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Duran se enfrenta a Convergència y sus más 'duros' para volver a ser enlace con Madrid
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SE HA SENTIDO PUENTEADO Y DESAUTORIZADO

Duran se enfrenta a Convergència y sus más 'duros' para volver a ser enlace con Madrid

Si Convergència i Unió (CiU) es un matrimonio, está a punto de naufragar por las acometidas del núcleo duro de Convergència contra Josep Antoni Duran Lleida

Foto: El portavoz de CiU en el Congreso Josep Antonio Duran i Lleida (i) y Alfredo Pérez Rubalcaba (d)
El portavoz de CiU en el Congreso Josep Antonio Duran i Lleida (i) y Alfredo Pérez Rubalcaba (d)

Si Convergència i Unió (CiU) es un matrimonio, está a punto de naufragar. Las acometidas del núcleo duro de Convergència contra Josep Antoni Duran Lleida, que es el presidente de Unió Democràtica (UDC), han subido tanto de intensidad en los últimos días que han provocado un monumental enfado del líder democristiano.El punto álgido de la tormentosa relación fue el pasado martes, en el pleno del Congreso que debatía la petición del Parlamento catalán de que el Gobierno central cediese a la Generalitat la competencia para convocar el referéndum soberanista. Duran adelantó –Artur Mas lo hizo al día siguiente en la Cámara autonómica– a Mariano Rajoy que buscase día y hora para negociar. “Todo se puede negociar. Y cuando digo todo, es todo”, enfatizó el líder de Unió.

En la tribuna de invitados, algunos representantes de Convergència seguían con cara de póker la intervención, entre ellos el portavoz del Govern y consejero de Presidencia, Francesc Homs. El comentario de uno de los representantes de la Generalitat fue categórico. “De eso nada. Todo se puede negociar... menos la consulta. La consulta no se negocia”, fue el comentario que circuló por esa tribuna en el mismo Congreso de los Diputados.

Cadena humana independentista. (Efe)Esta afirmación la reitera a El Confidencial un miembro de la cúpula de CDC. Incluso en UDC se asegura que “la celebración de la consulta es prioritaria, pero ha de hacerse con el acuerdo del Gobierno central”. A pesar de ello, les fallan los tempos para ponerse de acuerdo.

Lo cierto, sin embargo, es que el debate en el Congreso ha agrandado la brecha que ya existía entre el sector democristiano y el ala dura convergente. De hecho, reconocen algunas de las fuentes consultadas que el malestar de Duran con ese sector soberanista ya viene de lejos. “Él, como jefe de filas de CiU, es el interlocutor válido entre Artur Mas y Mariano Rajoy”, subrayan las fuentes. Pero en lo que va de legislatura, Duran se ha sentido “puenteado” en muchos momentos y desautorizado en otros.

Los aplausos a Alfred Bosch

El distanciamiento entre Duran y el ala dura de CDC quedó de manifiesto el martes pasado. ¿Sabían sus socios de CDC qué iba a decir en ese discurso? Tanto en una formación como en la otra, prefieren guardar un sepulcral silencio sobre este particular. Pero a nadie se le escapa el entusiasmo con que los diputados de CDC aplaudían al representante de ERC, Alfred Bosch, mientras la primera fila de CiU (donde se sienta Duran y su círculo de confianza) se mantenían impertérritos. De ahí que una fuente consultada por este diario reconozca que “se visualiza una gran diferencia entre el núcleo dirigente del grupo de CiU y los diputados, en su mayor parte de CDC”.

Jordi Turull. (Efe)
Pero si hay un perro viejo en la política española, ese es Josep Antoni Duran Lleida. Este jueves, dejó caer que si Artur Mas se atreve con una declaración unilateral de independencia, Unió se tendría que pensar si seguir al lado de sus tradicionales socios. Y ello provocó un agravamiento de la crisis. Tanto que en los círculos duros de Convergència incluso se le tacha de “traidor”.

La contestación de Duran fue a través de tres tuits emitidos el viernes a primera hora. “Es un aviso a navegantes. Quiere poner las cosas claras y zanjar el asunto. No se van a hacer más declaraciones sobre el tema”, explica a El Confidencial una fuente muy cercana al presidente democristiano.

“Cuando Mas emplaza a Rajoy a reformar la Constitución, no pasa nada. Cuando hablo con Rubalcaba para delimitarla a Cataluña, tenso la cuerda”. Inmediatamente, otro tuit: “Cuando Mas dice que no conviene la declaración unilateral de independencia no pasa nada. Cuando yo digo que, llegado el caso, me lo pensaría, marco distancias con Mas. ¡Basta!”. Y un último: “Lo que hablo con quien sea lo sabe Mas y lo que habla Mas con quien sea lo sé yo. No nos busquéis las cosquillas. Dejadnos trabajar”. Claro, conciso, contundente y breve. “Es que no puede ser que cada vez que Duran dice algo se le echen encima”, enfatiza una fuente de Unió.

Recobrar protagonismo

Porque, además, la reunión que el líder democristiano tuvo este jueves con el presidente del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, levantó suspicacias entre los soberanistas. Para una fuente del nacionalismo moderado, lo que está haciendo Duran Lleida es “resituándose, retomando su posición de eje central de la política catalana en Madrid, porque Duran es el mejor enlace entre Cataluña y España que puede haber”. En otras palabras, lo que hace es recuperar el protagonismo perdido por el “puenteo” del que se quejan algunos de sus colaboradores.

Durán, Pujol y Mas. (Efe)
Desde el PP y el PSOE, evidentemente, se prefiere a un interlocutor como Duran o cualquiera de los representantes del núcleo duro de Convergència. Pero el encuentro con Rubalcaba sirvió para echar leña al fuego, puesto que poco o nada trascendió de lo que hablaron. “Evitemos calificarlo, pero Duran ha de comprender que no tiene que defender sólo los intereses de Unió”, advierte a este semanario una fuente convergente. Y desde UDC se contraataca: “Cuando Duran habla en Madrid, lo hace como jefe de filas de Convergència i Unió. Que nadie se llame a engaño. Todo lo que dice o habla es consensuado absolutamente con Artur Mas. Que no quieran buscar los tres pies al gato”.

Estas fuentes, sin embargo, se cierran en banda a detallar el contenido del encuentro con el líder socialista. No obstante, según ha podido saber este diario, en esa reunión se habló de la modificación de la Constitución y de la búsqueda de un encaje constitucional del “hecho diferencial catalán” en la Carta Magna. Sería un primer paso para enterrar la senda del soberanismo. Todo, afirman con rotundidad las fuentes, con el beneplácito de Artur Mas.

Si Convergència i Unió (CiU) es un matrimonio, está a punto de naufragar. Las acometidas del núcleo duro de Convergència contra Josep Antoni Duran Lleida, que es el presidente de Unió Democràtica (UDC), han subido tanto de intensidad en los últimos días que han provocado un monumental enfado del líder democristiano.El punto álgido de la tormentosa relación fue el pasado martes, en el pleno del Congreso que debatía la petición del Parlamento catalán de que el Gobierno central cediese a la Generalitat la competencia para convocar el referéndum soberanista. Duran adelantó –Artur Mas lo hizo al día siguiente en la Cámara autonómica– a Mariano Rajoy que buscase día y hora para negociar. “Todo se puede negociar. Y cuando digo todo, es todo”, enfatizó el líder de Unió.

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