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El vídeo de Teresa y Kichi arrasa pero el debate sin periodistas ‘pincha’ en audiencia
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El vídeo de Teresa y Kichi arrasa pero el debate sin periodistas ‘pincha’ en audiencia

Podemos Andalucía se niega a acudir a un medio y monta un debate entre las tres candidatas a las primarias en la sede del Parlamento y retransmitido por internet

Foto: Kichi y Teresa Rodríguez en las elecciones andaluzas.
Kichi y Teresa Rodríguez en las elecciones andaluzas.

Podemos Andalucía, capitaneados por la secretaria general, Teresa Rodríguez, se negó a aceptar un debate en un medio de comunicación entre las tres candidatas que aspiran a la secretaria general. En concreto, Rodríguez se negó a acudir a debatir a la cadena Ser alegando que no quería “ponerse en bandeja” al grupo Prisa ni regalar a los periodistas “un bisturí para descuartizar” a Podemos. Ella reclamó fijar las reglas de su debate interno y así lo aceptaron sus dos rivales, las diputadas Begoña Gutiérrez y Carmen Lizárraga. Ese debate propio al margen de los medios tradicionales cosechó una audiencia máxima de 500 personas, según fuentes de la organización.

Teresa Rodríguez y su candidatura Por una Marea Andaluza han logrado el debate que querían. Posiblemente el que mejor le venía. Controlado, de puertas para adentro y con poca audiencia. Siempre dicen que el más fuerte es al que menos le interesa debatir. Su gran apuesta ha sido un vídeo, colgado en Youtube, en el que canta con su pareja, el alcalde de Cádiz, José María González ‘Kichi’, versionando al cantautor Silvio Rodríguez. Ese vídeo de los conocidos como 'Los Clinton de Cádiz', cantando ‘Si no creyera en lo que duele’, lleva ya 1.368 visionados, casi el triple de gente que ha seguido el debate entre las candidatas.

Teresa Rodríguez y Kichi cantan en un vídeo de campaña de la candidatura Por una Marea Andaluza

El resultado ha sido un encuentro a tres, celebrado en las instalaciones del grupo parlamentario de Podemos, moderado por la exdiputada andalucista Pilar González y que ha resultado ser de todo menos un debate. Ni las aspirantes han discrepado, ni han confrontado ideas, ni han interactuado entre ellas. Los tiempos han estado controlados y tasados como en los debates clásicos que imponen los partidos de la “casta”, en palabras de Podemos, en las televisiones cada campaña electoral. Al modo de “la vieja política”, Cada participante ha tenido una comparecencia de diez minutos. Después han respondido a tres preguntas idénticas preparadas para su lucimiento personal. Y por último, como gran novedad y revolución del formato, según los organizadores, se han cogido preguntas de quienes seguían el debate desde internet. Preguntas nada comprometidas, sobre si Podemos es municipalista, la limitación de mandatos y cargos y la cercanía de los jóvenes a la política. La moderadora ensalzó en varias ocasiones la novedad de que la gente pudiera preguntar y celebró que no hubiera periodistas. No es tan nuevo. Hay formatos televisivos ya antiguos donde el candidato se enfrenta a las preguntas de la calle.

En la calle o en las instituciones

En el fondo, las aspirantes a dirigir Podemos en Andalucía no han discrepada en nada grave, más allá del debate latente sobre si hay que estar en la calle o en las instituciones. Pero todo envuelto en el buen rollo y sin entrar en nada a fondo. La pelea andaluza, conforme avanza la fecha de las primarias, se está exhibiendo como una pugna ciertamente desigual, con Teresa Rodríguez, la más próxima a Pablo Iglesias, a gran distancia de las otras dos candidatas, que estuvieron a punto de una integración frustrada al final. Rodríguez, cuando convocó la asamblea andaluza, en paralelo a Madrid y antes de que se dirima la Pugna Pablo Iglesias-Iñigo Errejón en una asamblea nacional en enero o febrero del próximo año, sólo contaba con Sergio Pascual y sus afines como adversarios. De hecho ofreció a la diputada Carmen Lizárraga, que dirige junto a Esperanza Gómez la orquesta del grupo parlamentario, integrarse en su candidatura. La sorpresa fue cuando ésta rechazó la oferta y montó candidatura propia, una tercera vía que reúne a ‘los ilustrados’ de Podemos y que no dudó en denostar en un documento público “la falta de altura política” de Rodríguez. Después se disculparon. Lizárraga, la más desconocida, es catedrática de Economía y aspira a reunir a quienes huyen del enfrentamiento clásico en Andalucía entre la secretaria general y Sergio Pascual.

Debate a tres de las candidaturas completas de Podemos Andalucía

La candidatura Plaza a Plaza, con Begoña Gutiérrez al frente y donde se integra el destituido Sergio Pascual, envió un comunicado marcando claras diferencias con el debate interno que se había organizado. Esta corriente expresó “su rechazo enérgico” al uso de instituciones como el Parlamento para un uso partidario. Propusieron espacios alternativos que fueron rechazados. “La utilización de la sede de la soberanía popular andaluza para una actividad interna nos deslegitima en nuestra denuncia del uso partidario de las instituciones”, señalan. También criticaron que fuera a puerta cerrada cuando “Podemos es apertura” y consideraron “francamente mejorable” el debate, apostando por permitir la interacción entre las candidatas.

Podemos Andalucía, capitaneados por la secretaria general, Teresa Rodríguez, se negó a aceptar un debate en un medio de comunicación entre las tres candidatas que aspiran a la secretaria general. En concreto, Rodríguez se negó a acudir a debatir a la cadena Ser alegando que no quería “ponerse en bandeja” al grupo Prisa ni regalar a los periodistas “un bisturí para descuartizar” a Podemos. Ella reclamó fijar las reglas de su debate interno y así lo aceptaron sus dos rivales, las diputadas Begoña Gutiérrez y Carmen Lizárraga. Ese debate propio al margen de los medios tradicionales cosechó una audiencia máxima de 500 personas, según fuentes de la organización.

Teresa Rodríguez Íñigo Errejón
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