Las luchas entre Arenas y Cospedal y los celos regionales frenan el 'casting' del PP-A

Una vez más, todo en el aire. Los presidentes provinciales de Málaga, Elías Bendodo, y Cádiz, Antonio Sanz, se han enfrentado a la candidatura de José Luis Sanz como jefe del PP andaluz que estaba ya consensuada y habían forzado con insistencia Juan Ignacio Zoido, alcalde de Sevilla, y actual número 1 del PP-A, y la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal.

Tanto Sanz como Bendodo no ven nada clara la opción de Sanz, pero tampoco destacados alcaldes andaluces que intentaron ayer –con éxito– que a Mariano Rajoy le entraran de nuevo las dudas, como adelantó El Confidencial ayer, si José Luis Sanz es el hombre que busca como recambio a Zoido y si encajaría como cartel electoral para las próximas elecciones autonómicas. A Sanz sólo lo apoyan sin fisuras Sevilla y Jaén.

“Es la segunda vez que frenan en seco a Sanz. Y si finalmente es él, cosa que no está descartada, nacería políticamente ya quemado”, explicó a El Confidencial un miembro de la Ejecutiva Regional del partido, que también recuerda que el PP es una formación política “muy disciplinada”. “Lo mismo luego dicen en privado que es un error político, pero en público nadie dirá nada, cualquiera que sea el elegido”, subrayó este destacado político popular.

En el fondo también está presente una guerra nada soterrada entre Cospedal y Javier Arenas para imponer a su propio candidato. Los anti-Sanz también argumentan que la opción ideal sería la de un parlamentario que dé la cara ante Susana Díaz, la presidenta de la Junta de Andalucía. Sanz no es diputado en la cámara autonómica.

¿Un congreso abierto?

La opción de un congreso abierto sin candidato previo no se plantea en el PP, sobre todo por la cercanía a las elecciones europeas. “No sería muy positivo arriesgarnos con una confrontación interna”, subrayan fuentes del PP en Andalucía, hartos de la falta de decisión en resolver el casting: “Esto es la historia de nunca acabar. Mariano tiene que decir ya a quién elige como candidato".

Ya el pasado mes de noviembre se dio por hecho que Sanz ganaría la mano, tras una operación auspiciada entre Zoido y Cospedal para que el número 2 del PP-A asumiera todo el poder orgánico en un congreso exprés antes de acabar 2013. Mariano Rajoy montó en cólera: “A mí nadie me marca la agenda”, precisó en el Comité Ejecutivo de Génova.

Sin embargo, no existe un consenso rotundo. Fuentes de la dirección del PP andaluz remarcan la “desorientación absoluta” que se vive en el seno del partido en Andalucía: “No se termina de ver el nombre de Sanz, no genera consenso en todas las provincias. Es extraño que Rajoy parara en noviembre su designación y haya dejado pasar la convención de Valladolid para lanzarlo. Eso ha debilitado su candidatura”, remarcan.