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Todos los hombres del ‘president’… con el visto bueno de ERC
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MAS SE RODEA DE FIELES CON VISTAS AL REFERÉNDUM

Todos los hombres del ‘president’… con el visto bueno de ERC

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, quiere tener todos los flancos bien cubiertos en la nueva y dura legislatura que le espera. Los independientes de

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Todos los hombres del ‘president’… con el visto bueno de ERC

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, quiere tener todos los flancos bien cubiertos en la nueva y dura legislatura que le espera. Los independientes de su Gabinete han sido barridos para situar en su lugar a hombres de la total confianza del president. Todos, a excepción del exsocialista Ferran Mascarell, que le ha dado sobradas muestras de lealtad durante los dos últimos años. La tarea que tiene ante sí, no obstante, es ardua, con una meta nada fácil: celebrar un referéndum independentista en el año 2014. De ahí que lo que necesita a su alrededor son políticos, gente de acción, más que gestores.

En el área política, el hombre fuerte será Francesc Homs, hasta ahora portavoz del Gobierno y, en el futuro, consejero de Presidencia. Homs ha sido uno de los principales apoyos de Mas tanto en el partido como en el Gobierno durante los últimos años. Hace dos años, en su libro Derecho a decidir. Estación concierto, Homs destacaba cinco activos de Convergència: resistencia, proyecto, liderazgo, unidad y Cataluña como prioridad. Y cinco activos de la propia Cataluña: conciencia nacional, vocación de emprendeduría, dimensión ideal, compromiso colectivo y voluntad de cambio.

Bajo su supervisión, el Gobierno de Mas deberá dar todos los pasos decisivos para la convocatoria del referéndum independentista. Homs fue el mayor defensor del concierto económico para Cataluña, pero cuando el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, cerró las puertas a esa posibilidad el día 20 del pasado mes de septiembre en la reunión que mantuvo con Mas, pasó a ser el mayor defensor del “derecho a decidir” con la convocatoria de la consulta secesionista.

En su libro del 2010, el ahora hombre fuerte del área política de la Generalitat mantenía que “la fuerza del derecho a decidir es la libertad y la democracia. Y su horizonte no tiene límites (...) El derecho a decidir es una apuesta política más que un derecho en la perspectiva estrictamente formal o jurídica del término”. Advertía también que “las reglas del Estado de derecho en democracia son fundamentales para canalizar los proyectos y los anhelos colectivos, no para bloquearlos”. Y advertía de que el catalanismo apostó durante más de 30 años por la “transición española con el objetivo de superar el franquismo”, pero ahora las cosas han cambiado y las circunstancias y convicciones “nos llevan a apostar por esta nueva transición, que no es otra que poder ejercer el derecho a decidir del pueblo de Cataluña”.

El otro gran apoyo de Mas es Germà Gordó, hasta ahora secretario del Gobierno. Gordó ocupará la cartera de Justicia, en sustitución de la independiente Pilar Fernández Bozal (nombrada a instancias de UDC). Fernández Bozal fue el primer nombre que quedó sentenciado tras los pactos de CiU y ERC, ya que su trayectoria choca frontalmente con la estrategia de los republicanos: como jefa de los servicios jurídicos de la Delegación del Gobierno, fue la encargada de presentar todos los recursos contra los referéndums independentistas celebrados en los ayuntamientos catalanes. Por ello, fue considerada “no apta” para pilotar la estrategia de Justicia ante el referéndum que quiere promover el ejecutivo autonómico.

UDC, contenta

Para compensar a Unió de la pérdida de influencia en Justicia, Mas accedió a entregar la cartera de Interior a un hombre de la confianza de Josep Antoni Duran Lleida: Ramon Espadaler, presidente del comité de gobierno de UDC. Para ello, desplazó de Interior a Felip Puig, que, con el cambio, aseguran en su círculo, ha salido ganando, al hacerse cargo de la Consejería de Empresa y Ocupación, al frente de la cual estaba hasta ahora el independiente Francesc Xavier Mena, que vuelve a su antiguo trabajo en ESADE.

Con los cambios, Unió queda contenta ya que tendrá en sus manos tres de las 12 consejerías: en primer lugar, a Joana Ortega como vicepresidenta y consejera de Gobernación y Relaciones Institucionales; y luego, a Espadaler en Interior y a Josep Maria Pelegrí, que repite como consejero de Agricultura. Con ello, Mas ha cumplido escrupulosamente los pactos de reparto de poder con sus socios democristianos, que tradicionalmente ocupan uno de cada cuatro cargos institucionales.

Perfil más independentista

Solventado el reparto con Unió, el perfil político se adapta también a los deseos de Esquerra: en el Gabinete hay tres nombres que hace años estuvieron juntos en lo que se conocía entonces como el pinyol (hueso), es decir, el núcleo más duro y soberanista de Convergència Democràtica (CDC). Se trata de Felip Puig, Francesc Homs y Germà Gordó. Eran un grupo de jóvenes valores que apostaban por dar prioridad a las cuestiones identitarias y que nunca ocultaron sus simpatías por un pacto CiU-ERC que ahora, finalmente, se ha materializado.

Dos personas más de la confianza de Artur Mas refuerzan un Gabinete hecho a medida para el president: la salida de Lluís Recoder de Territorio y Sostenibilidad ha provocado la entrada en el gabinete de Santi Vila, alcalde de Figueres y a quien algunos apuntan como el recambio del propio Mas a medio plazo. La salida de Josep Lluís Clèries, que no era del agrado de ERC, permitió la asunción de Bienestar y Familia a la sindicalista Neus Munté, responsable de relaciones institucionales de la UGT de Cataluña. Munté, que ya había tenido responsabilidades políticas en los Gobiernos de Jordi Pujol, fue de número 11 en la lista de Artur Mas el pasado 25-N.

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, quiere tener todos los flancos bien cubiertos en la nueva y dura legislatura que le espera. Los independientes de su Gabinete han sido barridos para situar en su lugar a hombres de la total confianza del president. Todos, a excepción del exsocialista Ferran Mascarell, que le ha dado sobradas muestras de lealtad durante los dos últimos años. La tarea que tiene ante sí, no obstante, es ardua, con una meta nada fácil: celebrar un referéndum independentista en el año 2014. De ahí que lo que necesita a su alrededor son políticos, gente de acción, más que gestores.