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Mandos socialistas denuncian una operación del Gobierno catalán para romper el PSC
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“HAY UN AUTÉNTICO CHANTAJE”

Mandos socialistas denuncian una operación del Gobierno catalán para romper el PSC

Al enemigo ni agua. Es la máxima que cualquier guerrero asume por defecto. Y ésa parece ser también la máxima de los más nacionalistas del PSC

Foto: Miquel Iceta saluda a Alfredo Pérez Rubalcaba. (EFE)
Miquel Iceta saluda a Alfredo Pérez Rubalcaba. (EFE)

Al enemigo, ni agua. Es la máxima que cualquier guerrero asume por defecto. Y esa parece ser también la de los más nacionalistas del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC). O sea, del ala soberanista, catalanista, nacionalista o independentista, como se la quiera llamar. El máximo líder del partido, Pere Navarro, abandona la primera línea de fuego, pero los críticos no están dispuestos a permitir que la veterana formación continúe con su estrategia. El diputado Miquel Iceta, uno de los hombres de más peso del socialismo español, se postula para suceder a Navarro, pero el ala independentista quiere aires nuevos y rechaza su candidatura.

Es más: según ha podido conocer El Confidencial, de materializarse la candidatura de Iceta, se podría provocar una escisión en el partido. De hecho, eso es lo que iba a ocurrir si continuaba Pere Navarro. “Lo que tenemos encima de la mesa es un auténtico chantaje. Aquí hablan mucho de si se presenta uno u otro o de quién se puede o no presentar. Pero si alguien quiere ser el líder del partido, que se presente a las primarias y que los militantes elijan”, explica a este diario una fuente oficialista.

Desde los sectores críticos, se argumenta que “para ser candidato, hay que presentar 2.000 avales. ¿Quién los puede reunir en una o dos semanas, salvo que tengas el censo de militantes? Iceta juega con ventaja, porque puede tener acceso a la lista de militantes”. Y Joan Ignasi Elena, líder de la corriente crítica Avancem, señala a este diario que “a primera vista, parece una exageración que se pidan esos avales, que son más de los que se exigen para ser secretario general del PSOE, cuando ese partido tiene 10 veces más militantes que el PSC”.

Pero las cartas se van poniendo sobre la mesa conforme pasa el tiempo. Es cierto que en el PSC existe en estos momentos una cierta catarsis, pero dista mucho de estar cercana una solución. Un dirigente de la cúpula socialista, además, denuncia a El Confidencial que “hace unos meses, un miembro de la dirección de CiU nos aseguró que existía una operación política para romper el PSC. La excusa perfecta era el debate independentista. Y hemos ido comprobando que todo lo que nos habían dicho era verdad”.

Era un miembro de primera línea política que decidió retirarse y que advirtió a la cúpula de PSC de lo que le esperaba con “una serie de dirigentes que siempre han defendido la ‘sociovergencia’ y que tenían hilo directo con la cúpula convergente”.

Ofrecimiento de cargos

Entre los vaticinios de ese dirigente de CiU estaba el ofrecimiento de cargos de responsabilidad y promesas políticas a altos dirigentes del PSC por parte del Gobierno catalán. Eso ocurrió y ocurre. Uno de los más importantes –pero que pasó desapercibido– fue Joaquim Nadal, exconsejero de Política Territorial y Obras Públicas y excandidato del PSC a la Generalitat. Es el cerebro en la sombra del ala catalanista del PSC.

En noviembre del año pasado, Nadal aceptó el cargo de director del Instituto Catalán de Investigación en Patrimonio Cultural que le ofreció Artur Mas. Y hace pocas semanas aceptó ser el presidente de la Mesa por el Derecho a Decidir de Gerona, su localidad natal. Es decir, de la plataforma independentista de las comarcas gerundenses.

“Es que es muy listo y sabe que allí o juegas la carta del nacionalismo o no tienes nada que hacer. Lo que hizo, simplemente, fue abrazar el nacionalismo en una zona en la que o eres nacionalista o no te comes un rosco. Pero no renunció a sus principios socialistas ni se vendió por un plato de lentejas, como dicen”, señala a este diario una fuente que le conoce bien y que ha hecho carrera política a su sombra.

Pero no cabe duda de que la suya es toda una trayectoria vinculada al nacionalismo, a pesar de que quien siempre aparece en la prensa como cara visible de este movimiento crítico dentro del PSC es Marina Geli, exconsejera de Salud y una de las diputadas que el pasado mes de enero rompieron la disciplina de voto del PSC para apoyar al frente independentista cuando se votó la moción que el Parlamento catalán llevó al Congreso para pedir el Gobierno central la cesión de poderes a la Generalitat con el fin de que esta pudiese convocar el referéndum independentista. Junto a ellos, se alinea el exconsejero de Economía Antoni Castells, la exconsejera de Justicia e Interior Montserrat Tura y el exsecretario e Movilidad Manel Nadal, hermano de Joaquim Nadal.

Ese sector catalanista, aseguran fuentes cercanas a la dirección oficialista, ha emprendido una ofensiva contra la dirección del PSC. Se trata de un asalto en toda regla al aparato del partido. Un asalto, subrayan las fuentes, que sólo puede frenar un hombre fuerte y respetado como Miquel Iceta. En una reunión mantenida ayer por cuadros dirigentes afines a Iceta, la consigna fue muy clara: “A por todas”. Uno de los asistentes a esa reunión señala a El Confidencial que “estamos en un momento especial y por eso hemos de arrimar el hombro. Hemos constatado que hay mucha gente que está por seguir la línea iniciada por Pere Navarro y eso es lo que vamos a hacer”.

Dos estrategias enfrentadas

Esta misma fuente subraya que “cuando se hacen reformas democráticas, hay que atenerse a las reglas democráticas. El PSC de hoy es el partido que ha abierto las puertas a la renovación, el partido que ha socializado el voto, el partido en el que se vota más que nunca. ¿No quieren un partido con democracia directa? Pues vamos a por él. Pero para democracia directa, se necesita un liderazgo fuerte y eso es lo que representa Iceta en estos momentos. Quien quiera optar a sustituir a Pere Navarro lo puede hacer presentándose a las primarias donde se elige líder”.

Para sus defensores, Iceta presenta una “opción de futuro y lo que necesitamos ahora es un tránsito con liderazgo fuerte. Miquel representa la solidez política”.

Pero Joan Ignasi Elena, el más significado opositor, que no tiene claro todavía si planteará batalla a Iceta, desmitifica las alabanzas al diputado autonómico. “Más allá de la inteligencia y de la talla política de Miquel, que la tiene, creo que no es adecuado en estos momentos que se presente a liderar el partido, entre otras cosas porque si hablamos de un reinicio del PSC no podemos personificarlo en él, ya que ha sido uno de los ideólogos del partido en las últimas décadas y, por tanto, uno de los responsables de que hayamos llegado a la situación actual. Su candidatura es un error”, señala Elena a El Confidencial.

Al enemigo, ni agua. Es la máxima que cualquier guerrero asume por defecto. Y esa parece ser también la de los más nacionalistas del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC). O sea, del ala soberanista, catalanista, nacionalista o independentista, como se la quiera llamar. El máximo líder del partido, Pere Navarro, abandona la primera línea de fuego, pero los críticos no están dispuestos a permitir que la veterana formación continúe con su estrategia. El diputado Miquel Iceta, uno de los hombres de más peso del socialismo español, se postula para suceder a Navarro, pero el ala independentista quiere aires nuevos y rechaza su candidatura.

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