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Adolfo Todó dirigirá la caja de la gran fusión entre Tarragona, Catalunya y Manresa
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EL MARTES SE APRUEBA LA OPERACIÓN

Adolfo Todó dirigirá la caja de la gran fusión entre Tarragona, Catalunya y Manresa

El próximo martes 13 las cajas de Catalunya, Tarragona y Manresa han convocado sus respectivos consejos para explicar el principio de acuerdo a que han llegado

Foto: Adolfo Todó dirigirá la caja de la gran fusión entre Tarragona, Catalunya y Manresa
Adolfo Todó dirigirá la caja de la gran fusión entre Tarragona, Catalunya y Manresa

El próximo martes 13 las cajas de Catalunya, Tarragona y Manresa han convocado sus respectivos consejos para explicar el principio de acuerdo a que han llegado las cúpulas directivas para integrarse en una sola institución. Es la gran fusión catalana, que dará como resultado la cuarta entidad de ahorro de toda España por volumen de activos: más de 81.000 millones, de los que 63.000 millones corresponden a la primera, más de 11.000 millones a la segunda y unos 6.500 millones, a la tercera.

 

El timing se ha cumplido a rajatabla: se esperaba al martes, cuando estaba convocado el consejo de Caixa Catalunya, para oficializar el acuerdo, tal y como ya había publicado este diario. Porque con la presión de las autoridades económicas para que se llegase a buen puerto, no podía demorarse por más tiempo la fusión. La retirada de Caixa Girona de esta operación y su finta para sumarse a la fusión de Sabadell, Terrassa y Manlleu hizo temblar a la Generalitat, que esperaba una unión de las cajas dependientes de las Diputaciones. La incorporación de Manresa vino a cubrir el vacío de Girona. Pero la posición de Tarragona tampoco era cómoda y hubo que vencer muchas reticencias para llegar al acuerdo.

 

Las razones esgrimidas por Tarragona eran similares a las de Girona: se temían su práctica desaparición dentro de la gran entidad que significa Caixa Catalunya, con un volumen de activos sensiblemente mayor. La orden de Generalitat fue concreta a Caixa Tarragona, que preside Gabriel Ferraté y dirige Rafael Jené: “Hay que sumarse a la esencia barcelonesa”. No cabían, pues, quejas sobre la supuesta centralidad que iba a acarrear la fusión. A las dos cajas menores se les han dado todas las facilidades para la integración y su peso específico dentro de la institución resultante será mayor que el porcentaje puro y duro de sus activos sobre el volumen total.

 

Caixa Cataluña tendrá un peso específico de algo menos del 60% en la nueva entidad resultante, según ha podido conocer El Confidencial. Las otras dos cajas estarán a la par: algo más del 20% para cada una, con lo que las dos salen ganando. Al margen, se mimará también su presencia en otros órganos institucionales, como la Comisión de Control.

 

Serra, presidente por dos años

 

Los dos primeros años, será el actual presidente de Caixa Catalunya, Narcís Serra, la mayor de las tres entidades, el hombre de la nueva institución. Ahora comenzarán a atarse los flecos del reparto de responsabilidades para determinar quien le sustituya. “Hay un factor de índole política no menospreciable que habrá que tener en cuenta después de este periodo de transición. Dentro de dos años, se buscará a la persona idónea y se consensuará”, señala una fuente que sigue de cerca el proceso.

 

Pero el hombre fuerte será el director general de la misma caja, Adolfo Todó, que lleva un año y nueve meses en el cargo. Todó se reencontrará, pues, con el equipo que ya había dejado en Caixa Manresa, de donde salió catapultado hacia Barcelona. Según varias fuentes consultadas por El Confidencial, Todó estará bien arropado por dos directores generales adjuntos: Jaume Masana y Feliu Formosa. Este último es el director general de Manresa, entidad que preside Manel Rosell. Este organigrama ya había sido previsto hace un tiempo por Todó, que se sentiría muy cómodo con él debido a su trayectoria laboral que pasó por la pequeña entidad del interior catalán. Fuentes cercanas a la operación afirmaron a este diario que “no habrá moneda de cambio para repartirse los cargos ejecutivos”.

 

Otra cosa es atar el tema del encaje territorial de la red de oficinas. “Con Caixa Manresa no hay problema -dice una fuente consultada por este diario-, pero Caixa Tarragona y Caixa Catalunya sí que comparten mucho territorio, especialmente en las comarcas situadas al sur de Barcelona. Ahí pueden generarse ciertos problemas de encaje, pero el tema ya se ha hablado y podría tener fácil solución con una racional reducción de oficinas y de plantilla mediante prejubilaciones”. Otra fuente añade que, aunque no se ha entrado a fondo en el asunto, “se han extrapolado otras experiencias similares para ver cómo podemos llevarlo a cabo de la manera menos traumática posible”. De momento, según pudo saber este diario, se han hecho ya algunos estudios preliminares, aunque sin carácter formal que el plan de integración porque

 

El Sindicat d’Estalvis de Catalunya (SEC), por su parte, hizo público este viernes un comunicado pidiendo que se respete el nombre de Caixa Catalunya porque no es una marca “quemada”. Si a la nueva entidad se le quita este nombre, según el sindicato, “es una auténtica aventura con mucho riesgo y ninguna garantía. Se trata, exactamente, de desvincular la caja de sus orígenes y de su identidad, pensando que, sin el nombre Catalunya, en España se podría hacer más negocio”. Para este sindicato, “es cierto que hay grupos de población que recelan de aquello que proviene de Cataluña, pero son grupos reducidos y, sin duda, no se dejarán engañar por un cambio de nombre”. Además, “comenzar de cero en estos momentos es un esfuerzo económico y comercial indefendible”. Y termina diciendo que “es muy evidente que la idea de eliminar el nombre Caixa Catalunya no deriva de un análisis profundo, riguroso e inteligente. La excusa de la fusión no vale, porque nunca nadie reclamó la desaparición de este nombre”.

 

En la entidad de ahorros, sin embargo, éste es un tema menor. “Si se llega a cambiar el nombre, no quiere decir que la caja se vuelva anticatalana o antiterritorio”. Según manifestaron a este diario fuentes de la entidad, “lo que se hará es un racionamiento lógico a todos los niveles”. Y ello implicará asumir cambios no sólo en cuestiones de imagen, sino también en la unión de los sistemas informáticos, por ejemplo. “Y la línea de actuación de Adolf Todó en este sentido es un ejemplo de cómo racionalizar y ahorrar en costes”.

El próximo martes 13 las cajas de Catalunya, Tarragona y Manresa han convocado sus respectivos consejos para explicar el principio de acuerdo a que han llegado las cúpulas directivas para integrarse en una sola institución. Es la gran fusión catalana, que dará como resultado la cuarta entidad de ahorro de toda España por volumen de activos: más de 81.000 millones, de los que 63.000 millones corresponden a la primera, más de 11.000 millones a la segunda y unos 6.500 millones, a la tercera.