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Susana Díaz defiende a su marido: “Me he casado con un tieso. Sí, y qué pasa”
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Susana Díaz defiende a su marido: “Me he casado con un tieso. Sí, y qué pasa”

La presidenta de la Junta corta las acusaciones sobre la relación de José María Moriche con los cursos y sus contratos con UGT. Niega que tenga ninguna responsabilidad en el fraude

Foto: La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, rodeada de cámaras momentos antes de comenzar su comparecencia. (EFE)
La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, rodeada de cámaras momentos antes de comenzar su comparecencia. (EFE)

Susana Díaz no se piensa apuntar a la moda de esas mujeres que dicen que no sabían lo que ganaban sus maridos ni de dónde había salido “el coche aparcado en el garaje”. “No formaré parte de las mujeres de este país que dicen que no saben por dónde entra el dinero. Yo sí lo sé”. La presidenta de Andalucía hizo esa declaración de intenciones en cuanto el Partido Popular comenzó a preguntarle en la comisión de investigación de los cursos de formación sobre la presunta vinculación de su marido, José María Moriche, con este caso. Y acabó así: “Me he casado con un tieso. Sí, y qué pasa”.

Fue un momento de extrema tensión entre la diputada del PP Teresa Ruiz Sillero y la presidenta socialista, que acusó a su oponente de sembrar “insidias” y la retó a decir con claridad lo que insinuaba. “Míreme a los ojos”, pedía Susana Díaz, “le ha faltado valor y gallardía, se dedica a insultar y calumniar con preguntas retóricas. Porque sabe que lo haría y dónde íbamos a acabar las dos”, añadió, dejando claro que acudiría a los tribunales. Este ha sido el tono. La defensa de Susana Díaz de su pareja ha sido total. Ha mostrado nóminas y leído su vida laboral. "Un auxiliar administrativo no tiene que responder si un sindicato como UGT gestionó bien o mal los fondos", insistió la presidenta.

Uno de los aspectos que más enervan y molestan a Susana Díaz es que se vincule a su marido con el fraude de la formación. El PP es quien más explicaciones ha pedido sobre las relaciones de José María Moriche con la fundación de UGT, Instituto de Formación y Estudios Sociales (IFES), clave porque fue supuestamente una de las que más fondos públicos desviaron, cargando a la Junta por presuntas acciones formativas todo tipo de gastos del sindicato. Tras cuatro meses de reclamaciones, por fin llegó al Parlamento andaluz el famoso expediente 98/2009/J/217, por ocho millones de euros en ayudas públicas, donde se supone que figura el marido de Susana Díaz. La Junta inició, dos años después, una reclamación a UGT por este expediente de ayudas, aunque no se sabe por cuánto dinero ni si se ha recuperado alguna cantidad. Según la documentación oficial, al marido de la presidenta se le abonaron nóminas en concepto de “preparación, tutoría y evaluación” para cursos de informática de usuario, operador de cámara, técnico de sistemas microinformáticos y formador ocupacional con cargos a las ayudas dadas al sindicato para cursos.

“Llevan meses lanzando insidias de un trabajador cuyo pecado es estar casado con la presidenta de la Junta”, sentenció Díaz, que explicó que su marido trabajó como auxiliar administrativo de UGT y su fundación IFES de 2004 a 2012. Lo hizo como “auxiliar administrativo” con nóminas “entre 700 y 1.200 euros con pagas prorrateadas”. “Aquí están todas las nóminas. Estoy casada con un trabajador que ganaba eso y que no se puede defender. Lo que quiera decir, lo dice. A mí me da lástima. Me daría vergüenza que mis compañeros hubieran dejado esa tarea para mí dentro de mi grupo político”, prosiguió la dirigente socialista.

La diputada del PP insistió en preguntar cuánto ha entrado en casa de Susana Díaz del dinero reclamado por la Junta al sindicato por gastos indebidos. “Parte del dinero que la Junta reclama a UGT son nóminas que se han cobrado indebidamente”, señaló Ruiz Sillero, “¿esto ha ocurrido en su casa?”. Susana Díaz respondió desgranando la vida laboral de su marido desde 1992, incluida su ocupación como camarero en un conocido hotel de Matalascañas, una ortopedia, UGT... y ahora una cadena de librerías. “Salió de UGT cuando yo entré en el Gobierno. Habla del expediente de Moriche... como si el dinero se lo hubieran dado a él”, insistió la presidenta.

“¿Han influido en las decisiones como máxima responsable del Gobierno estas circunstancias familiares teniendo en cuenta que llevan estos expedientes siete años pendientes de justificar sin que haya culminado con el reintegro?”, le preguntó la diputada del PP. “El PP tiene un cálculo, 200.000 euros de los cursos es lo que ha podido entrar en su casa”, añadió. Como respuesta, Susana Díaz le explicó lo que hace un auxiliar, desde encender los ordenadores a llamar a los alumnos o cargar cajas.

Susana Díaz culpa al Gobierno de no paralizar a tiempo los cursos de formación

Además de su declaración de amor a su marido, Susana Díaz informó de que ha recuperado tres millones de 90 defraudados en los cursos de formación y ha dejado claro que mantuvo cerrado el grifo de los cursos ante “la sospecha de fugas” en estas ayudas. Porque si habló de su marido, la presidenta de la Junta también habló de su padre, que es fontanero y en el que pensaba mientras comparecía. “Me viene de casta, por eso le hablo de fugas”, dijo hábilmente la socialista, que aseguró que estaba allí para que su progenitor se sintiera “orgulloso”.

La presidenta de la Junta de Andalucía ha llegado sonriente y con paso seguro a la comisión de investigación sobre los cursos de formación en el Parlamento andaluz. Ha arrancado su comparecencia sacando pecho, poniéndose de ejemplo y dejando claro que ella no se esconde detrás de ningún informe ni órgano estatal, en clara alusión al plantón que dio la ministra de Empleo, Fátima Báñez. Ha recordado además que otros parlamentos, Madrid, Valencia o Galicia, han votado en contra de investigaciones como esta a pesar de que hay también altos cargos detenidos por el fraude de la formación, y dejando claro que hay un informe del Tribunal de Cuentas que pone sobre la mesa “posibles irregularidades”. El PSOE no apoyó la creación de esta comisión y Susana Díaz, según Ciudadanos, ha tratado de evitar su comparecencia presionando hasta el límite.

Llevaba su dato preparado. De hecho, el papel del telonero, el consejero de Empleo, José Sánchez Maldonado, ha sido hasta llamativo por mostrarse ignorante ante asuntos de su estricta competencia. Sobre otro de los asuntos bajo sospecha, la firma de convenios con UGT, para cobrar alquileres por las sedes socialistas que el sindicato utilizaba como aulas y que fue señalado por la jueza Mercedes Alaya como una presunta vía de financiación ilegal del partido, también ha dado explicaciones. “UGT y PSOE compartimos sedes desde 1908, y durante años se expoliaron esas sedes. Cuando se recuperó el patrimonio común, se firmaron convenios conjuntos. Hay muchas sedes que se comparten, pero ya me dirán con 500 euros qué financiación de partido se sufraga. Conozco el convenio que firmé, fruto de la recuperación de patrimonio conjunto”, ha desgranado. Esos 500 euros son los que el alcalde de Nueva Carteya declaró que el sindicato pagaba como arrendatario.

Susana Díaz aseguró que había echado de menos que “la ministra de Trabajo hubiera llamado a todos los gobiernos para decir qué ha pasado, sentémonos y veamos qué está pasando, o incluso que el propio Gobierno hubiera sido quien hubiera paralizado las ayudas”. También insistió en que ella no paró las ayudas, como el día antes insinuaron los expresidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán, sino que “mantuvo la paralización”. “Fue por responsabilidad. Ante una sospecha generalizada no hubo convocatoria en 2012, no la hubo en 2013, accedo a la presidencia en septiembre de 2013 y mantengo esa paralización. Era lo correcto. Lo volvería a hacer. Necesitaba la seguridad de que esa convocatoria saliese con todos los instrumentos y garantías legales”, relató. “Necesitaba garantías de que no había fugas”. La única autocrítica realizada por la presidenta es que faltaba personal en la Administración para controlar los fondos.

El consejero de Empleo, José Sánchez Maldonado, ha actuado como ‘telonero’ de Susana Díaz en una comparecencia que en algunos momentos ha sido surrealista. Ha aportado un dato: la Junta reclama en firme la devolución de 90 millones de euros en expedientes destinados a la formación donde se han encontrado irregularidades. Hay otros 51 millones de euros cuyo reintegro está aún en fase de alegaciones. La Junta anunció que tenía previsto culminar la revisión de las ayudas de formación en septiembre de 2015, cuando ya muchos de estos expedientes habrían prescrito. Aunque ya ese anuncio activó las alarmas, la realidad es que el Gobierno sigue sin concluir su revisión interna. Son 18.023 expedientes entre 2000 y 2012, que suman 2.896 millones de euros. De estos, 13.014, que suman 1.223 millones, están ya listos. El resto, 5.009, sigue en revisión.

El titular de Empleo no pudo aclarar cuántos expedientes se han llevado a los tribunales, cuánto dinero está en vía de apremio o embargo o qué empresas son las reclamadas. “No tratamos particularmente ninguna reclamación” o “no sé apellidos de estos expedientes”, alegó el consejero. Tampoco aclaró cuándo la Junta comenzará a pagar el 25% pendiente de las ayudas a las empresas que sí actuaron correctamente y cumplieron todos los requisitos. Ni cuánto dinero suman estas cantidades que deben abonarse.

Susana Díaz no se piensa apuntar a la moda de esas mujeres que dicen que no sabían lo que ganaban sus maridos ni de dónde había salido “el coche aparcado en el garaje”. “No formaré parte de las mujeres de este país que dicen que no saben por dónde entra el dinero. Yo sí lo sé”. La presidenta de Andalucía hizo esa declaración de intenciones en cuanto el Partido Popular comenzó a preguntarle en la comisión de investigación de los cursos de formación sobre la presunta vinculación de su marido, José María Moriche, con este caso. Y acabó así: “Me he casado con un tieso. Sí, y qué pasa”.

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