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Cospedal y Zoido pierden por la mínima en el PP de Sevilla tras una guerra sin cuartel
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ganan los críticos

Cospedal y Zoido pierden por la mínima en el PP de Sevilla tras una guerra sin cuartel

Rajoy ordenó un acuerdo para frenar una guerra civil y la votación, que no tendrá segunda vuelta, da la victoria por un puñado de votos a la candidata Virginia Pérez

Foto:  Maria Dolores de Cospedal y Juan Ignacio Zoido. (EFE)
Maria Dolores de Cospedal y Juan Ignacio Zoido. (EFE)

El sector crítico del PP de Sevilla, liderado por la portavoz de la Diputación de Sevilla, Virginia Pérez, ha vencido este viernes al candidato del aparato y actual presidente provincial, Juan Bueno. Por un ajustadísimo resultado y en un recuento de infarto, "entre 60 votos de diferencia y cuatro" y con más de 5.000 afiliados, según informaron desde el PP. Pasada la medianoche estaban todavía pendientes de un acta y confirmación oficial y no se descartaban impugnaciones que pudieran alterar el resultado. Bueno tenía el respaldo del ministro del Interior y exalcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, y de la secretaria general, María Dolores de Cospedal. Entre los críticos, que se llaman renovadores, hay fieles de Javier Arenas.

El PP de Sevilla no ha tenido un 1 de octubre negro al estilo del PSOE pero casi. La tensión, los gritos, los reproches entre bandos... han sido ingredientes en el partido sevillano en los últimos meses. “Demasiado tiempo. Debimos intentar un acuerdo mucho antes. Se cruzaron las elecciones, el conflicto estalló demasiado pronto...”, apunta un dirigente que cree que todos se han equivocado, “unos más que otros”. En plena tormenta de corrupción por la Operación Lezo en Madrid y en una semana muy complicada para el Gobierno, en la capital andaluza libra su particular batalla interna.

El PP ha destronado al PSOE en Sevilla como el partido más belicoso. Ahora sus militantes también se pelean en las redes sociales. La gran diferencia es que aquí el socialista Juan Espadas gobierna. Se hizo con la alcaldía en 2015, pese a sus escuetos 11 concejales, tras perder el PP de Juan Ignacio Zoido una mayoría absoluta histórica de cuatro años antes.

La marcha de Zoido como ministro de Interior abrió la caja de los truenos. El exalcalde con el apoyo de María Dolores de Cospedal movió sus fichas, reforzó a sus peones en el partido y los críticos vieron su oportunidad. Lo cierto es que no hay profundas diferencias de fondo tras hablar con los dos sectores del PP sevillano. La pelea es más bien por el control del partido, por los cargos, los sillones o ir más arriba o más abajo en las listas electorales. Entre quienes se llaman renovadores figuran algunos históricos afines a Javier Arenas.

La orden de Rajoy

El pasado viernes el presidente Mariano Rajoy almorzó con Juanma Moreno en un restaurante de la Cartuja, en Sevilla. El líder del PP andaluz le expuso la “grave” situación en la provincia y Rajoy ordenó un acuerdo. La fractura amenazaba con laminar a una mitad del partido. Las fuerzas entre críticos y oficialistas estaban muy igualadas. Al día siguiente, en el hall de un hotel próximo, donde se celebraba el congreso de Nuevas Generaciones, se pudo ver conversar a Juan Bueno y Virginia Pérez bajo la atenta mirada de Moreno y el vicesecretario general del PP, Fernando Martínez Maíllo. La orden de un armisticio ya se había lanzado con el aval de Génova y un aviso serio: acuerdo o gestora.

Ya en julio, la candidata crítica, Virginia Pérez, se vio forzada a dimitir para evitar el estallido interno. Esto envenenó aún más al PP sevillano. El líder andaluz optó por ponerse de perfil para salvar su propio congreso regional, que aún estaba pendiente y debía confirmar su liderazgo. Juanma Moreno transmite que necesita un partido unido para aprovechar la marcha de Susana Díaz en sus próximas elecciones. También hay 'líos' en Granada, Córdoba y Jaén. En Andalucía, el PP suma ya 37 años en la oposición, los mismos que el PSOE en el gobierno.

Hace meses, el líder del PP andaluz optó por la neutralidad y por ponerse de perfil para salvar su propio congreso regional

Durante meses se aplazó, al más puro 'estilo Rajoy', el problema interno en las filas populares en Sevilla pero lejos de solucionarse, se enconó. Este miércoles, in extremis, se firmó otro acuerdo. No habría segunda vuelta, como prevén los recién estrenados estatutos del PP. Quien perdiera se retiraría y propondría a un número dos. Se insistía en la convivencia que antes se había roto por imposible. Los problemas de censo, las acusaciones de irregularidades con nuevos militantes inscritos y las reclamaciones obligaron a retrasar la votación un día.

Los estatutos, "por el forro"

El audio de “una conversación privada”, según el entorno de Virginia Pérez, publicado por ‘ABC’, trascendió el mismo día de las votaciones. Se oía a la candidata asegurar que no había acuerdo sino “una imposición”: “Tenemos un aparato que se pasa los estatutos por el forro”. Añadía que no estaba dispuesta a ser la número dos de su rival. “Antes me corto una mano”. Como despedida: “El 22 de mayo del año que viene veremos a ver quien queda”:

Las palabras de la portavoz del PP en la Diputación de Sevilla sentaron “muy mal” tanto en la dirección regional como en Génova, sostienen fuentes del PP andaluz.

El sector crítico del PP de Sevilla, liderado por la portavoz de la Diputación de Sevilla, Virginia Pérez, ha vencido este viernes al candidato del aparato y actual presidente provincial, Juan Bueno. Por un ajustadísimo resultado y en un recuento de infarto, "entre 60 votos de diferencia y cuatro" y con más de 5.000 afiliados, según informaron desde el PP. Pasada la medianoche estaban todavía pendientes de un acta y confirmación oficial y no se descartaban impugnaciones que pudieran alterar el resultado. Bueno tenía el respaldo del ministro del Interior y exalcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, y de la secretaria general, María Dolores de Cospedal. Entre los críticos, que se llaman renovadores, hay fieles de Javier Arenas.

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