Susana Díaz se erige en garante de la unidad de España en su mensaje a los andaluces

Con una llamada a “preservar la unidad de España” y a combatir a quienes intentan dividirla territorialmente o “ensanchar la insoportable brecha de la desigualdad”, en clara alusión a Podemos y al Partido Popular, la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, puso el broche final a un año “intenso en lo político y crucial en lo económico”. En los exteriores de la Universidad de Sevilla, la presidenta andaluza se dirigió a los andaluces a través de la Radio y Televisión Pública (RTVA) en el tradicional mensaje institucional de fin de año [léelo aquí en PDF]. Quienes traten de leer entre líneas cuál será el futuro político de la baronesa socialista en plena batalla por el liderazgo del PSOE no hallarán una respuesta clara. Lo que sí es indiscutible es que Díaz habló en clave nacional y avanzó que su comunidad, con ella al frente, tendrá mucho que decir. “Desde Andalucía debemos contribuir decisivamente a esa España mejor que todos soñamos”, defendió..

“En lo que se refiere al conjunto de España, las elecciones del pasado día 20 han abierto un periodo de incertidumbre para nuestra estabilidad como país. Es lógico que todos estemos preocupados y demos lo mejor de nosotros mismos para salir cuanto antes de esta situación. Para ello, todos debemos actuar con responsabilidad, con generosidad”, esgrimió ante las cámaras. Acto seguido, aludió al papel que jugaron los responsables de la Transición y llamó a comportarse como aquellos políticos. “Partían de posiciones muy diversas, pero gracias a su generosidad, a su altura de miras y a su capacidad de diálogo, España terminó por superar una situación histórica tan o más compleja que la actual. Ellos supieron estar a la altura en un momento difícil, ahora nos toca a nosotros protagonizar otro gran esfuerzo, por Andalucía y por España”.

Acuerdo, concordia, unidad, igualdad salpicaron un discurso donde, lejos de la autocrítica, aseguró que Andalucía tira de la creación de empleo en España. La socialista no dejó escapar la oportunidad de reivindicar, una vez más, los resultados que obtuvo en las urnas el pasado mes de marzo y la “estabilidad” política alcanzada en Andalucía, la primera comunidad en España en aprobar su presupuesto. Ciudadanos permitió su investidura y sacar adelante las cuentas públicas de 2016. “El pasado mes de marzo, los andaluces y andaluzas hablaron en las urnas y lo hicieron con claridad, decidiendo quién quieren que les gobierne y cómo”, sostuvo.

Con medio centenar de mujeres asesinadas, la presidenta andaluza pidió también un pacto de Estado, como el sellado en la lucha antiyihadista, contra la violencia de género. Enhebró una defensa de los servicios públicos, del blindaje del Estado del bienestar, y puso el acento en materia de empleo en la comunidad con la tasa de paro más alta de España. Sin autocrítica, convencida de que Andalucía ha tirado del carro de la creación de empleo en el país y culpando a la reforma laboral del PP del deterioro en las condiciones laborales. El capítulo de corrupción lo solventó con una sola frase. Llamando a desterrar de la vida pública “a los corruptos que suponen una vergüenza para nuestro país”.

Javier Fernández coincide en su mensaje

El presidente del Principado, Javier Fernández, uno de los aliados más firmes de Susana Díaz en la pugna socialista, lanzó una imagen prácticamente idéntica en su comunidad, en su mensaje institucional grabado por la televisión pública asturiana (RTPA). "Como asturianos y como españoles creemos que a la fuerza ganadora, la que más votos recibió, le corresponde ahora tanto el honor como la responsabilidad indelegable de transformar esa victoria en una mayoría para gobernar. Sólo en el caso de que esa meta sea imposible procederá tomar otras iniciativas, que nunca han de pasar por trocear ni la soberanía nacional ni la integridad territorial ni la única ciudadanía".

En plena batalla por el liderazgo del PSOE, cuando todos los ojos vuelven a mirar a Susana Díaz y se preguntan si esta vez dará el salto definitivo a la política nacional o seguirá sin decidirse, la presidenta ha dejado claro que seguirá tratando de influir y marcar el guion político del país al frente de la comunidad más poblada de España.

Después de que los barones socialistas hayan dado una tregua corta a Pedro Sánchez, con la confianza de que la ejecutiva federal del partido convoque cuanto antes un congreso federal que podría suponer el relevo del líder socialista ante un escenario de elecciones anticipadas en mayo, Susana Díaz sigue sin dejar claro cuál será su futuro. Su vicepresidente y consejero de la Presidencia, Manuel Jiménez Barrios, intervino para dejar claro que la socialista, como presidenta de Andalucía, una comunidad con nueve millones de habitantes, debe hacer oír su voz en el debate nacional. Eso sí, negó que esté preparando su salto a Madrid y sostuvo que el partido está “bien liderado por Pedro Sánchez", por lo que esa "no es la principal ocupación". No están en eso, aseguran, pero ya veremos que pasa, agregan. Ferraz interpretó rápidamente que Susana Díaz dejaba claro que no iba a disputarle la secretaría general al actual líder socialista. Desde el equipo de la presidenta se limitan a decir que no hay nada nuevo y que nadie puede todavía despejar el escenario a tres o cuatro meses de un posible congreso del PSOE.

Mientras, el Partido Popular en Andalucía aprovechó la guerra abierta en el PSOE para arremeter contra la socialista y segurar que el balance de su gestión es "un folio en blanco" porque Susana Díaz "mira de frente a Ferraz y da la espalda a Andalucía". Esa "irresponsabilidad" es el flanco abierto que la oposición tratará de aprovechar y que los socialistas andaluces tratan de rebatir poniendo el acento en la agenda institucional de la presidenta, su gestión en el Gobierno y el mensaje de que también es importante para Andalucía tener una voz potente en el plano nacional.