CiU tenía conocimiento de dossiers y correos electrónicos contra Artur Mas desde hacía un mes

Ni tanto ni tan calvo. Las informaciones destapadas sobre supuestas cuentas secretas en Suiza de Jordi Pujol y Artur Mas son fruto de una maniobra que lleva gestándose hace meses, hasta tal punto que los dirigentes de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) sospechaban que iban a sacar el tema de la corrupción en plena campaña electoral y buscaban un parapeto donde cobijarse ante el alud de noticias que iban a filtrarse.

Aunque desde hace casi un mes se ha estado hurgando en los historiales de los principales dirigentes convergentes, con el punto de mira puesto en Artur Mas y Jordi Pujol, también es cierto que en las filas de CiU se estaban preparando para lo peor. “Sabíamos que querían reventar la campaña, pero no teníamos ni idea de lo que iban a hacer. Nos temíamos que iban a airear casos como el del Palau o el de las ITV para hacernos daño. Pero no creíamos que llegarían tan lejos como para filtrar lo que se ha filtrado, que es una burda patraña. Son mentiras e informaciones falsas con una intencionalidad política”, dice a El Confidencial una fuente de la dirección de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC).

Hace varias semanas, algunos periodistas de redacciones de algunos medios -entre ellos El Confidencial- recibieron en sus correos electrónicos una información apócrifa en la que se señalaba a los dos dirigentes nacionalistas como propietarios de cuentas corrientes en Suiza. La información, que añadía algunos nombres de tronío a esa lista (eminentemente políticos, pero también algunos empresarios), no daba ningún detalle más ni aportaba pruebas. Paralelamente, otro correo adjuntaba una fotografía de Jordi Pujol Soley y su esposa, Marta Ferrusola, en la inauguración de un complejo hotelero mejicano. Curiosamente, hasta ese lugar se había desplazado este verano un colaborador de los servicios de información del Estado -que recorrió varios países del Caribe y Centroamérica en su periplo-, supuestamente de vacaciones.

Las relaciones de los Pujol con México son múltiples. Una nieta del expresidente de la Generalitat (hija de Jordi Pujol Ferrusola) se casó este verano con el hijo de un rico empresario hotelero del país transatlántico, en una multitudinaria boda celebrada en la catedral del Mar, es decir, en la iglesia de Santa María del Mar, ceremonia a la que asistió también la esposa del presidente de la Generalitat, Artur Mas (la ceremonia civil se había celebrado en la capital mejicana el pasado marzo). Además, otra hija de Jordi Pujol está casada con un arquitecto de aquel país, heredero de una de las grandes fortunas mejicanas. La relación familiar de los Pujol con el país centroamericano, pues, está fuera de toda duda.

No solamente eso: el informe se nutre de de informaciones de una fiesta celebrada los días 27 y 28 de noviembre del 2009 (aunque data este evento en el mes de  noviembre del 2012) en Acapulco, donde el hijo de Pujol fue presentado como socio de este complejo de lujo, junto a Sergio Kam y Rafael Aragonés. En las fotografías de la fiesta, además de importantes personajes de la beautiful mexicana, están varios miembros del clan Pujol.

Investigados en media América

Pero también ha habido pesquisas por encontrar propiedades a esta familia en Brasil, Uruguay y Argentina. El supuesto borrador del Ministerio del Interior detalla que los Pujol tienen inversiones en Estados Unidos, México y Argentina. En este último país, especifica el documento, disponen del 30% de la empresa explotadora de Puerto Madero, en Buenos Aires, que explota un holding cuya matriz se encuentra en el paraíso fiscal de las Antillas Holandesas. Puerto Madero es un exclusivo barrio de la capital argentina. No se detalla, sin embargo, qué infraestructuras explota esa compañía, ya que desde el puerto hasta otras edificaciones como el famoso Balneario Costa Sur o varios hoteles de lujo son explotadas por diversas empresas, ya sean privadas o públicas (entre ellas, el estadio del Boca Juniors).

Lo cierto es que a los Pujol se les atribuyó en diversas ocasiones una inmensa fortuna -incluida una flotilla de coches de alta gama guardados en un parking cerca del Puerto de Barcelona- y vacaciones a cuerpo de rey en Aspen (Colorado), así como negocios en países tan distintos como Panamá, Andorra, México o Estados Unidos. Uno de los hijos del expresidente estuvo, durante su luna de miel, en casa del empresario español John Rosillo en Texas hace algo más de una década y dicho empresario le sirvió más tarde de cicerone en los intentos de inversión en el país del canal que hicieron algunos hijos de Jordi Pujol. Un empresario barcelonés recibió puntual información sobre estos contactos a través de misivas que el propio Rosillo le había enviado hasta su muerte a finales del año 2007.

Pero nada se pudo probar de los Pujol más allá de meras especulaciones. Ni siquiera de Artur Mas, del que se descubrió que su padre mantenía una cuenta en el paraíso fiscal de Liechtenstein y que la regularizó antes de hacerse público el escándalo. Mas ha prometido que no se benefició de ningún dinero de Suiza y que él y su esposa sólo tienen dos cuentas en sendas entidades bancarias catalanas, aunque la oposición se mantiene incrédula porque exige que pronuncie, letra por letra, la frase “no tengo ninguna cuenta en ningún paraíso fiscal”. Cosa, por otra parte, que el president no ha hecho todavía.

Fuentes de Convergència, no obstante, reconocen que una de las principales preocupaciones de CiU era la posible imputación del secretario general de Convergència, Oriol Pujol, en el caso ITV, donde aparece vinculado a la trama que pretendía beneficiarse con la convocatoria de un nuevo concurso para adjudicar las estaciones de ITV en la comunidad y seguir luego haciendo negocios con adjudicaciones oficiales en otros ámbitos, como las inspecciones industriales e incluso habían hablado de aprobar una nueva ley que obligase a todos los domicilios a pasar una especie de ITV de eficiencia energética que sería adjudicada a su empresa. O sea, un negocio redondo.

Oriol es el tercero de la lista de CiU por Barcelona, tras Artur Mas y la democratacristiana Joana Ortega, a quien le corresponde este puesto por los pactos entre Convergència y sus socios de Unió Democràtica (UDC), por lo que su imputación hubiese sembrado de dudas la honorabilidad de la formación nacionalista.

El pasado mes de julio, la juez encargada del caso ordenó un informe específico sobre el papel de Oriol Pujol en la trama para determinar si lo imputa o no, pero con la campaña electoral encima se ha pospuesto cualquier decisión para no interferir en la misma.