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Andalucía cierra su programa ‘estrella’ para niños de la guerra con sólo siete refugiados
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Andalucía cierra su programa ‘estrella’ para niños de la guerra con sólo siete refugiados

Los problemas burocráticos convierten en un fiasco la oferta de 2.000 plazas que lanzó el Gobierno andaluz y el Defensor del Pueblo exige a las administraciones que cumplan

Foto: Niños sirios refugiados esperan en el exterior de un campo de refugiados en el sureste de Líbano. (Reuters)
Niños sirios refugiados esperan en el exterior de un campo de refugiados en el sureste de Líbano. (Reuters)

“España está entre los países que han hecho más”. “Vamos a cumplir el cupo comprometido en un año”. “Hay que comprobar, registrar, identificar y hacer el examen en virtud de las necesidades de seguridad para que no se pueda identificar refugiados y terrorismo”. Éstas fueron alguna de las afirmaciones realizadas esta semana en el Congreso por el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Alfonso Dastis, para explicar qué está pasando con los compromisos adquiridos ante la Unión Europea en la crisis de los refugiados. Hasta ahora, a España han llegado menos de 700 de los 17.680 personas que iban a ser acogidas. Antes de septiembre de 2017 hay que acoger 17.337 para cumplir el cupo.

El balance es aún más cruel en el caso de los menores no acompañados. En una comunidad autónoma como Andalucía, que con grandes declaraciones públicas dijo estar más que preparada para recibir a estos niños de la guerra que deambulan sin familia, llegaron en septiembre siete menores que permanecen acogidos en un centro en Motril (Granada). La Junta de Andalucía se mostró dispuesta a acoger entre 2.000 y 3.000 refugiados dentro del cupo asignado a España hasta 2017.

Foto: Imagen de una niña siria refugiada en una estación de tren en Budapest (Hungría)

El Defensor del Menor en Andalucía, Jesús Maeztu, dedica un capítulo completo sobre los niños refugiados, situándolo como un tema prioritario en su informe de 2015, presentado hace un par de semanas en el Parlamento andaluz. La realidad es que la institución no sabe aún qué falla para que los recursos estén listos y disponibles y los menores no lleguen. En la última reunión celebrada, con presencia del Gobierno y las comunidades autónomas, el pasado noviembre en Madrid todo quedó en que “es muy complicado”. La apuesta ahora, explican, es reforzar las inversiones en los países en origen. Lejos de lo acordado por las autoridades de la Unión Europea.

Cinco niños y dos niñas

Andalucía se convirtió el pasado septiembre en la primera comunidad española en acoger menores no acompañados procedentes de los campos de refugiados de Grecia e Italia. Cinco niños y dos niñas, entre 14 y 17 años, actualmente bajo la tutela de la Junta de Andalucía, acogidos en un centro que esperaba 24 menores en total, fomentando la búsqueda de hermanos para facilitar la reagrupación familiar. La presidenta de la Junta, Susana Díaz, se ofreció directamente a Acnur a llevar a cabo este programa de acogimiento que sometió a la aprobación del Ministerio de Asuntos Exteriores. Díaz se entrevistó en el Palacio de San Telmo, sede del Gobierno andaluz, con la representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados en España (Acnur), Francesca Fritz-Prugda, el pasado mes de junio. La acogida de 25 menores, se dijo entonces, iba a ser una primera experiencia y el Gobierno andaluz confiaba en poder ampliar esa oferta. Un año antes, en septiembre de 2015, hubo otra reunión con las mismas interlocutoras.

El informe anual del Defensor del Pueblo andaluz recoge la dramática situación de los niños, con informes como el de Unicef (“El impacto de cinco años de guerra en los niños sirios y en su infancia”) o Save The Children (“Infancia bajo asedio: vivir y morir en las zonas asediadas de Siria”). Desde el Defensor aseguran que no hay explicaciones claras ni convincentes desde las administraciones sobre por qué no se están utilizando los recursos ofrecidos para los niños. Todo se justifica por las enormes trabas burocráticas, que se complican aún más en caso de menores que están solos en los campos de refugiados o que llegan sin compañía de adultos a las fronteras españolas.

Las trabas burocráticas, la obligación de que los países en origen propongan la acogida y el elevado coste de estas tutelas de menores frenan la llegada

La tutela de estos menores por parte de la administración autonómica supone encargarse de su futuro y su educación, junto al resto de necesidades básicas, hasta que cumplan la mayoría de edad. Fuentes del Gobierno insisten en que deben ser los países en origen quienes propongan y autoricen la llegada de estos niños, algo que ni está ocurriendo ni va a ocurrir. Insisten además en que el primer objetivo debe ser la reagrupación familiar y la mayoría de estos menores tienen prioridad por llegar a Alemania o los países escandinavos, donde normalmente tienen familiares y donde creen que sus posibilidades de futuro son más que en España.

Recursos dispuestos e inutilizados

El Gobierno andaluz, según la información aportada por el Defensor, asegura tener previstas campañas de sensibilización de la población para evitar brotes racistas. También ha garantizado la escolarización de los menores, no acompañados o con sus familias, en cualquier momento del curso, con un compromiso además de que puedan disfrutar de comedor o transporte escolar de forma prioritaria. La Junta ha informado también de que dispone de recursos previstos para ayudar a estos niños refugiados a aprender el idioma español. Se llegaron a firmar convenios con la universidad para garantizar la atención psicológica. El Defensor pidió además a las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado especial atención a los menores extranjeros no acompañados que llegaran a las fronteras españolas, reclamando que se reforzaran las pruebas para detectar la edad e identificar a posibles víctimas de trata.

El Defensor del menor en Andalucía exige a las administraciones que, más allá de los problemas burocráticos, antepongan el derecho de estos niños a disfrutar de “un futuro lejos de disparos y bombardeos”, recordando que son los menores los que “pagan el precio más alto del conflicto”. “Lamentablemente la realidad está siendo bien distinta”, subraya el informe anual de esta institución. Alertan además de las “heridas psicológicas en los menores” y de que son víctimas con “más riesgo de convertirse en víctimas de trata y explotación sexual”. La situación de Andalucía como frontera natural con África y la llegada de menores no acompañados que se registró desde los años 90 han hecho que el Gobierno autonómico tenga un red de recursos ya ‘entrenados’ para estos chicos extranjeros.

Diez mil niños desaparecidos en Europa

La foto del pequeño Aylan Kurdi, el pequeño de 3 años que apareció ahogado en las costas de Turquía en septiembre de 2015, sacudió al mundo e ilustró la gravedad de la tragedia humanitaria en Siria. Sin embargo, el Defensor lamenta que nada ha cambiado desde entonces. “Se calcula que en la actualidad mueren dos niños cada día en la ruta hacia Grecia”, recuerda el informe andaluz. “La Oficina Europea de Policía (Europol) estima que al menos 10.000 niños han desaparecido al llegar a Europa”, añade. La mayoría han podido caer en mafias y redes de trata.

Los defensores del menor europeos, dentro de ENOC, han hecho llamamientos a los líderes de la UE para que se aceleren las medidas. El Defensor del Pueblo andaluz subraya además “las responsabilidades de Andalucía con los menores refugiados más allá de las importantes manifestaciones públicas”. Se calcula que por Andalucía han pasado unas 8.000 personas de nacionalidad siria, la mayoría con entrada por Málaga, cuyo destino final era principalmente Alemania y los países escandinavos.

Las principales Ongs recibieron 13 millones de euros hace año y medio y la gente contratada se ha acabado dedicando a otros asuntos

Se libraron 13 millones de euros, en septiembre de 2015, a las entidades Cruz Roja Española, Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) y Asociación Comisión Católica Española de Migración (Accem) para financiar la acogida de refugiados. Delegaciones andaluzas de organizaciones han narrado al Defensor cómo estas ayudas se destinaron a contratar a personas que al final se han tenido que dedicar a otras tareas.

“España está entre los países que han hecho más”. “Vamos a cumplir el cupo comprometido en un año”. “Hay que comprobar, registrar, identificar y hacer el examen en virtud de las necesidades de seguridad para que no se pueda identificar refugiados y terrorismo”. Éstas fueron alguna de las afirmaciones realizadas esta semana en el Congreso por el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Alfonso Dastis, para explicar qué está pasando con los compromisos adquiridos ante la Unión Europea en la crisis de los refugiados. Hasta ahora, a España han llegado menos de 700 de los 17.680 personas que iban a ser acogidas. Antes de septiembre de 2017 hay que acoger 17.337 para cumplir el cupo.

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