecho gravísimo”.

Además, el ministro de Exteriores andorrano, Gilbert Saboya, ha declarado que el caso Pujol pone presión mediática al Convenio de Doble Imposición, que Andorra quiere negociar con España para cerrarlo antes de final de año. Precisamente, el objetivo del Gobierno andorrano en la reunión con Rajoy es preservar este acuerdo y que las interferencias políticas, como la del caso Pujol o la de la independencia de Cataluña, no malogren su firma. Otro motivo más para que las causas judiciales acaben en vía muerta más tarde o más temprano.

La proverbial lentitud de la justicia andorrana ya se hace notar en el caso Pujol. Una semana después de que se haya presentado la querella, no hay noticias de de la misma. Fuentes jurídicas cercanas al caso aseguran que la Batllia –equivalente al juzgado de instrucción– todavía sigue estudiando si admite a trámite la causa. Es decir, han pasado siete días naturales y todo sigue igual.

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