Sandokán: el empresario “analfabeto” que fue el hombre más poderoso de Córdoba

Sandokán silbaba entre apuesta y apuesta. La bola de la ruleta americana giraba. Se jugaba dinero, muchos euros, en el Casino de Torrequebrada de Benalmádena. El constructor Rafael Gómez llegó incluso a firmar un documento para que no le dejaran entrar más en el local de juego. Era agosto de 2010 y El Confidencial comprobó que apostaba alto cuando el crupier dijo: “5.400”. En ese momento Sandokán estaba (sólo) imputado en el caso Malaya. Luego fue condenado en el mayor caso de corrupción urbanística en España. No entró en prisión.

Ahora, una sentencia le ha penado a cinco años y tres meses de prisión por fraude fiscal. En la misma semana que a Iñaki Urdangarin. En este juicio se ha declarado “analfabeto”. “No sé ni lo que es el IRPF”, se preguntó. Entre más perlas: “Yo no sé ni leer ni escribir, yo tenía a personas de plena confianza en la oficina, no tengo ni idea". Afirmó su “desconocimiento total” de los aspectos económicos de su entramado empresarial. Algo así como una versión libre andaluza de los argumentos planteados por la infanta Cristina de Borbón…

Este joyero de Córdoba (por sus manos pasaba la plata artesanal de su ciudad) de cabello como el de un zorro plateado y amigo íntimo del ‘gilismo’, sobre todo de su cerebro (Juan Antonio Roca), tiene ya 73 años. Con su mujer enferma, ha dejado el negocio a sus hijos, pero sigue siendo el indiscutible páter, un patriarcado empresarial del que fue el hombre más poderoso de Córdoba, inmediatamente por detrás del ya fallecido Miguel Castillejo, presidente de Cajasur con su constructora Arenal 2000, ya liquidada. “Fue un títere en manos del cura”, asegura un exdirectivo de la entidad financiera cordobesa.

La visitilla de este viernes tras la sentencia ha resuelto libertad provisional sin fianza, aunque deberá comparecer ante los juzgados los días 1 y 15 de cada mes. Debe 70 millones de euros a Hacienda. La Fiscalía le había pedido tres millones de euros de fianza. El Tribunal Supremo decidirá. El pasaporte lo tiene retirado. El juez ve riesgo de fuga, aunque no parece tener mucha intención de abandonar su chalé, una casa blanca, en la calle Sansueña, en la pudiente y residencial zona de El Brillante, al norte de la capital cordobesa.

Cuando a los problemas empresariales se les unieron los judiciales, pensó en dar el salto a la política. Era cuestión de repetir el modelo de Jesús Gil y Gil. Ya había sido presidente del Córdoba CF en tiempos de la alcaldesa Rosa Aguilar (IU) y actualmente consejera de Cultura de la Junta de Andalucía. Se creyó que podría ser alcalde. Y estuvo a punto de serlo…

Tras fundar el partido UCOR (Unión Cordobesa), logró en mayo de 2011 cinco concejales convirtiéndose en el jefe de la oposición municipal durante los cuatro años que José Antonio Nieto (PP) fue el alcalde de Córdoba (hoy es el secretario de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior). En las últimas elecciones municipales se llevó un varapalo que no esperaba: se quedó con solamente un acta de concejal. Sandokán dimitió y Rafael Serrano, su sobrino, siguió de concejal. Ni Serrano ni el abogado del empresario quisieron hablar con este diario.

Irregularidades urbanísticas

En Córdoba pocos quien hablar de él. “Ya sabes cómo es Rafael”, dicen los que le conocen. ¿Está arruinado? ¿Qué pasó con su imperio? Gómez sigue teniendo actividad económica. La sede continúa en la carretera de Palma, en las naves de Colecor, denunciada por irregularidades urbanísticas. Allí también está la oficina del partido. Hace varios años fueron a entrevistar a Sandokán a las naves. Parecía como si no hubiera pasado el tiempo. Un aire fantasmal. Los almanaques, las sillas y las libretas de trabajo de los empleados continuaban allí, como si se hubieran ido apenas hace un rato a tomar café.

El empresario sigue reclamando la propiedad de algunos espacios que en su día se vendieron al grupo Tremón. Es una operación que aún colea. Sandokán decía que el terreno era suyo (“del menda”, dijo textualmente). Tremón era la inmobiliaria amiga del constructor. El plan era levantar un macrocomplejo de ocio de 40 hectáreas en los terrenos de El Arenal de la Fuensanta de Córdoba. La inmobiliaria preveía invertir 141 millones de euros y emplear a 4.000 personas.

Se refugia en su finca La Porrada, situada en uno de los mejores cotos de caza de la Sierra de Córdoba

En cuanto a sus bienes, sobre una de las fincas suyas, denominada finca La Porrada, en la zona de Trassierra, uno de los mejores cotos de caza de la sierra de Córdoba, donde pasa casi todos los fines de semana y buena parte del año, hubo un intento de embargo. “Si está arruinado no se le nota, esto está claro”, señalan fuentes próximas al constructor.

Una de las ‘niñas mimadas’ empresariales de Sandokán es el hotel Los Abetos de Córdoba, cuya gestión directa la lleva su hija. En este negocio acaban de presentar un proyecto ante la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Córdoba para ampliar las instalaciones de la casa colonial donde se ubica, también en la zona de la residencia familiar de El Brillante, “a siete minutos en coche del centro de la ciudad”, como recoge el hotel en su web.

Estatua dedicada… a él mismo

Rafael Gómez no está dispuesto a tirar de la manta, a contar toda la verdad que sabe sobre los diferentes alcaldes que han gobernado Córdoba, tampoco sobre la antigua Cajasur. Y no lo hace porque su familia se lo ha pedido y sus hijos quieren llevar los negocios. Cuestión de supervivencia para este emigrante en Francia, donde trabajó de peón albañil y amigo de Isabel Pantoja, que intentó quedarse con la propiedad del parque de atracciones Tívoli World de Benalmádena (Málaga) y en cuyo honor hay incluso una plaza con una estatua dedicada al arcángel San Rafael, patrón de Córdoba, con su cara como rostro del santo en el centro del núcleo urbano de Los Boliches (Fuengirola).

"Me enamoré de la construcción. Es la única profesión que te puede llevar al infinito"

Las ocurrencias de Sandokán no tienen fin. En enero de 2012, en una de las sesiones del juicio del caso Malaya, lloró como un niño chico. Recordó cómo dejó embarazada a su mujer y admitió que la construcción era su vida: "Me enamoré de la construcción. Es la única profesión que te puede llevar al infinito, y no solo económicamente. Soy una persona honesta, sencilla en los negocios. Jamás he intentado hacer nada que perjudique".

El constructor, que sacó 60 millones de euros en billetes de 500 euros para consumo de su familia, tiene este ‘modus operandi’ casi como una ‘marca Sandokán’. Un concejal de su propio partido denunció hace cinco años que Rafael Gómez extrajo 100.000 euros del Ayuntamiento de Córdoba sin avisar a sus ediles. Ahora su familia le ha parado los pies y la mano en el cajero automático. Pero con Sandokán nunca se sabe. En cualquier momento podría reaparecer el hombre que un día fue el más poderoso de Córdoba, al alimón con el cura Castillejo, entre históricas partidas de póker y ruletas americanas…