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Susana Díaz y Kichi sellan la paz entre gritos y protestas en la calle
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"fuera de Cádiz"

Susana Díaz y Kichi sellan la paz entre gritos y protestas en la calle

El viceconsejero de Salud andaluz, Martín Blanco, y el gerente del Servicio Andaluz de Salud (SAS), José Manuel Aranda, renunciaron a sus cargos este martes

Foto: La marea blanca de Cádiz recibe con gritos a Susana Díaz. (EFE)
La marea blanca de Cádiz recibe con gritos a Susana Díaz. (EFE)

Todo cordialidad, pese a que las relaciones de PSOE y Podemos han sido un campo de minas en Andalucía desde hace dos años. La presidenta de la Junta, Susana Díaz, y el alcalde de Cádiz, José María González 'Kichi', han querido protagonizar, en rueda de prensa conjunta, una escena de unidad y paz política tras mucho tiempo de tensas relaciones. La escenificación, no obstante, estuvo marcada por las protestas en la calle. La dirigente socialista no solo fue recibida entre abucheos sino que mientras comparecía se colaron gritos de "Susana traidora" o "Susana Díaz recorta todos los días". Como "muy cordial, agradable, muy productiva", calificó el alcalde la reunión, y estuvo en todo momento especialmente cortés con su invitada.

El alcalde de Podemos vistió traje de chaqueta y corbata roja, coordinada con la chaqueta de la presidenta. Dos horas de reunión antecedieron a una comparecencia muy institucional en la que ni la dirigente socialista contestó ninguna pregunta sobre el PSOE ni González quiso valorar la bronca de Pablo Iglesias e Íñigo Errejón. Él le echó un capote: "Ella está aquí como presidenta de Andalucía y yo como alcalde de Cádiz", zanjó. "Yo este año no estoy para hablar de carnaval, como comprenderán", aseguró Díaz en un momento de su intervención. Todo lo relacionado con esta fiesta, que quieren convertir en Patrimonio de la Humanidad y reforzar como reclamo turístico con un museo, se lo dejó al alcalde, "que para eso es comparsista". A Susana Díaz le han dedicado ya varias letras muy cañeras en estos carnavales.

Foto: El doctor Jesús Candel, conocido como 'Spiriman', durante una manifestación. (EFE)

Las protestas en la calle se producen un día después de que la Junta confirmara las dimisiones del viceconsejero de Salud y del gerente del SAS por la presión de las mareas sanitarias, que han sacado a miles de andaluces a la calle y han convertido la sanidad pública en un problema de primer orden para la presidenta. Ella destacó que los manifestantes a las puertas del consistorio "son otra cosa". "No es la primera vez", reconoció, que es recibida con protestas. "Me ocurre desde el primer día y lo entiendo cuando alguien lo pasa mal", aseguró, convencida de que quienes gritaban no era por el problema de la sanidad sino por otros asuntos, como el paro que azota Cádiz y las sucesivas reconversiones industriales que han arrojado en la capital gaditana uno de los índices más altos de desempleo de Andalucía.

Tras descabezar a la cúpula de Sanidad y frenar las fusiones hospitalarias, Díaz confió en que prospere el diálogo y cesen las protestas. "Escuchamos, rectificamos, anulamos esos decretos, hay nuevos interlocutores, ahora toca reconocer el trabajo y el esfuerzo de la Junta. Aquí no se ha despedido a nadie ni se han cerrado hospitales", defendió, confiada en que prospere el diálogo con las plataformas andaluzas por la sanidad pública. El alcalde de Podemos escuchaba atento e impasible, pese a que su partido es uno de los más duros y que más han animado a salir a la calle.

Entre los grandes asuntos sobre la mesa para Cádiz capital, figura la nueva Ciudad de la Justicia, con consenso para que se ubique en los antiguos depósitos de tabaco, la construcción de un Centro de Transferencia Empresarial para conectar la universidad y el empleo, nuevas infraestructuras sanitarias y ferroviarias o la puesta en marcha de una nueva escuela taller con "salidas profesionales", además de otros compromisos en materia de cultura. En pocos meses, se volverán a reunir y evaluarán los compromisos. "¿Vendrá usted en su próxima visita a Cádiz como candidata a la secretaría general del PSOE?", se le preguntó, sin más respuestas que alabanzas a la pericia periodística.

Susana Díaz entró a las 11 en punto al Ayuntamiento de Cádiz, casi como catapultada desde su coche oficial. Su primera visita institucional al alcalde gaditano, José María González 'Kichi', arrancó entre abucheos y protestas y terminó igual. Medio centenar de personas se agolpaban a las puertas del consistorio enarbolando pancartas de diversa índole, desde pensionistas a mareas sanitarias. Un grupo saltó el cordón de seguridad y consiguió disparar la presión cuando entraban el vicepresidente, Manuel Jiménez Barrios, y el delegado de la Junta, Fernando López. Un huevo estampó contra el coche oficial de la presidenta mientras subían los decibelios de los gritos.

Foto: Juan Cornejo y Susana Díaz, durante una reunión de la ejecutiva del PSOE-A del pasado 20 de enero. (EFE)

Es la primera vez que Susana Díaz se reúne con el alcalde de Podemos un año y nueve meses después de que el PSOE facilitara, con mucha discusión interna y la nariz tapada, el desalojo del PP tras dos décadas de mayorías absolutas. Desde entonces, las relaciones entre Podemos y el PSOE han sido muy tensas. El adjetivo sirve para las situaciones vividas en el consistorio gaditano pero también en el ámbito regional. Susana Díaz se ha convertido desde el PSOE en uno de los principales azotes de Podemos, frente a otros dirigente socialistas que han abogado por un discurso más abierto con la formación morada.

El hecho de que Podemos no facilitara la investidura de la presidenta andaluza, que tras 80 días de bloqueo contó con el único respaldo de Ciudadanos, marcó a fuego las relaciones políticas. Los enfrentamientos entre Susana Díaz y la líder andaluza de la formación morada, Teresa Rodríguez, suelen marcar los picos de mayor tensión en los plenos andaluces. No es raro que la presidenta de la Junta trate de desacreditar el discurso de Podemos sacando a pasear la gestión del alcalde gaditano, que es pareja de Rodríguez —los apodaron 'los Clinton de Cádiz'—. El regidor hacía meses que había solicitado una entrevista con la presidenta de la Junta. El contacto no había pasado, hasta este miércoles, de saludos protocolarios o charlas breves en alguno de los actos oficiales e inauguraciones en los que ambos representantes políticos han coincidido en los últimos meses. Cuando se le preguntó a la presidenta si esta reunión inauguraba una nueva etapa de relaciones con Podemos en el Parlamento andaluz, el alcalde no disimuló su sonrisa. Ella dejó claro que nada tiene que ver.

Todo cordialidad, pese a que las relaciones de PSOE y Podemos han sido un campo de minas en Andalucía desde hace dos años. La presidenta de la Junta, Susana Díaz, y el alcalde de Cádiz, José María González 'Kichi', han querido protagonizar, en rueda de prensa conjunta, una escena de unidad y paz política tras mucho tiempo de tensas relaciones. La escenificación, no obstante, estuvo marcada por las protestas en la calle. La dirigente socialista no solo fue recibida entre abucheos sino que mientras comparecía se colaron gritos de "Susana traidora" o "Susana Díaz recorta todos los días". Como "muy cordial, agradable, muy productiva", calificó el alcalde la reunión, y estuvo en todo momento especialmente cortés con su invitada.

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