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Susana Díaz afila su perfil anti Rajoy y llega a Madrid para hablar de la abstención
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Bloqueo político

Susana Díaz afila su perfil anti Rajoy y llega a Madrid para hablar de la abstención

La presidenta intensifica su agenda institucional para vender su gestión tras las críticas por estar enredada en la guerra del PSOE mientras sigue al frente del Gobierno andaluz

Foto: El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy (d), conversa con la presidenta de Andalucía, Susana Díaz. (EFE)
El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy (d), conversa con la presidenta de Andalucía, Susana Díaz. (EFE)

Algo así como gestión, gestión y gestión. El inicio de la rueda de prensa de cada martes en el Palacio de San Telmo, a cargo del portavoz, Miguel Ángel Vázquez, fue toda una declaración de intenciones. La campaña de imagen de la baronesa socialista es muy evidente. Susana Díaz refuerza su agenda institucional y afila su colmillo contra el Gobierno de Mariano Rajoy. Se empeña en mostrar su cara más dura contra el Partido Popular en un momento en el que parte de sus propios compañeros y militantes socialistas le pasan la factura tras la guerra con Pedro Sánchez.

Mientras los partidos de izquierda y parte de la militancia socialista insiste en situar a la presidenta andaluza y al resto de barones en el ala más a la derecha del PSOE, y señalarla como responsable de la abstención que desbloquearía la situación política, su equipo está volcado en darle la vuelta al famoso relato político. Eso sí, mientras se desarrollaba la comparecencia pública habitual de cada martes, Susana Díaz viajaba en AVE destino a Madrid con agenda privada durante la tarde del martes y con los actos institucionales del Doce de Octubre como motivo oficial. Una vez más, el Gobierno andaluz rechazó ofrecer información sobre las reuniones de la presidenta. Son cuestiones relacionadas con el PSOE y no con la gestión de su Gobierno, aclaran. Fuentes socialistas apuntan que tenía previsto alto en Ferraz y que mantendrá reuniones con diferentes dirigentes socialistas para preparar el comité federal del próximo 23 de octubre y en paralelo a las citas previstas por el presidente de la gestora, Javier Fernández.

Desafío a Rajoy

La vuelta a las 35 horas para los empleados públicos de Andalucía es fruto de un acuerdo sellado con los sindicatos el pasado junio, en la antesala de la campaña electoral de las generales. La solemne firma ya la presidió Susana Díaz. Ahora se aprueba el decreto ley que dará forma a esta medida, de la que se beneficiarán 270.000 trabajadores de la Junta. La orden deroga uno de los ajustes aprobados por el Gobierno del PP a su llegada, en 2012, que extendió la jornada de los funcionarios a las 37,5 horas semanales. Ahora, insistió el portavoz del Gobierno andaluz, se derogan las llamadas “horas de Rajoy”.

Susana Díaz dice ser capaz de defender los intereses de Andalucía y España al mismo tiempo

Los sindicatos estiman que esto obligará a crear más de 12.000 nuevos puestos de trabajo públicos. El Gobierno andaluz no pudo ofrecer el impacto económico de esta medida en términos de creación de empleo o de gasto público. Emplazó al próximo Presupuesto andaluz que la Consejería de Hacienda ya negocia con Ciudadanos. Tampoco aclaró cuándo entrará en vigor en la sanidad o la educación, las plantillas más carbonizadas y donde afectará de lleno a la organización y los turnos de trabajo.

En un principio, el Gobierno de Susana Díaz se negó a atender esta reclamación de los trabajadores públicos, alegando su elevado coste económico y el conflicto de competencias que representa. Castilla-La Mancha, gobernada por el socialista Emiliano García-Page, ya aprobó la vuelta a las 35 horas, y el Gobierno central acudió al Constitucional, que tumbó esta medida. De ahí que Susana Díaz la haya aprobado ahora como un verdadero desafío a Rajoy. Así lo dejó escrito en su cuenta de Twitter: “Hoy hemos aprobado que los empleados públicos andaluces recuperen el 16 de enero la jornada de 35 horas. Espero que Rajoy no lo vete”.

Un Presupuesto complicado

En paralelo, el Gobierno andaluz ha fijado un calendario para devolver a los trabajadores públicos las extras retiradas al explotar la crisis. Andalucía debía 1.600 euros por empleado y en septiembre abonó otro 25% de las pagas pendientes. El capítulo de personal de la Administración pública andaluza (10.066 millones de euros de un total de 31.285) registró en el Presupuesto de 2016 un aumento de 444 millones para una nueva oferta de empleo público de 7.100 plazas, tras años sin oposiciones. Los números van a ser muy complicados en el próximo Presupuesto.

Tras el sábado negro del PSOE, Susana Díaz se ha trabajado una agenda institucional intensa, con acuerdos cruciales en materia de empleo, como el firmado con Iberdrola para los astilleros gaditanos o la firma solemne con sindicatos y empresarios de cláusulas sociales en los contratos públicos. El próximo 19 de octubre, afronta el debate sobre el estado de la comunidad, y la oposición va a pegarle duro con su dedicación al PSOE y la falta de pulso del Gobierno andaluz. De nuevo llega a una cita clave en una situación casi de interinidad, perseguida por la sombra de su salto a Madrid cuando se celebre el congreso federal.

Pero fuera del foco público, Susana Díaz no cesa en sus reuniones y encuentros para 'coser' el PSOE tras la batalla vivida. Sabe que debe cuidar su imagen pública, tan dañada tras la guerra socialista, pero también afianzar las alianzas internas en el partido. Aunque la presidenta de Andalucía todavía no ha pronunciado públicamente la palabra abstención, nadie duda ya de que está trabajando junto al presidente de la gestora para imponer esta tesis y evitar unas terceras elecciones que podrían ser, advierten, catastróficas para el PSOE. Solo Andalucía, Asturias y Extremadura apoyan sin divisiones dar paso al PP. En el resto de federaciones, se reproducen las tensiones internas y hay opiniones diferentes sobre qué es lo mejor para los socialistas.

Algo así como gestión, gestión y gestión. El inicio de la rueda de prensa de cada martes en el Palacio de San Telmo, a cargo del portavoz, Miguel Ángel Vázquez, fue toda una declaración de intenciones. La campaña de imagen de la baronesa socialista es muy evidente. Susana Díaz refuerza su agenda institucional y afila su colmillo contra el Gobierno de Mariano Rajoy. Se empeña en mostrar su cara más dura contra el Partido Popular en un momento en el que parte de sus propios compañeros y militantes socialistas le pasan la factura tras la guerra con Pedro Sánchez.

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