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Así es Santi Vila, la rara avis del Govern: gay, conciliador y protaurino
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El conseller reivindica un nuevo catalanismo

Así es Santi Vila, la rara avis del Govern: gay, conciliador y protaurino

¿Qué se puede ser en Cataluña si eres manifiestamente gay, tienes tendencia al diálogo con España y te gustan los toros? Lo que quieras

Foto:  El conseller de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat, Santi Vila (i), y el chef Ferran Adrià (d). (Efe)
El conseller de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat, Santi Vila (i), y el chef Ferran Adrià (d). (Efe)

¿Qué se puede ser en Cataluña si eres manifiestamente gay, tienes tendencia al diálogo con España y te gustan los toros? Pues contra lo que se cree en la Meseta, lo que quieras. La prueba es Santi Vila, conseller de Territorio y Sostenibilidad en la muy independentista Generalitat de Artur Mas. El conseller reivindica un catalanismo más moderno y liberal en un libro de conversaciones con el periodista Francesc Soler que se presentó esta semana en Barcelona.

[Actualización: en octubre de 2017 dimite como conseller de Empresa del Govern de Puigdemont ante la declaración de independencia y se postula como candidato a president]

Podría pensarse que Santi Vila (41 años) no es muy popular entre sus compañeros de Consell Executiu o de partido. Nada más falso. A la presentación de su libro acudieron el número tres del gobierno, el secretario de la Generalitat, Jordi Vilajoana; la consellera de Benestar Social, Neus Munté; y el de Justicia, Germà Gordó. Y también dos representantes del ala liberal de CDC, el exsecretario de la Generalitat, David Madí; y el diputado Antoni Fernández Teixidor. Prueba de lo bien relacionado que se encuentra Santi Vila con los poderes fácticos de Cataluña es que la prologuista del libro ha sido Pilar Rahola, biógrafa oficial de Artur Mas y que en la presentación de la obra definió a Vila como “un fenicio entre almogávares”.

Para algunos el libro Un perfil propi –un perfil propio– de Angle Editorial, es la manera en que Santi Vila presenta su candidatura extraoficial para cuando Artur Mas se estrelle con su proyecto soberanista. Para otros, se trata de un político desinhibido al que no le importa ser fiel a sí mismo.

placeholder Reunión del Gobierno catalán. (Efe)

El libro es un producto político atípico, tanto en clave española, como en la estrictamente catalana. Estructurado a través de un solo día, la celebración de la Diada del 11 de septiembre de 2013, se van deslizando diversas conversaciones entre Vila y el autor, muy lejos del actual discurso dominante en Cataluña. Vila, se desmarca del aparato del partido e igual hace referencias a su novio brasileño –con el que algunas fuentes apuntan que tiene previsto casarse este verano–, que realiza llamamientos a políticas públicas que no abusen del endeudamiento o reflexiona sobre las relaciones entre la intelectual Hannah Arendt y el nacionalismo.

Buena relación con Pastor

Vila es uno de los consellers puente con Madrid, pese a la tendencias centralistas del actual Gobierno de Mariano Rajoy. Condenado a ser un conseller de obras públicas sin presupuesto, Vila ha apostado por soluciones imaginativas, como su intento por resucitar la línea 9 del Metro con poco dinero, y por mantener una excelente relación con su homóloga Ana Pastor, que le permitió llevar el AVE hasta la frontera francesa. De hecho, la única manera que tiene de inaugurar algo es colaborar con el Ministerio de Fomento, mientras que el resto del ejecutivo catalán está a la greña con Madrid por culpa de la consulta, de Wert o del Tribunal Constitucional.

Resulta muy revelador que en un texto que pivota alrededor del 11 de septiembre, Vila no diga ni media sobre la consulta que es el eje vertebrador de la política catalana en este momento. En la presentación de esta semana, Vila se mostró a favor de la votación, pero pidió que esta cuestión no eclipsase “que estamos aquí para solucionar los problemas de la gente”.

En el libro, por ejemplo, marca distancias del ideario más nacionalista, como cuando reconoce que el Born Centro Cultural, recinto donde se homenajea a los caídos en el sitio de Barcelona de 1714, “es un proyecto que el Gobierno de Xavier Trias se ha tomado con mucha ilusión pero que, de hecho, ya se encontraron en marcha. Es posible que si hubiera dependido de ellos, lo habrían repensado, como habría hecho yo. Poner en valor unas ruinas del siglo XVIII tiene una importancia relativa. Afortunadamente, el proyecto final del Born es mucho más que un lugar de la memoria”.

El mismo talante se muestra cuando defiende al ministro de Agricultura y Medio Ambiente Miguel Arias Cañete y explica como, a pesar de su fama centralista, defendía los intereses de Cataluña ante las presiones de otras regiones en el Consejo Nacional del Agua, cuando se discutía sobre los caudales del Ebro.

“Si hablamos de estos últimos 30 años de democracia he de decir que la historia de España y la de Cataluña es la de un éxito rotundo y sin precedentes”, manifiesta en el texto. Y se desmarca de latiguillos como “España nos roba”. Igual que cuando asegura que “francamente, me sentiría incómodo si alguien me definiese como nacionalista”. Vila reivindica un “escepticismo ampurdanés” que sirva de vacuna para cualquier fanatismo.

Sí que lamenta que en Madrid se estén desplegando desde hace años políticas muy concretas de anticatalanismo pensadas sólo para captar votos que, según Santi Vila, han colocado a determinadas élites madrileñas en una situación de la que les costará mucho salir.

Toros en el sur de Francia

Desde que en Cataluña se prohibieron los toros, Santi Vila, conocido aficionado a la Fiesta, lleva a sus amigos a Ceret, al Rosellón francés, a ver corridas. La propia Pilar Rahola le reconvino al respecto de esta afición en público durante la presentación del libro.

Vila se defendió en ese acto asegurando que en esencia es por un principio liberal, “que el Estado no regule el ocio privado” y si bien se mostró respetuoso con los animalistas –"más modernos que yo", según reconoció– aseguró que no le pasaba lo mismo con los que estaban en contra de los toros sólo por razones nacionalistas.

Se da la circunstancia de que Santi Vila encabezó la delegación de CiU que acudió a la Monumental de Barcelona a la última corrida que celebró en el coso barcelonés José Tomás, justo antes de que la Fiesta se prohibiera de manera definitiva en Cataluña en 2011.

En esencia Vila se muestra como un historiador apasionado de la política, con una trayectoria que empieza con un niño que acude a un mitin de Adolfo Suárez en Figueres, un joven que empieza a militar en ERC, que luego deja la formación republicana para pasar a CDC, un político que se convierte en alcalde de Figueres pese a reconocerse “abiertamente gay” y luego pasa a la política catalana cuando Lluís Recoder dejó el cargo, tras la polémica privatización de Aigües del Ter Llobregat.

Vila parece tener más paciencia que Recoder, otro aspirante a suceder a Mas, ya que también es mucho más joven. Pero, además, cuenta con una visión más moderna del catalanismo, más dispuesto a pactar con el resto de España. Como heredero de Mas, el propio Vila se autodescarta: “No me sentiría cómodo que viniese dado por la vía digital”. ¿Primarias en CiU? Sería lo nunca visto. Ahora, no es improbable después de que Vila explique en este libro como discutió con el líder de Unió, Josep Antoni Duran i Lleida, contraponiendo el modelo tradicional de familia, del democratacristiano con la idea de “familias”, que defiende el conseller de Territorio y Sostenibilidad, desde una concepción más amplia, abierta y acorde con los nuevos tiempos.

¿Qué se puede ser en Cataluña si eres manifiestamente gay, tienes tendencia al diálogo con España y te gustan los toros? Pues contra lo que se cree en la Meseta, lo que quieras. La prueba es Santi Vila, conseller de Territorio y Sostenibilidad en la muy independentista Generalitat de Artur Mas. El conseller reivindica un catalanismo más moderno y liberal en un libro de conversaciones con el periodista Francesc Soler que se presentó esta semana en Barcelona.

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