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Operación Menina 2: Soraya vuelve para defender al PP en el feudo andaluz
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Arranca la precampaña

Operación Menina 2: Soraya vuelve para defender al PP en el feudo andaluz

La vicepresidenta volverá a tener un papel destacado en campaña y completará la agenda de Rajoy en Andalucía, comunidad clave donde confían en crecer a costa de C's

Foto: La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría,  en la presentación de las listas del PP en Andalucía. (EFE)
La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, en la presentación de las listas del PP en Andalucía. (EFE)

Un dirigente del PP andaluz, que antes estuvo en primerísima fila, comentaba con admiración que a Soraya Sáenz de Santamaría no le hace falta el escalón que le han improvisado antes de subir al atril en el mitin de precampaña en Sevilla porque “ella es muy grande”. Y eso que aquella operación Menina tan comentada en los cenáculos del poder, para que ella diera un paso al frente y tomara el testigo de Mariano Rajoy en caso de bloqueo político, lejos de confirmarse quedó convenientemente silenciada y enterrada por orden de Moncloa.

Queda claro que la vicepresidenta del Gobierno tiene seguidores en las filas del PP andaluz. No solo el presidente del partido, Juan Manuel Moreno Bonilla, a quien la mujer fuerte del Gobierno postuló y señaló directamente para que Rajoy lo designara sucesor de Javier Arenas. Un amplio sector del PP andaluz, que será clave ante cualquier movimiento interno en un futuro congreso popular, quiere a Soraya, y se nota. Cuando ella llegó a Sevilla, aún no había trascendido que el PP tiene 10 días para pagar 1,2 millones por el caso Bárcenas, una nueva bomba a 33 días de las elecciones. Orden de embargo del juez José de la Mata que deja claro que Rajoy tiene harto complicado seguir aplazando esa renovación que cada vez más voces, siempre de puertas adentro, reclaman al líder en el próximo congreso que lleva año y medio congelado, convenientemente pospuesto hasta que haya Gobierno.

Recortes “para fortalecer el crecimiento”

Habrá operación Menina 2, al menos en Andalucía. La vicepresidenta volverá a tener mucho protagonismo en el fortín socialista de Susana Díaz. Intensificará su agenda y cubrirá todas las provincias a las que Rajoy no tendrá tiempo de visitar. Saénz de Santamaría estrenó la precampaña en Sevilla y, como no podía ser de otra forma, dando la cara por el presidente. A ella le tocó antes de hacerse las fotos explicar la carta remitida por el jefe del Ejecutivo al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. Una misiva en la que Rajoy promete a Bruselas más ajustes si gana las elecciones, pero pospone los nuevos recortes a la segunda mitad del año.

Santamaría cree que el PSOE debería buscar el voto de los españoles, no de Podemos

La Comisión Europea ha dado una prórroga, hasta julio, antes de decidir si sanciona a España por el incumplimiento de los objetivos fiscales. Bruselas pide recortes por 8.000 millones de euros y el Gobierno español, que incluso vuelve a coquetear con más rebajas de impuestos en plena campaña electoral, ha sostenido hasta ahora que ya se han descontado 4.000 millones en este ejercicio 2016, descartando más recortes.

En la misiva de Rajoy a Juncker, la puerta a más recortes sí queda abierta, algo que no contemplan ni el programa ni el discurso del PP. Ya lo hizo el pasado viernes tras el Consejo de Ministros y le volvió a tocar este lunes. Saénz de Santamaría descartó hablar de recortes y defendió que se pondrán en marcha “medidas para fortalecer el crecimiento y la creación de empleo”. No aclaró cuáles serán esas medidas ni cuál será la oferta que Rajoy enviará a Bruselas si gana las elecciones. “Ya no hay recesión, la rueda de la economía se ha puesto en marcha”, insistió.

La vicepresidenta centró sus críticas en Pedro Sánchez y en los responsables del PSOE que colocaron a España "al borde del rescate"

En el blanco de sus críticas situó a Pedro Sánchez. Cargó contra el PSOE y contra su candidato, advirtiéndole de que debería querer depender del voto de los españoles y no de los de Podemos y Pablo Iglesias. Sánchez aseguró esta mañana que no será presidente si depende de Iglesias. “Los ejercicios de sinceridad abruman”, ironizó la vicepresidenta del PP. Replicó al acto que este domingo celebraba el líder socialista con expresidentes y pesos pesados socialistas. “Los que ayer daban lecciones de economía”, insistió la dirigente del PP, fueron los que colocaron a España “al borde del rescate” en 2011. “El PP quiere un pacto con los españoles”, insistió en su primer mitin de precampaña.

Una fija desde las autonómicas

La vicepresidenta del Gobierno llegó a la capital andaluza para presentar a los candidatos del PP al Congreso y el Senado por las ocho provincias andaluzas. Su papel ya fue destacado en la campaña de las autonómicas, cuando acudió a arropar a su ‘amigo’ Moreno Bonilla e indignó a la socialista Susana Díaz con aquel “Susana, Juanma se ha venido arriba, menuda campaña te espera, bonita”. “Los de Valladolid también nacemos donde queremos”, defendió este lunes en el Jardín de las Delicias de Sevilla, elegido por el PP para hacerse la foto de familia. Siempre junto a la ministra de Empleo, Fátima Báñez, y a la plano mayor del PP andaluz, Saénz de Santamaría arrancó la precampaña “como una andaluza más”.

Según confirman fuentes del PP, su presencia en Andalucía será intensa de nuevo hasta el 26 de junio. Saénz de Santamaría retrató al PP como el partido de “la honradez”, “la seriedad” , “los hechos” y “el crecimiento”, lo que contrapuso a “los oportunistas”. No mencionó a Ciudadanos, lo que sí hizo el líder del PP andaluz. Moreno Bonilla, que mantiene un discurso muy duro frente al partido naranja en Andalucía e insistió en recordar la alianza sellada por Albert Rivera y Pedro Sánchez en las negociaciones para la investidura. “En Andalucía ya sabemos desde hace un año del apoyo absoluto de Ciudadanos a las políticas rancias y antiguas del PSOE, a las políticas del paro y la marginación”, destacó el líder andaluz. Sus ataques a Ciudadanos se han intensificado tras la moción que situó al PSOE en el Ayuntamiento de Granada.

El pasado diciembre, el PP obtuvo en Andalucía 21 diputados frente a los 22 del PSOE, los 10 de Podemos y los ocho de Ciudadanos. El PP se quedó a dos puntos y medio de los socialistas. Ahora aspiran a la victoria, aunque admiten las dificultades de enfrentarse a “la maquinaria del PSOE y la Junta de Andalucía”. Fuentes del PP andaluz admiten que tienen perspectivas de crecimiento en provincias clave como Sevilla, donde los sondeos indican que los socialistas podrían perder un diputado a favor de Unidos Podemos, que se harían con tres escaños, mientras que el PP sumaría otro a costa de Ciudadanos.

El PP andaluz cuenta con subir dos diputados a costa de Ciudadanos y su campaña será igual de dura con Susana Díaz que con Albert Rivera

El PP sabe que en el feudo socialista por excelencia, Andalucía, su margen de crecimiento está, sobre todo, en recuperar votos fugados a las filas de Ciudadanos. Intensificarán su campaña de acoso y derribo al partido de Albert Rivera, subrayando sobre todo el pacto sellado con Susana Díaz en Andalucía. Una campaña anti-Ciudadanos que no todo el PP ve con buenos ojos. Ahí está el caso de Cristina Cifuentes en la Comunidad de Madrid, donde, al igual que la presidenta andaluza, se vale del partido naranja para gobernar. Por cierto que ha sido muy comentada en las filas del PP andaluz la presencia de la presidenta madrileña en el desayuno informativo que la pasada semana celebró la presidenta de la Junta en la capital. Una foto, la de Cifuentes y Díaz, que ha disgustado y que este lunes, con Saénz de Santamaría recibida entre algodones, algunos recordaban para dejar claro que si hubiera que elegir sucesora de Rajoy, la de Valladolid tendría muchos más votos en el PP andaluz.

'Sorayos' y 'arenistas', de la mano

La vicepresidenta comenzó a estrechar lazos con los populares andaluces cuando lideró la reforma del Estatuto andaluz, allá por 2006. Se ganó la confianza de Javier Arenas casi antes que la de Mariano Rajoy. Desde entonces, la popularidad de Sáenz de Santamaría, que se jacta de no tener tiempo para lo orgánico pero supo jugar la partida de ‘sorayos’ y ‘arenistas’ para terminar definitivamente con el poder de María Dolores de Cospedal en Andalucía, ha ido cada vez a más en las filas del PP andaluz.

Moreno Bonilla, sin querer tampoco hacer demasiado ruido ni molestar a Rajoy, ha reclamado ya un congreso de ‘refundación’ del partido, con primarias abiertas para elegir al futuro líder, limitación de mandatos y de cargos, así como medidas más duras contra la corrupción. Él mismo está comprobando las dificultades de imponer la renovación en un partido de estructuras de poder a veces inamovibles. Los cambios en las listas de las generales, muchos realizados con la vista puesta en abrir huecos y cambiar caras ante las próximas municipales, le han traído más de un quebradero de cabeza. En Sevilla, donde Juan Ignacio Zoido aspira al Congreso sin dar un paso atrás en la capital, o en Málaga, donde Moreno Bonilla ha visto que Celia Villalobos y el alcalde, Francisco de la Torre, le plantaban cara, están los ejemplos más claros.

En el PP andaluz, donde se pide la renovación como agua de mayo, los vicesecretarios ‘del cambio’, Pablo Casado o Javier Maroto, son también muy aplaudidos. El presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, también tiene sus afines. Pero, sobre todo y ante todo, si el actual núcleo de poder del PP andaluz tuviera que elegir, posiblemente la balanza de inclinaría por Soraya Saénz de Santamaría, “una andaluza más”. La única capaz de decirle a Susana Díaz eso de “préparate, bonita”.

Un dirigente del PP andaluz, que antes estuvo en primerísima fila, comentaba con admiración que a Soraya Sáenz de Santamaría no le hace falta el escalón que le han improvisado antes de subir al atril en el mitin de precampaña en Sevilla porque “ella es muy grande”. Y eso que aquella operación Menina tan comentada en los cenáculos del poder, para que ella diera un paso al frente y tomara el testigo de Mariano Rajoy en caso de bloqueo político, lejos de confirmarse quedó convenientemente silenciada y enterrada por orden de Moncloa.

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