Susana Díaz se ofrece para "coser y restablecer la fraternidad" en el PSOE

En plena batalla, Susana Díaz reunió al comité director del PSOE andaluz, el máximo órgano entre congresos. Si algo se respiró en esta reunión, a la que estaban convocados sus casi 300 miembros, fue desgarro, dolor e indignación por la ruptura interna. Nada de tono bélico. Al menos en la parte abierta a los medios de comunicación. Había una larga lista de peticiones de palabras, 15, para cuando se cerraran las puertas.

Flanqueada por la dimitida presidenta del PSOE, Micaela Navarrro, y por el secretario de Organización andaluz, Juan Cornejo, la presidenta de la Junta recibió grandes aplausos a su entrada. La presidenta de la Junta admitió que el partido vive una situación "grave" y "crítica" aunque defendió que a lo largo de una historia centenaria hay "otros momentos más dramáticos". "Hay muchísimos militantes desconcertados, tristes, muy tristes, y también miles de votantes", subrayó Díaz. "Hay que entender que el PSOE no es patrimonio solo de sus militantes, también de millones de hombres y mujeres que nos han dado su voto", reivindicó en un momento en el que Pedro Sánchez invoca a la militancia socialista para seguir como secretario general.

"En el PSOE no hay bandos ni es una banda", proclamó la secretaria general del PSOE andaluz. Por si a alguien le quedaba dudas de que el planteamiento de Sánchez, situando a los barones a la derecha del partido y como "subalternos" del PP les ha hecho mucho daño. Díaz insistió en que "no hay socialistas de izquierda y de derecha". "Ser socialista es incompatible con ser de derecha", reclamó, pidiendo respeto para los expresidentes Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero. También reivindicó al presidente de Asturias, Javier Fernández, a quien los críticos postulan al frente de la gestora que exigen que se constituya cuanto antes.

Por "intereses personales"

La dirigente socialista dejó claro que habrá un congreso "donde tienen que votar todos y cada uno de los militantes". "Eso es un derecho de los militantes que ya no le va a quitar nadie", remarcó ante las denuncias de los sanchistas de que los barones quienes acabar con las primarias y han tumbado con el golpe de las dimisiones de la ejecutiva al primer secretario general elegido por los militantes.

Con un tono muy medido, la líder andaluza pidió "mirar al futuro" y reflexionar sobre "cómo vamos a ser capaces de enderezar el rumbo". A la vez quiso mandar "un mensaje de serenidad, de tranquilidad y de confianza". "Vamos a poner de nuestra parte para ayudar a coser, unir y restablecer la fraternidad en el partido porque eso es lo que ha hecho siempre el PSOE andaluz", aseguró.

Susana Díaz se mostró convencida de que nunca perdonarían al partido que "se pusieran los intereses personales por encima de los intereses del partido". Su principal denuncia giró sobre los resultados electorales. "Tenemos un problema y una cadena de derrotas. ¿Ese es el problema o la consecuencia? Creo que es una consecuencia porque nos hemos desconectado de la realidad, por eso vamos cosechando derrota tras derrota. Hemos perdido seis millones de votos en seis años", esbozó. Diagnosticó "un problema de liderazgo" y dejó claro que "si no te votan es porque no confían en ti". "Hay que analizar por qué", pidió. "Necesitamos un congreso serio, con una reflexión en profundidad y no a prisa y corriendo convocando por alguien pensando en sus propios intereses personales", insistió en contra de la convocatoria urgente en la que insiste Ferraz.

La dirigente socialista también se refirió a Podemos y denunció las "injerencias" de la formación morada en los últimos días. "Hay compañeros que se han cegado con los fogonazos de esos partidos nuevos y han perdido la perspectiva", denunció reivindicando que es mejor el PSOE, el "original", y no "la copia".

Presidió el comité director andaluz el hasta ayer número tres del partido, Antonio Pradas, el encargado de entregar en Ferraz las firmas de los 17 miembros de la ejecutiva federal que han dimitido. "Pensad lo que he sentido en estos días. Para mí llegar a ser un miembro de la ejecutiva federal a nivel político ha sido la alegría más grande y tener que tomar la decisión de abandonarlo ha sido muy pensada", desgranó ante el auditorio con tono grave. Agradeció a sus compañeros las muestras de apoyo recibido y criticó a aquellos que los insultan en las redes sociales. "Criticábamos como Podemos había conseguido con un solo mensaje, el de la casta, apoderarse de la opinión pública y parte del electorado", lamentó para referirse también a cómo ha calado el discurso del derecho a decidir en la sociedad catalana. "Qué curioso que gran parte de la base de los insultos que estamos recibiendo en las redes sociales tienen como base esos argumentos que han comprado algunos compañeros con mucha tranquilidad. Han comprado que hay una parte del partido que forman parte de una casta y eso no lo podemos admitir porque nos estaremos cargando las bases fundamentales de nuestra historia", denunció.

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