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La Generalitat resucita la faraónica L-9 del metro de Barcelona
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RONDA DE CONTACTOS CON LAS CONSTRUCTORAS

La Generalitat resucita la faraónica L-9 del metro de Barcelona

Los Presupuestos de la Generalitat para 2014 serán duros para Cataluña pero tendrán una perita en dulce: la reactivación de las obras del la L-9 del metro

Los Presupuestos de la Generalitat para 2014 serán duros para Cataluña, pero tendrán una perita en dulce: la reactivación de las obras de la L-9 del metro en uno de sus tramos. Fuentes cercanas a la Administración catalana han explicado que el conseller de Territorio y Sostenibilidad, Santi Vila, ya ha iniciado una ronda de contactos para desbloquear estas obras.

La Línea 9 del Metro es el proyecto de infraestructuras más importante de Cataluña. En su totalidad iba a ser una línea de metro de más de 52 kilómetros entre Badalona y el aeropuerto de El Prat, con 52 estaciones y unos costes que se dispararon hasta los 6.900 millones, en especial tras el hundimiento del tramo del Carmel.

En realidad, el coste financiero es muy superior: 16.000 millones, porque muchas estaciones se proyectaron en régimen de concesión. Era el proyecto estrella del Tripartito, que quedó paralizado por el presidente catalán Artur Mas en 2012 por la crisis presupuestaria y la subsiguiente falta de fondos.

El plan de Santi Vila es activar sólo un tramo: el que une la T-1 del Aeropuerto de El Prat con la Zona Universitaria: pasando por Mas Blau, El Prat, Parc Logístic, La Fira, Amadeu Torner y Collblanc (estas dos últimas estaciones, en L’Hospitalet).

Este trayecto es clave porque el metro llegaría por fin al Aeropuerto de Barcelona y lo uniría, pasando por La Fira, en L’Hospitalet, con la Zona Universitaria de Barcelona, lo que supone conectar con otras líneas del Metro, como la Línea 3, el tranvía o los autobuses de Barcelona. Fuentes de la Conselleria de Territorio han declinado hacer declaraciones.

Se da la circunstancia de que la mayoría de esta línea está casi acabada, con las estaciones cerradas en el subsuelo del área metropolitana. Literalmente, cientos de millones enterrados bajo tierra con coste para el contribuyente, pero sin pasajeros que los puedan aprovechar (Ver álbum adjunto).

Constructoras sin fondos

Vila ha iniciado conversaciones con las constructoras implicadas en el tramo, tanto las que hicieron las estaciones en régimen de concesión, FCC, OHL y la constructora Copisa, como con las que han llevado a cabo las obras: Dragados, Acciona, Acsa Sorigué y Comsa, entre otras.

Como la Generalitat no dispone de fondos –en realidad los Presupuestos del 2014 incrementarán la presión fiscal–, lo que propone es un nuevo régimen de concesión que permita acabar las obras a cargo de los contratistas.

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Por ahora, las constructoras han dicho que sí. Pero la mayoría están famélicas después de tres años de parón de la obra pública. Por eso necesitan crédito para afrontar el proyecto. De manera que se ha abierto una ronda de conversaciones con la banca para conseguir una línea de crédito de 200 millones que permitirían acabar las obras pendientes en este tramo al sur de Barcelona y poner en marcha el metro.

Legislatura sin inauguraciones

Vila está negociando los flecos con los constructores a marchas forzadas porque quiere presentar el proyecto la semana que viene, junto con los Presupuestos del 2014. Tanto CiU, desde la Generalitat, como ERC, que dará apoyo a las cuentas públicas, necesitan esta inyección de optimismo para una ley presupuestaria que seguirá siendo dura en sus términos generales.

Vila tiene la conselleria más ingrata. Tres años de recortes le han dejado sin presupuestos. Las únicas inauguraciones sonadas han sido en las que ha participado el Ministerio de Fomento, como el AVE entre Barcelona y Gerona. De manera que en un momento de máxima tensión con Madrid por la cuestión de la independencia, Vila, secesionista declarado, mantiene una fluida relación con su homóloga en el Gobierno central, la ministra Ana Pastor.

Sin embargo, en la Línea 9 del Metro no puede esperar la ayuda de Madrid. Es una obra que depende íntegramente de la Generalitat, por lo que, si no se cierran las complicidades con el sector privado –constructoras y bancos–, esas estaciones seguirán durmiendo el sueño de los justos, esperando bajo tierra los pasajeros que nunca llegarán.

Los Presupuestos de la Generalitat para 2014 serán duros para Cataluña, pero tendrán una perita en dulce: la reactivación de las obras de la L-9 del metro en uno de sus tramos. Fuentes cercanas a la Administración catalana han explicado que el conseller de Territorio y Sostenibilidad, Santi Vila, ya ha iniciado una ronda de contactos para desbloquear estas obras.

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