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Nueva amenaza del Brexit: los británicos que huyen sin pagar la comunidad de su vivienda
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“LA CLAVE ES ATACAR LA LIQUIDEZ EN ORIGEN”

Nueva amenaza del Brexit: los británicos que huyen sin pagar la comunidad de su vivienda

Una compañía ‘caza’ en Reino Unido a sus compatriotas con deudas en España. Los administradores de fincas: "Cuando bajó el precio de sus inmuebles, apareció la morosidad"

Foto: Ciudadanos británicos en Alicante. (EFE)
Ciudadanos británicos en Alicante. (EFE)

Nueva amenaza del Brexit: se trata de los propietarios británicos que huyen sin pagar las cuotas de la comunidad. Compraron una casa en la Costa del Sol a finales de la década de los noventa o principios de siglo. El precio del inmueble se ha devaluado, residen fiscalmente en su país de origen y en su opinión no les merece la pena venderla y dejan de utilizar la propiedad. Algunos usan la vivienda y no desembolsan ni un euro. Otros desconocían que tenían que pagar los gastos comunes…

Aga Olszyna es la delegada en la Costa del Sol de LPL Group Commercial Investigations, una empresa de 31 años de antigüedad y que lleva seis trabajando en España. La compañía se dedica a recuperar las deudas comerciales. Una de sus especializaciones es rescatar para las comunidades de propietarios el dinero adeudado por los morosos. Apenas el 10% de los casos acaba en los juzgados, aseguran que el porcentaje de las cantidades recuperadas se eleva al 80%. La media de la deuda está en los 6.000 euros.

“Hay mucha confusión respecto al Brexit. En primer lugar, Reino Unido aún no ha salido de la Unión Europea. Y en cuanto se confirme, el cambio de legislación es un proceso muy largo y lo tendrá que refrendar el Parlamento británico. En todo caso, solo afectará a los deudores porque el valor de la libra ha bajado [este viernes llegó a niveles de hace 39 años]”, explica a El Confidencial Stephen Lewis, director gerente de LPL Group Commercial Investigations.

Foto:  Foto: EFE.

El siguiente caso no tiene nada que ver con las comunidades de propietarios, pero sí explica hasta qué punto los morosos extranjeros pueden salir indemnes de la Justicia española. El abogado Óscar Rueda, especialista en derecho deportivo, con despacho profesional en Marbella, ha llevado como letrado una reclamación de cantidad por incumplimiento de contrato al no pagarse las cantidades acordadas. Resultó condenado un británico por una deuda de 80.000 euros entre costas e intereses. Había vendido todas sus propiedades en España… y en Reino Unido es un ingeniero, con abultado patrimonio, que controla numerosas empresas que trabajan para el sector de la obra pública. “Tenemos problemas para ejecutar la sentencia española”, señala Rueda, “porque en Reino Unido el procedimiento es más complejo y tienes que aliarte con algún despacho extranjero para poder reclamar las cantidades. Y no sabemos cómo acabará afectando el Brexit”, señala Rueda.

Embargando bienes, salarios y rentas

¿Cuál es la procedencia de la morosidad? Del desplome de la divisa británica frente al euro. También de la imposibilidad de recolocar las viviendas adquiridas por los extranjeros que dejaron de tener rentas acomodadas y no podían vivir con la holgura económica anterior en zonas residenciales como la Costa del Sol, Costa Blanca, Mallorca o Canarias. “La clave es atacar la liquidez del moroso en origen, saber dónde trabaja y embargar bienes, salarios y rentas”, resalta a este diario Luis Camuña, vicepresidente del Colegio de Administradores de Fincas de Málaga y Melilla.

La morosidad extranjera ha llegado a alcanzar el 20% del total de la deuda en las comunidades de propietarios de la Costa del Sol. Actualmente es menos de la tercera parte, entre el 7% del endeudamiento. El 80% de los deudores son británicos. La colonia escandinava “es muy pagadora; son gente cumplidora, igual que los centroeuropeos en general”, apostilla Camuña. El presidente del colegio, Fernando Pastor, cree que la legislación británica resulta “más rápida” que la española para el cobro de la deuda. “Muchas veces, aquí nos vemos con procedimientos que tardan tres o cuatro años en solucionarse”, admite. “Las empresas británicas que reclaman deudas tienen claro que el dinero hay que cobrarlo rápido. Cuanto más tarde, más difícil será recuperarlo”, apunta.

La edad media de los morosos sobrepasa como mínimo el medio siglo de vida y la media está próxima a los 70 años. “A principios de los años 2000 llegaron muchos turistas residenciales que eran empleados de la construcción, escayolistas y fontaneros. Tenían una liquidez similar a la de los promotores de la época. Cuando todo cayó, apareció la morosidad”, narra el administrador de fincas.

“Sobreendeudamiento incontrolado”

Esta es la tipología de los morosos: el pendular, el que se mueve entre la morosidad y la falta de pago, que solo desembolsa cuando ya tiene el agua al cuello y hay amenaza de costes judiciales. El profesional es quien conoce la ley, gana tiempo y cancela la deuda con pequeñas cantidades a cuenta y retrasando el pago hasta el último momento. El estructural o transversal es el que sufre un sobreendeudamiento incontrolado (normalmente se produce cuando la hipoteca vale más que la vivienda hoy). Y el moroso por necesidad: alguien que ha perdido el empleo, intenta reconocer la deuda paralizando el devengo de los intereses, “con el que se tiene indulgencia porque es una morosidad forzada”.

“Un británico que compre una vivienda tiene que conseguir rápidamente la licencia de primera ocupación. Porque la seguridad jurídica condiciona la viabilidad de todo”, explica Alfonso Fernández-Puebla Muñiz, socio del despacho Gómez-Acebo & Pombo, en el transcurso de su intervención en el XII Congreso de la Abogacía malagueña celebrado los pasados jueves y viernes en el Palacio de Congresos de Torremolinos. Fernández-Puebla recuerda cómo se destina un 25% del pago de impuestos cuando un extranjero adquiere una vivienda como segunda residencia. “Es un reto la fidelización de los clientes: la economía española depende un 2,4% del Reino Unido”, precisa.

José Miguel Bascones, letrado de N&B Lawyers, bufete especializado en los residentes extranjeros en la Costa del Sol, explica que la cultura influye. En la tradición ‘british’, si la vivienda pierde valor, ellos piensan que ya no les compensa pagar la hipoteca. Y abandonan la casa y la dejan de pagar. “Son gente que, aun teniendo dinero, pensaba que nadie iba a ejecutar contra ellos en España”.

"El turista británico adora España. Yo creo que no hay que estar preocupados del Brexit"

Algunas entidades como el Banco Santander o el Sabadell han formado equipos para reclamar en Reino Unido la deuda pendiente por el moroso británico tras subastarse la vivienda y quedar un remanente de deuda. Por ahora, la gran mayoría de bancos colocan esas cantidades en pérdidas. Bascones pone el ejemplo de un inglés que compró su casa de Mijas Costa por 200.000 euros. La hipoteca fue de 180.000. Ahora la vivienda cuesta 120.000 y sigue existiendo un remanente de 60.000. “El turista británico adora España. Yo creo que no hay que estar preocupados del Brexit. Le preocupan más otras cosas como los atentados en Francia”, explica el abogado de N&B.

Según Fernández-Puebla, los datos de la inversión británica en España aún no son consistentes. “O al menos yo no termino de ver la consistencia”. “Hay que volver a la senda de la certidumbre, porque aquí tenemos inversiones inmobiliarias de ciudadanos rusos y no existe ningún acuerdo, ni Rusia pertenece a la Unión Europea”, añade el socio del despacho Gómez-Acebo & Pombo.

Para José Antonio Pérez de Miguel, coordinador de la sección de derecho inmobiliario del Colegio de Abogados de Málaga, existen “muchos problemas” por desconocimiento de la legislación española. “Es verdad que ahora están mucho más informados que antes, pero se han dado situaciones bastante complejas como la acumulación de deuda durante años, la vivienda quedaba embargada, salía a subasta y luego volvían a su casa después de unos años sin utilizarla y se daban cuentan de que la vivienda estaba adjudicada y ya había otro dueño”.

Nueva amenaza del Brexit: se trata de los propietarios británicos que huyen sin pagar las cuotas de la comunidad. Compraron una casa en la Costa del Sol a finales de la década de los noventa o principios de siglo. El precio del inmueble se ha devaluado, residen fiscalmente en su país de origen y en su opinión no les merece la pena venderla y dejan de utilizar la propiedad. Algunos usan la vivienda y no desembolsan ni un euro. Otros desconocían que tenían que pagar los gastos comunes…

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