Qatar 'conquista' Málaga con un hotel de 100 millones y 35 plantas en pleno puerto

Como las cuatro torres en Madrid o la Torre Pelli en Sevilla. Un hotel cambiará, de modo definitivo, el ‘skyline’ de Málaga. Un grupo de Qatar invertirá 105 millones de euros en un cinco estrellas gran lujo de 35 plantas en el puerto malagueño. El proyecto, de 350 habitaciones, toma como modelo el hotel Vela de Barcelona, con una ocupación media del 80% y un precio medio de 300 euros la habitación. La Autoridad Portuaria de Málaga aprobó el pasado lunes el inicio de la concesión administrativa para impulsar la iniciativa empresarial liderada a través de la sociedad Andalusian Hospitality II SL, cuyo administrador único es Fakhroo Abdulla Darwish AD, según consta en el Registro Mercantil de Málaga.

En la sede de Guerrero Abogados, bufete de Marbella ubicado en el centro de la ciudad 'costasoleña', liderado por Salvador Guerrero, se ubica esta sociedad, asesorada también por Deloitte, y que cuenta con un capital social de 5.000 euros. Andalusian Hospitality II SL ya ha depositado 1,8 millones de euros como aval, el 2% del proyecto constructivo. Al menos hay otro grupo empresarial interesado en la construcción de un hotel en el recinto portuario. La sociedad de Fakhroo tendrá que competir con otras empresas que presenten el aval, previo paso para el concurso.

El trámite apenas acaba de empezar. Tras la publicación en el BOE de las solicitudes de los aspirantes, se necesita una modificación del Plan Especial del Puerto que deberán aprobar el pleno del Ayuntamiento de Málaga y el Consejo de Ministros, como contempla la Ley de Puertos, al tratarse de la construcción de un establecimiento hotelero en el puerto, como ya ocurrió con el caso del emblemático Vela barcelonés o con otro hotel en Alicante.

Aviación Civil ha fijado como tope una altura de 175 metros. La Gerencia de Urbanismo del ayuntamiento ya había presentado un anteproyecto con un edificio sobrio que sorprende por la intención de los inversores, partidarios de un hotel-rascacielos y emblema, de líneas rompedoras y diseño contemporáneo. “Esto es una tendencia imparable. La arquitectura del siglo XXI tiene que tener su hueco en todas las ciudades”, subraya a El Confidencial Paulino Plata, presidente de la Autoridad Portuaria de Málaga.

Capacidad hotelera de Málaga

“El hotel se puede convertir en un destino en sí mismo”, resalta Plata. El responsable del puerto malagueño valora la gran capacidad para generar empleo que puede contar el proyecto (“el doble que uno de cuatro estrellas”, apunta), aunque no quiere precisar a cuánto se elevaría la cifra. ¿Existe demanda para un hotel de estas características? Entre 2003 y 2013, la planta hotelera de Málaga capital se había multiplicado por dos y la ocupación creció hasta un 66% de media. El año más alto fue 2014.

La Autoridad Portuaria de Málaga ve el proyecto también con buenos ojos para evitar la sangría de números rojos que arrastra tras la caída del tráfico de contenedores. Calculan que podrían recibir un canon anual de un millón de euros, “con lo que se podrían solventar las pérdidas”, admite Plata en declaraciones a este diario.

José Seguí es el arquitecto que ha recibido el encargo de la sociedad catarí. Fuentes próximas a su estudio de arquitectura resaltaron a El Confidencial que era “muy pronto” para conocer los detalles de su propuesta de hotel. “Aún no se conocen las bases. Se está muy lejos de que el hotel se convierta en una realidad. Esto es solo el inicio de un largo trámite”, añadieron estas mismas fuentes.

El fracaso de 2001 con Frank Gehry

Puertos del Estado no es muy partidario de la construcción del hotel, según aseguraron fuentes del Partido Popular. El Ayuntamiento de Málaga sí respalda la iniciativa. No es la primera vez que el Puerto de Málaga se plantea una iniciativa ambiciosa de este calibre. En 2001, Aedisma, una asociación privada malagueña, invitó al prestigioso arquitecto Frank Gehry, el autor del Museo Guggenheim de Bilbao, a visitar Málaga para que ofreciera ideas para el dique de Levante del puerto para ubicar una terminal de cruceros, un centro de convenciones y un hotel de lujo.

La iniciativa la censuró el entonces presidente del Puerto, Enrique Linde, para quien Aesdima no tenía representatividad para formular una propuesta. “Tras examinar la explanada del dique por tierra y por mar, se produjo la reunión a tres bandas entre los responsables del Puerto, Aesdima y el equipo de Gehry. La Autoridad Portuaria informó de 'la imposibilidad económica y jurídica de hacer un encargo directo'”, como publicó ‘El País’ en junio de 2001.