La Fiscalía del Supremo apoya llevar a juicio a Chaves y Griñán por los ERE fraudulentos

La Fiscalía del Tribunal Supremo apoya seguir adelante con la imputación contra los expresidentes de la Junta de Andalucía Manuel Chaves y José Antonio Griñán por su implicación en la trama de los ERE fraudulentos concendidos en su comunidad autónoma. Los fiscales que llevan el asunto están de acuerdo con el auto acordado por el instructor del alto tribunal que lleva el caso contra los afroados, Alberto Jorge Barreiro, por el que señala la existencia de indicios suficientes contra los exaltos cargos andaluces para seguir adelante con su imputación por prevaricación administrativa, como paso previo a sentarles en el banquillo de los acusados.

Según ha podido saber El Confidencial de fuentes fiscales, los representantes del Ministerio Público que llevan la causa en el Supremo no van a recurrir el auto de Jorge Barreiro, en el que se señala, además de a los expresidentes socialistas, a los exconsejeros andaluces José Antonio Viera y Gaspar Zarrías como presuntos responsables de un sistema de financiación fraudulento de 855 millones de euros el dinero presupuestado y que la Junta de Andalucía gastó y pagó desde 2000 a 2010 en las subvenciones acordadas y concedidas.

El magistrado no requirió a la Fiscalía informe previo antes de decidir si seguía adelante con la causa, paso que suele ser habitual para conocer la postura del Ministerio Público y evitar así un futuro recurso. Sin embargo, en este caso la Fiscalía apoya la decisión del instructor, que sostiene que los imputados "cebaron sin descanso la partida de los eres".

Las defensas ya están presentando sus recursos contra el auto en el que eleva una exposición motivada a la Sala de lo Penal, que preside Manuel Marchena, para que tramite el preceptivo suplicatorio, paso exigido antes de sentar en el banquillo a aforados. Por ahora, los abogados de Zarrías, Viera y Griñan han presentado sus alegaciones, que tendrán que resolverlas la propia Sala aunque fuentes de la defensa aseguran que Chaves también lo hará. En sus escritos, sostienen que no cabe dictar una resolución injusta, como les acusa el instructor, cuando era el propio Parlamento andaluz el que la legalizaba posteriormente aprobándola año tras año.

En su recurso, Griñan recuerda que ya no es aforado y por tanto el Tribunal no es el órgano competente para encausarle. Además, insiste que "de ningún modo puede sostenerse" que dictara una resolución arbitraria, y mantiene que no conoció los informes de la intervención alertando de ilegalidades en las transferencias de financiación.

Dos oportunidades para no ir a juicio

Los imputados tienen ahora dos oportunidades para no sentarse en el banquillo de los acusados del Tribunal Supremo. El primero de ellos es que la Sala de lo Penal estime sus recursos y contradiga la postura del instructor, decisión que podría llegar antes de las vacaciones de agosto. En el caso que los magistrados que estudien estos recursos los estimen, ya no habría más opciones para la investigación y se daría carpetazo al asunto.

Por otro lado, el tribunal tiene que decidir si el asunto se queda en el Supremo o se remite de nuevo al Juzgado de Sevilla, que lleva el grueso de la investigación. Tras conocer la intención de Jorge Barreiro de sentarles en el banquillo por llevar a cabo un sistema arbitrario "claramente ilícito", tanto Chaves como Zarrías, exnúmero dos de la Junta, anunciaron que renunciaban a su escaño en el Congreso de los Diputados, paso que Griñán había dado unas semanas antes.

De esta manera, actualmente el único aforado es Viera, que se niega a abandonar su escaño, en contra del criterio del PSOE. Por lo tanto, el tribunal tiene que decidir si deja al exconsejero de Empleo como único imputado en el alto tribunal y lo referentes al resto lo manda de nuevo a Sevilla.

Sin embargo, fuentes jurídicas sostienen que la postura del tribunal está orientada a llevar a los cuatro a juicio en el Supremo por conexidad con lo investigado respecto de Viera. Es decir, tanto Chaves como Griñán y Zarrías no se enfrentarían a la juez Mercedes Alaya sino que su futuro judicial quedaría en manos del Supremo.