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Mas: “No me da miedo la inhabilitación, la prisión o que se carguen la autonomía”
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ENTREVISTA A MEDIDA EN TV3

Mas: “No me da miedo la inhabilitación, la prisión o que se carguen la autonomía”

Amable y condescendiente. Así fue la entrevista en prime time que TV3, la televisión pública catalana, le hizo ayer a Artur Mas, presidente de la Generalitat

Foto: Artur Mas, durante la entrevista ofrecida a TV3 (Efe)
Artur Mas, durante la entrevista ofrecida a TV3 (Efe)

Amable y condescendiente. Así fue la entrevista en prime time que TV3, la televisión pública catalana, le hizo ayer a Artur Mas, presidente de la Generalitat. El president respondió con malabarismos a veces y con poesía en otras. Nadie le puso contra las cuerdas ni le inquirió sobre cuestiones comprometidas. Pero de lo que no hay duda es de que durante casi hora y media tuvo en sus manos el poderoso instrumento de la caja tonta de la comunidad para difundir su mensaje, especialmente en lo que al tanto político del referéndum independentista se refiere.

El pasado jueves, por sorpresa, Mas logró poner de acuerdo a los partidos del frente catalán para firmar el acuerdo sobre la posible fecha del referéndum independentista y la pregunta que se hará en el mismo, que consta de dos preguntas: la primera es si el votante quiere que Cataluña sea un estado. En caso afirmativo, se daría paso a la segunda pregunta: ¿quiere que Cataluña sea un estado independiente?. En poco más de 48 horas, Mas desbloqueó una negociación estancada desde hacía semanas.

El mandatario catalán afirmó que ninguna amenaza le hace mella. “Se habla de inhabilitación, de prisión, de cargarse la autonomía… no me da miedo, porque veo que hay una piña muy grande en el pueblo de Cataluña. No para la independencia, sino sencillamente para votar. Por eso no me mete miedo nada”. Y añadió que “si nos dejan otro recurso, tenemos la votación, salvo que nos suspendan las elecciones, lo que sería un escándalo democrático. En algún momento, no muy lejos, se hará esa consulta, ya sea en forma de referéndum o de elecciones. Y Cataluña podrá elegir su futuro”.

Pero la entrevista tuvo sus puntazos. Como cuando le dieron jabón sobre su protagonismo en El Proceso. O sea, en lo que a la estrategia soberanista se refiere.

- Usted, hace cuatro días, cuadró un círculo poniendo de acuerdo a cuatro partidos. ¿Quién escribió la pregunta?

- La pregunta la escribí yo.

- ¿Usted solo?

- Yo solo. Sí, señora, sí. Yo solo. Y, si se ha de precisar un poco más, podríamos decir que la inspiración me pilló trabajando, precisamente, el 6 de diciembre, Día de la Constitución, aquí en el Palau de la Generalitat por la mañana, cuando estaba pensando, y ya llevaba pensando semanas y meses, aunque no había llegado a una conclusión definitiva. Y llegué a tres o cuatro conclusiones diferentes. Al final, me decanté por aquélla que era más clara, más simple y más inclusiva.

- ¿Y la palabra independencia salía en todas las opciones?

- Salía en todas las opciones. Sí, señora, en todas. Pero de formas diferentes. Pero no entremos en especulaciones de cómo salía, porque la forma buena es ésta. Y no es buena porque yo la haya escrito. Es buena porque ha suscitado el acuerdo de muchas formaciones políticas.

Que el referéndum tiene un componente épico quedó fuera de toda duda. “La interpretación que se hace fuera de aquí es que los catalanes son llamados, primero, a votar, a decidir su futuro, cosa que no había pasado hace siglos. Luego, que son llamados a decidir si quieren seguir siendo una comunidad autónoma. Y tercero, si quieren ser un estado independiente o no, porque aquí hay todas las opciones posibles”.

Porque, para Mas, lo importante es votar, aunque reconoce que el éxito de la consulta depende tanto de la gente que vaya a las urnas como de la gente que vote sí a la independencia. “Nos juzgarán por el resultado entre sí y no. Si la diferencia es muy grande entre el no y el sí, queda claro que los catalanes quieren un estado. Y si la diferencia es muy grande en el segundo apartado de la pregunta, quiere decir que los catalanes quieren la independencia. Si es al revés, ya se decidirá”. Lo importante, subrayó, es que “votaremos por primera vez nuestro futuro colectivo de manera soberana con la posibilidad de que Cataluña puede llegar a tener un Estadio propio y que éste pueda llegar a ser negociado en España y en Europa como estado independiente. Esto es la luna llena que tenemos por delante. Si en los dos apartados tenemos el mismo porcentaje de gente a favor y en contra, tenemos un problema, porque no habrá una mayoría clara”.

Dispuesto a cambiar la pregunta

Artur Mas justifica la doble pregunta que quiere hacer con la necesidad de simplificación. Podría haber siete u ocho posibilidades de votar el tipo de relación que se quiere con España. Pero lo más efectivo y simple era una pregunta directa. Aun así, reconoció que está dispuesto a cambiar la pregunta si el Gobierno central poner sobre la mesa una propuesta atractiva.

“Pero usted ha hablado con Mariano Rajoy de este tema después del pacto que consiguió hace unos días? ¿No ha hablado con él de la pregunta aunque sea a través de mensajes de móvil?”, fue la desconcertante pregunta que le hicieron. Y ahí se lució de nuevo. “No me haga decir nada. En algún momento, en el futuro, hablaré con Rajoy, como he hecho otras veces, no públicamente, e intentaré tener un encuentro con él, con el fin de dialogar y que nos pongamos de acuerdo. Porque nosotros tenemos interés en que el proceso sea acordado y en que nos dejen votar de manera civilizada”.

Aprovechó para reclamar una estrategia como la del Reino Unido y se lanzó al cuello del presidente español: “Rajoy dijo que no iba a haber negociación y que no iba a haber consulta. ¿Es ésta la respuesta de un demócrata? Nosotros, desde Cataluña, insistimos en que ha de haber diálogo. Y él dice que ni negociación ni consulta”.

Mas subrayó también en que éste “no es un tema español. Me hace mucha gracia cuando dicen que la consulta es inconstitucional y te ponen la Constitución como un muro infranqueable. Pero la Constitución no te impide votar. Te permite defender cualquier idea mientas se haga de forma democrática y pacífica. Las ideas no se pueden condenar, mientras sean democráticas y pacíficas y no sean totalitarias. A partir de aquí, la consulta se puede hacer. Otra cosa, como pasa en Escocia, es que pueda haber una negociación posterior. Eso no lo niega nadie”.

Futuras elecciones plebiscitarias

Sibilinamente, amenazó con unas elecciones plebiscitarias. “No quiero crear una tensión innecesaria. Cuando se me dice que no habrá consulta, digo que no la podrán evitar. La podrán evitar un día concreto, pero luego vendrán unas elecciones y si no ha habido posibilidad de consultar al pueblo de Cataluña con una consulta, se pueden utilizar unas elecciones como fórmula democrática y legal. Me planteo cualquier vía democrática, de sentido común y que defienda nuestros derechos”.

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El president también minimizó los riesgos de quedar fuera de Europa. “Estamos planteando democracia. Nos dicen que quedaremos fuera de todo. Y yo me pregunto si la Europa de las libertades castigará a los que quieren tener la opción de ser libres. ¿La Europa de la democracia castigará a los que quieren ejercer la democracia? ¿Esta es la Europa que se nos quiere invitar a hacer? No creo que sea la Europa que queramos construir, sino que ha de ser la más amplia posible. Lo que estamos haciendo es ir a las raíces, al corazón europeo. Lo que pasa es que este corazón ha quedado desinflado en muchas ocasiones. Ha habido muchos debates administrativos y reglamentarios… pero el corazón de Europa se ha construido con los valores de la democracia, con los valores de la paz, con los valores de la convivencia, con los valores de la libertad”, explicó.

Sé que he de estar al pie del cañón, que he de dar ejemplo y que soy el último que puede fallar. Por tanto, ahí estaré en cuerpo y alma porque los buenos países funcionan así

Y más: “Nuestros aliados [internacionales] son los que entienden el valor democrático de ir a votar. No entienden que el Estado español no nos deje votar. Otra cosa diferente es que algunos vean mejor o peor que Cataluña se convierta en un estado independiente. En este sentido, nosotros representamos un problema añadido, un reto. Y aquí hay una cosa que pasa desapercibida: Cataluña quiere decidir su futuro siendo una de las poblaciones más mixtas de la UE. El 36-37% de sus habitantes no ha nacido en Cataluña y la población que tiene su origen fuera supera el 50%. Y es esa comunidad la que hoy está planteando un reto democrático y en una sociedad bilingüe. Lo malo es que nos juzgan los monolingües”.

“Extremadura baja impuestos y nosotros los tenemos que subir”

Mas aprovechó también para reprochar al presidente extremeño, José Antonio Monago, sus medidas. “El señor Monago está en el mejor de los mundos, porque está en una autonomía subsidiada por todos los lados que ha recibido fondos de todos y que se permite el lujo de bajar impuestos cuando su esfuerzo fiscal es muy inferior al de otros muchos territorios. Éste es el sistema de financiación que tenemos en España, de forma absolutamente desequilibrada. Eso no quiere decir que no se haya de ayudar a Extremadura, que estamos de acuerdo en que sí y lo hemos hecho sin protestar; pero otra cosa muy diferente es que Extremadura baje los impuestos y que nosotros los hemos de subir y no podamos pagar dos pagas extras a nuestros empleados públicos, cuando nuestro esfuerzo fiscal es muy superior”.

Y acabó el plácido diálogo con otra tertulia antológica, hablando de sus impresiones y de su libro.

- ¿Quién lo presiona, President?

- El ambiente me presiona. La atmósfera.

- Dejémoslo correr, terció el entrevistador.

- No, no. No lo dejemos porque esto se pone ahora interesante, adujo la entrevistadora.

- Dejémoslo correr porque es igual. Esto son sentimientos de orden personal. Yo estoy absolutamente entregado en cuerpo y alma a la dirección del país y mientras este proceso esté en marcha intentaré cumplir y los momentos que pueda tener de dudas son momentos personales, casi intransferibles y le aseguro, además, que son pasajeros porque tengo muy claro lo que he de hacer, tengo muy clara mi responsabilidad y ahora incluso más después del pacto. Sé que he de estar al pie del cañón, que he de dar ejemplo y que soy el último que puede fallar. Por tanto, ahí estaré en cuerpo y alma porque los buenos países funcionan así.

Amable y condescendiente. Así fue la entrevista en prime time que TV3, la televisión pública catalana, le hizo ayer a Artur Mas, presidente de la Generalitat. El president respondió con malabarismos a veces y con poesía en otras. Nadie le puso contra las cuerdas ni le inquirió sobre cuestiones comprometidas. Pero de lo que no hay duda es de que durante casi hora y media tuvo en sus manos el poderoso instrumento de la caja tonta de la comunidad para difundir su mensaje, especialmente en lo que al tanto político del referéndum independentista se refiere.

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