Alta tensión en el sanchismo: temen juego sucio si Ferraz no garantiza el voto secreto

Los afines a Pedro Sánchez no se fían de la gestora y los nervios se adueñan ya de cara al domingo 21 de mayo. Este jueves hubo un intercambio de advertencias y un cruce de reproches entre los sanchistas y Ferraz a cuenta de un asunto que consideran clave. El acuerdo de todas las candidaturas y la gestora fue que el voto se realice de forma secreta, en urna y con todas las papeletas dentro de las cabinas. Así se notificó ayer de nuevo en un comunicado desde Ferraz tras una jornada tensa.

Puede parecer un tema menor, pero no lo es. Después de mucho repetir los sanchistas que el voto es libre y el aval cautivo, los nervios se trasladan a las votaciones. Desde el equipo de Pedro Sánchez consideran un tema crucial que no haya papeletas fuera de las cabinas en las que se votará en agrupaciones y casas del pueblo. Insisten en que puede haber "presiones", "coacciones", "dirigentes del partido vigilando". Si hay papeletas dentro y fuera, eso puede situar en una posición comprometida y “de sospecha”. Parecería surrealista si no fuera porque los ‘fontaneros’ coinciden en que es “muy importante” y hay experiencias previas.

Este mismo asunto ya fue objeto de una amplia polémica en el congreso socialista de Sevilla que ganó Alfredo Pérez Rubalcaba a Carme Chacón por 22 votos en 2012. Entonces fue José Luis Rodríguez Zapatero quien peleó por imponer el voto en cabina para garantizar la libertad de los compromisarios. Fue una manera de garantizar que los delegados, que votaban de forma individual, no recibieran presiones de sus federaciones. Fue una muestra evidente de que era un cónclave a cara de perro donde no se permitieron ni los ‘corrillos’ cerca de las cabinas con las urnas.

La pelea por el voto en cabina ya se dio en el congreso de Rubalcaba y meses después con la llegada de Díaz al PSOE de Sevilla

Meses después, en julio de 2012, se libró una batalla similar en el congreso del PSOE de Sevilla que enfrentó a Susana Díaz con el ahora diputado y exalcalde de Alcalá de Guadaíra (Sevilla) Antonio Gutiérrez Limones. Entonces era el rival de Díaz quien peleó por el voto en cabina para garantizar el máximo secreto e independencia de los delegados. Fue uno de los asuntos que más enconaron y crisparon la llegada de Díaz al mando del PSOE sevillano. Entonces también fue una gestora la que tuvo que afrontar y calmar las sospechas de los críticos.

Reabrir conflictos

Este asunto quedó aparentemente resuelto en la reunión que todas las candidaturas celebraron con la gestora al iniciarse el proceso a comienzos de mayo. Se acordó el voto en secreto, en urna y en cabinas. No hubo polémica. Las dudas han vuelto a la candidatura de Pedro Sánchez a raíz de las instrucciones remitidas por Ferraz a las agrupaciones para el día de la votación. Ese apartado estaba redactado de una forma “ambigua”, según los sanchistas, que entendían que la gestora abría la puerta a que hubiera papeletas dentro y fuera de las cabinas. Varias llamadas y una conversación con el portavoz de la gestora, Mario Jiménez, terminaron con un nuevo comunicado a los secretarios de Organización restringiendo las papeletas a los espacios o cabinas habilitadas. “Habrá cabinas o una urna tras una cortina, depende de cómo sea la agrupación y los recursos que haya, pero el voto secreto está blindado”, replican desde Ferraz.

La gestora defiende la total transparencia y todas las cautelas y garantías del proceso. Todo está a punto desde un punto de vista técnico para que el domingo no haya fallos que puedan dar al traste con unas primarias que han puesto al borde del precipicio al PSOE y donde todos admiten que no pueden permitirse “más ‘show’ ni espectáculos”. La situación es delicada y todas las partes llaman a la calma, pero la desconfianza hacia la gestora de los sanchistas es un hecho. Los susanistas señalan estos movimientos como señales inequívocas de que sus adversarios no confían en su victoria y van a “embarrar”.

Desde la gestora garantizan la limpieza del proceso y llaman a no sembrar dudas ni elevar el 'show'

La candidatura de Pedro Sánchez peleó que la gestora ofreciera información territorializada de la procedencia de los avales, pero esta se negó alegando que eso obligaba a procesar datos de los militantes, que no tenían por qué desencriptarse. Otra pelea perdida fue la del voto diseminado. Se llama así a los militantes que se han afiliado al partido por internet y que no tienen asignada una agrupación. La mayoría se entiende que son afines a Pedro Sánchez, por mantenerse lejos de la vida orgánica tradicional. Desde su candidatura pidieron que pudieran votar en la agrupación más cercana a su domicilio, pero finalmente tendrán que hacerlo en las capitales.

Guiños para todos

Desde la gestora muestran total confianza en que no habrá sobresaltos el domingo 21 de mayo, pese a las turbulencias y los enfrentamientos internos previos. Desde Ferraz hay una llamada para que todos estén “a la altura” y no se vuelva a intentar crear conflictos con asuntos que ya quedaron “pacificados” y resueltos en las reuniones previas. “Todo esto solo revela nervios y una tentación peligrosa de querer sembrar dudas sobre un proceso que tendrá todas las garantías y más que en ninguna otra ocasión ni en ningún otro partido”, señalan desde la gestora. Indican que se han atendido todas las peticiones de las candidaturas, incluida la solicitud de los de Patxi López de que los apoderados puedan ejercer en cierta forma como interventores en caso de que no sean suficientes. O, por ejemplo, autorizando que se abran sedes para facilitar al máximo la participación de los militantes en pueblos muy pequeños y si hay dificultades de que se puedan trasladar a otro lugar cercano.

El domingo habrá datos de participación a lo largo de toda la jornada y se espera que, contemplando el cierre de las mesas de Canarias, haya resultados a partir de las 11 de la noche. ¿Y si se impugnan algunas mesas o se trata de paralizar el proceso por parte de alguna candidatura? Desde la gestora aseguran que las normas están claras y que no se paralizará el proceso a menos que pase algo tan grave que el resultado de las primarias quede en entredicho o pueda alterarse quién es el ganador. Algo que no sería demasiado difícil si, de verdad, el margen entre Susana Díaz y Pedro Sánchez es tan estrecho como se barrunta.