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El Papa revoluciona Sevilla por querer una fecha fija para la Semana Santa
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estudian el impacto económico que supondría

El Papa revoluciona Sevilla por querer una fecha fija para la Semana Santa

Más allá de lo religioso, la propuesta tendría consecuencias directas para un negocio que supone el 1,2% del PIB de la capital andaluza. Por su parte, la calle ya ha empezado a debatir la propuesta

Foto: El papa Francisco en una imagen de archivo. (EFE)
El papa Francisco en una imagen de archivo. (EFE)

“Lo que diga el Papa va a misa”. Así ha recibido el alcalde de Sevilla, el socialista Juan Espadas, la propuesta lanzada por el Papa Francisco días atrás y que abogaba por llegar a un acuerdo para que la Pascua de Resurrección tenga una fecha fija. Desde Roma a Sevilla las palabras han corrido como la pólvora. La propuesta ha revolucionado una ciudad donde la Semana Santa es mucho más que una fiesta religiosa. Es un motor económico fundamental que marca la vida de muchos sevillanos más allá de los días señalados. Aunque uno se lo proponga con fuerza, vivir en Sevilla al margen de esta festividad es prácticamente imposible.

El debate se ha instalado ya en la calle. Es casi inviable tomar un café o una cerveza o subirse a un taxi sin que salga el tema de marras. La ciudad asiste dividida ante la posibilidad de que la luna deje de marcar la fecha de una festividad que más allá de lo religioso es clave para el turismo y tiene una raíz económica clave. Muchos creen que es lo sensato. “Como la Navidad, con fecha fija”, aducen los partidarios. Los detractores se quejan de que esta decisión se imponga sin más y sin analizar las consecuencias. Y no solo es la Semana Santa, de esta decisión dependerá también la Feria de Abril y el Rocío, que se celebra siempre a los 50 días de la Pascua.

El alcalde socialista ha dicho que estarán “atentos” y analizarán la sugerencia. Pero en realidad tendrán muy poco que decir si se consuma la decisión dentro de la Iglesia. Hasta ahora, eran los astros los que marcaban el calendario. La Semana Santa comenzaba el domingo siguiente a la primera luna llena de la primavera. Ahora el Domingo de Ramos sería el primero de abril. Todo se concentraría en este mes. Las ordenanzas municipales fijan dos semanas de distancia con la Feria de Abril. Se acabó el problema de los volantes y lunares en mayo. Marzo quedaría desierto para bares y hoteles. Y en la pugna entra también la climatología. Los días de abril suelen ser más lluviosos e inestables.

El Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla, todo un poder fáctico en la capital hispalense, templa el debate y ve muchos beneficios en que haya una fecha fija para la Semana Santa. Su presidente, Carlos Bourrellier, asegura que ellos son Iglesia y que se limitarán a acatar la decisión que se adopte. “Poco más tenemos que decir”, comenta a El Confidencial. Lejos de ver connotaciones negativas en esta decisión creen que sería positivo y que en su caso ayudaría a organizar los abonos de sillas y palcos que se ofrecen, previo pago, en esa semana. “Sería beneficioso además para el turismo pero poco más tenemos que decir”, añade. El mensaje es claro, frente a la vertiente crematística del debate, el Papa manda.

El negocio que mueven las procesiones en Sevilla es muy importante. Según los datos ofrecidos por el Ayuntamiento hispalense para 2015, la de este año fue la más lucrativa de la historia. Unos 280 millones de euros que suponen el 1,26% del PIB de la ciudad. Hoteles que no bajan del 85% de ocupación y que llegan al cien por cien en los días clave, comercios que hacen en estos días su agosto y bares y restaurantes que alcanzan cifras record de ventas. Y si la Semana Santa es un negocio rentable, la Feria, toda una oda al consumo, bate récords. Duplica estos beneficios, hasta los 700 millones de euros, el 3% del PIB de la ciudad. Eso sí, todos estos números, que muchos ponen en cuestión pese a que hay estudios de impacto económico elaborados por la Universidad de Sevilla, dependen en gran medida del factor climatológico. Si irrumpe la lluvia y el mal tiempo las ganancias decrecen de forma muy importante.

El mensaje trasladado por el pontífice en un retiro mundial de sacerdotes en Roma y recogido por la agencia católica de noticias Aciprensa no fue nada concreto. Ante sacerdotes de cinco continentes, el Papa deslizó: “Tenemos que llegar a un acuerdo”. La fecha común que se maneja y que permitiría a todos los cristianos del mundo celebrar el mismo día la Pascua de Resurrección es el segundo domingo de abril. Entre bromas el Papa dijo que es un escándalo que dos cristianos puedan tener una conversación como esta: “¿Cuándo resucitó tu Cristo de entre los muertos? El mío hoy, el tuyo la semana que viene”. Pero en Sevilla no se lo toman a broma. Con la Semana Santa en esta ciudad la guasa es prácticamente imposible.

“Lo que diga el Papa va a misa”. Así ha recibido el alcalde de Sevilla, el socialista Juan Espadas, la propuesta lanzada por el Papa Francisco días atrás y que abogaba por llegar a un acuerdo para que la Pascua de Resurrección tenga una fecha fija. Desde Roma a Sevilla las palabras han corrido como la pólvora. La propuesta ha revolucionado una ciudad donde la Semana Santa es mucho más que una fiesta religiosa. Es un motor económico fundamental que marca la vida de muchos sevillanos más allá de los días señalados. Aunque uno se lo proponga con fuerza, vivir en Sevilla al margen de esta festividad es prácticamente imposible.

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