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Teresa Rodríguez, líder de Podemos en Andalucía bajo la tutela de Iglesias
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CON EL APOYO DEL 84.92%

Teresa Rodríguez, líder de Podemos en Andalucía bajo la tutela de Iglesias

Llega a la secretaría general pese a las diferencias con la cúpula de Madrid y bajo las presiones de los críticos y las bases en contra de cualquier alianza con el PSOE de Díaz

Foto: Teresa Rodríguez. (Efe)
Teresa Rodríguez. (Efe)

Teresa Rodríguez se ha alzado a la secretaría general de Podemos en Andalucía con el apoyo del 84,92% de los militantes y una bajísima participación (11%), apenas 6.606 de los 60.000 inscritos en Andalucía han acudido alas primarias. Rodríguez se hace con las riendas a medias, tras un pacto que se cerró antes de las elecciones autonómicas con Pablo Iglesias para conformar una dirección mixta que integre a gente de la líder andaluza y afines al sector oficialista. Las negociaciones se han desarrollado directamente con el secretario de Organización de Podemos, Sergio Pascual, el hombre de Iglesias en Andalucía. El acuerdo existía antes de las elecciones y se ha mantenido después de que la candidata obtuviera 15 diputados el pasado 22 de marzo. Un resultado que Podemos califica de “agridulce”.

La candidata andaluza, en pleno proceso de votación de la secretaria general, ha sorteado las presiones internas de un amplio sector de las bases de Podemos endureciendo su posición y decantándose por el no a Susana Díaz. Los críticos están satisfechos con este giro que contradice las posiciones de Pablo Iglesias y su equipo en Madrid, centrados en las próximas citas electorales y convencidos, según fuentes de Podemos, de que les interesa más la abstención para aparecer como un partido de Gobierno. La flamante secretaria general arranca su mandato en una situación difícil. Los críticos confían en que el cierre del proceso interno no haga virar a Rodríguez y que se mantenga firme en el rechazo al PSOE. Sin embargo, su candidatura parte de un pacto político con Iglesias y la vigilancia de Madrid es férrea. Desde luego arranca en una semana complicada, con la constitución del Parlamento y el diálogo con los socialistas, hay prevista una reunión para el martes, marcando su agenda política.

Las diferencias entre Rodríguez, que perteneció al sector crítico, e Iglesias siguen abiertas a pesar de este pacto político. Se han evidenciado en las últimas semanas ante la formación del futuro Gobierno andaluz. Hay un tira y afloja que aflora a cada paso. Un día la cúpula de Iglesias en Madrid pone en entredicho las condiciones que ha impuesto Rodríguez para apoyar al PSOE. Poco después Iglesias sale a la palestra para asegurar que la candidata andaluza tiene la última palabra y la denomina como “la jefa”. La realidad la revela el tándem designado por Podemos para dialogar con los socialistas. Llevarán el peso de las negociaciones Pascual, el secretario nacional de Organización y un hombre de la estrecha confianza de la líder andaluza, Manuel Garí. Ninguno es diputado andaluz sino un reflejo de las dos corrientes que mandan en el partido en Andalucía. “Esa tensión constante en una candidatura mixta es inevitable”, consideran desde Podemos.

Hoy han concluido las primarias abiertas para elegir al Consejo Ciudadano Andaluz, la secretaría general y el Comité de Garantías. Las votaciones han estado abiertas durante cinco días yse ha anunciado una reunión para la tarde del sábadoen la localidad cordobesa de Puente Genil para ultimar los flecos de la estructura autonómica. Ha habido dos aspirantes. Frente a Rodríguez, con el aval del aparato y bajo la candidatura Andalucía Sembrando Futuro, se ha situado Rocío Filpo, que representa al sector crítico bajo la marca Andalucía desde Abajo. El tercer candidato en liza, el ahora diputado andaluz por Málaga Félix Gil, se retiró de la carrera a favor de la candidata oficial.

El proceso interno se abrió a finales de enero. El calendario de Podemos marcaba en primer lugar la elección de la secretaría general pero la convocatoria anticipada de elecciones autonómicas en Andalucía congeló estas primarias. Las fuerzas en una primera votación de las candidaturas ya quedaron retratadas en una votación preliminar en las que Rodríguez obtuvo el 85% de los votos frente al 13,45% para Filpo.

Los críticos confiaban en obtener un resultado mejor que el que arrojó esta votación anterior a las elecciones andaluzas. Daban por hecho el triunfo de Rodríguez porque asumen que cualquier gesto de Iglesias y la cúpula de Podemos a favor de un candidato inclina de forma decisiva la balanza. Sin embargo, llevan días advirtiendo de una baja participación de los círculos, achacando el dato a que los militantes están cansados de tantas votaciones sucesivas y a que hay “malestar” por la forma en la que se han conformado las candidaturas autonómicas, al margen de las bases y “desde los despachos”. Desde la opción crítica aseguran que se han trabajado fundamentalmente el papel de los pueblos, que consideran que han sido arrinconados en las estrategias oficiales.

Los críticos, que tienen una voz débil pero contundente dentro de la organización en Andalucía. Han arremetido contra campaña electoral se haya diseñado en los despachos y no haya servido para “fomentar la autoorganización de los círculos”. Hubiera preferido lo que llaman “una campaña de guerrilla”. Ahora dejan claro que apuestan por un no sin concesiones a la investidura de Susana Díaz en todas las votaciones. “No podemos apoyar con un sí, o mirar para otro lado con la abstención”, sostienen. “Quienes votaron a Podemos en estas elecciones lo hicieron con la esperanza de que su voto sirviese de herramienta para echar al PSOE del gobierno”, han defendido en un comunicado público. Además piensan promover mecanismos para que los círculos estrechen el control sobre la labor de los 15 diputados de Podemos en el Parlamento. Quieren poder votar en las decisiones más trascendentes. De momento, el aparato desde Madrid ha vetado la posibilidad de que los círculos se pronuncien sobre la investidura de la candidata socialista.

Teresa Rodríguez se ha alzado a la secretaría general de Podemos en Andalucía con el apoyo del 84,92% de los militantes y una bajísima participación (11%), apenas 6.606 de los 60.000 inscritos en Andalucía han acudido alas primarias. Rodríguez se hace con las riendas a medias, tras un pacto que se cerró antes de las elecciones autonómicas con Pablo Iglesias para conformar una dirección mixta que integre a gente de la líder andaluza y afines al sector oficialista. Las negociaciones se han desarrollado directamente con el secretario de Organización de Podemos, Sergio Pascual, el hombre de Iglesias en Andalucía. El acuerdo existía antes de las elecciones y se ha mantenido después de que la candidata obtuviera 15 diputados el pasado 22 de marzo. Un resultado que Podemos califica de “agridulce”.

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