El plan de La Línea para robarle turistas a Gibraltar: un puerto para cruceros

Los 12 kilómetros de costa de La Línea de la Concepción, en la provincia de Cádiz, se han convertido en el atraque perfecto para las embarcaciones de los narcotraficantes. El municipio tan solo cuenta con 50 guardias civiles, por lo que poco pueden hacer las patrulleras cuando aparecen lanchas de 900 caballos con 3.000 kilos de hachís a bordo. Los delincuentes, sin embargo, sí suelen cruzarse en sus idas y venidas con otro tipo de barcos, y es que cientos de cruceros visitan cada año la localidad vecina: Gibraltar.

Su población apenas supera los 33.000 habitantes y su extensión no alcanza los siete kilómetros cuadrados, pero en 2016 recibió 224 cruceros, lo que sitúa al puerto del Peñón como el tercero más visitado de la costa andaluza. De esta manera, los llanitos han conseguido hacerse un hueco en las rutas que siguen estas embarcaciones, lo que se traduce en la llegada de 404.005 turistas el año pasado.

Ante esta situación, las autoridades linenses han decidido mover ficha y, para ello, parten de una idea muy simple: si Gibraltar puede, nosotros también. Así ha surgido el plan de construir un puerto para megayates y cruceros, bautizado como Gran Marina del Estrecho, que obtuvo la concesión administrativa el pasado julio y pretende empezar a construirse este mismo año. "Será nuestro Guggenheim", asegura a El Confidencial el alcalde de La Línea, Juan Franco.

Según explica el ingeniero que está a cargo de la obra, Juan Ignacio Jiménez Casquet, "la necesidad de espacio en Gibraltar y su imposibilidad de crecimiento permitirán que la nueva base de megayates y cruceros absorba la demanda de la colonia". En este sentido, Jiménez apunta además a que el Brexit podría acabar con "el ventajoso régimen fiscal" del Peñón, lo que pondría punto y final a los descuentos en el repostaje, una de las razones por las que su puerto recibe tantos cruceros.

Casquet insiste en que se trata de "una obra sencilla", puesto que el proyecto se apoya en las infraestructuras con las que ya cuenta el actual puerto. "La inversión total es de 35,8 millones de euros, incluyendo honorarios, licencias, tasas y obras hasta la puesta en marcha de las instalaciones. El presupuesto de inversión de las obras es de 31,5 millones de euros, 22.500.000 euros correspondientes a la obra civil y 9.000.000 euros a la construcción de edificios", explica el ingeniero.

El puerto contaría con dos dársenas diferenciadas, una para 73 megayates de entre 30 y 100 metros de eslora y otra para dos cruceros con 8 metros de calado, y contempla además la habilitación de una explanada de 10.000 metros cuadrados "con edificaciones singulares dedicadas a servicios naúticos y comerciales". Según explica Casquet, el proyecto contempla también la construcción de zonas para actividades de ocio y recreativas, lo que "potenciará la urbanización del dique".

Aunque el alcalde reconoce que un puerto como este no puede hacer sombra al de Gibraltar, apunta a que su proyecto pretende atraer a "pasajeros de alto nivel adquisitivo" y, al mismo tiempo, "desarrollar la zona comercial de La Línea". De esta manera, Franco señala que se crearían 300 puestos de trabajo y que La Línea se "consolidaría como destino vacacional", cambiando así los fardos de hachís por los turistas adinerados.