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El Gobierno cuelga el cartel de 'Se vende' a La Almoraima, el mayor latifundio español
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en la provincia de cádiz, por 300 millones

El Gobierno cuelga el cartel de 'Se vende' a La Almoraima, el mayor latifundio español

El Gobierno pone a la venta La Almoraima, un paraje natural en Cádiz de 14.000 hectáreas que podría usarse como complejo turístico vinculado a la caza

Foto: La finca 'La Almoraima'
La finca 'La Almoraima'

Piense en un latifundio inmenso: más de 14.000 hectáreas. En una ubicación idílica: Parque Natural de Los Alcornocales (Castellar de la Frontera, Cádiz). Ahora imagine 1.500 ciervos, 3.000 gamos, 1.500 muflones, centenares de vacas y ovejas, plantaciones de girasol, cereal, algodón… Esto es, muy resumidamente, la finca de La Almoraima, en la provincia de Cádiz, un terreno inabarcable con la mirada al que el Gobierno de Mariano Rajoy ha colgado el cartel de 'Se vende' por la vía rápida. Y, además, hay compradores interesados, según el Ministerio de Agricultura, para desarrollar un plan turístico asociado a la caza. Mejor enclave, imposible.

Hacía tiempo que el Ejecutivo barajaba la enajenación de este paraíso, al que no le van a faltar novios que paguen la dote de 300 millones de euros con los que el ministro Miguel Arias Cañete espera hacer caja con dinero contante y sonante.

La ‘colocación’ de esta‘parcelita’ –en su día propiedad del empresario José María Ruiz-Mateos, al que luego le fue expropiada por el Gobierno socialista de Felipe González– ha levantado las espadas en Andalucía. Sindicatos y partidos han enarbolado la bandera de "La Almoraima no se vende" en un intento por impedir la operación de Cañete de capitalizar un bien propiedad del Estado que ahora podría llenar de millones unas arcas públicas dañadas por la crisis.

Prácticamente toda la finca sujeta a venta tiene protección, pero sobre el terreno exenta de ella es donde los inversores, mayoritariamente extranjeros, estarían viendo una futura gallina de los huevos de oro, donde la caza y la naturaleza se perfilan como los mayores focos de interés y de, lógicamente, hacer dinero.

El ministro Cañete ya ha informado de sus intenciones a la consejera de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, María Jesús Serrano. El Ejecutivo andaluz quiere quedarse con la gestión de la finca, pero Madrid se opone. El pulso político venta/no venta lleva lidiándose algún tiempo, aunque finalmente Arias Cañete parece haberse llevado el gato al agua para no desaprovechar a unos posibles compradores que no hablarán castellano.

Serrano habría planteado a Cañete que el Estado cediese al Gobierno andaluz la finca, a lo que el ministro habría contestado que pagase el precio de venta para hacerse con la misma. A la vista del fracaso en las conversaciones, la Junta de Andalucía podría estudiar fórmulas para intentar frenar la enajenación de esa parte del territorio y su uso con fines de explotación privada. Un complejo turístico en La Almoraima no tendría parangón en Europa. Y hasta podría dejar en mantillas a los buques insignia de Málaga y Cádiz. Habrá que esperar a conocer los detalles del desarrollo.

En declaraciones a El Confidencial, Juan Cornejo, secretario de Organización del PSOE-A, aseguró que “lamentablemente, el Gobierno ya tiene precio para La Almoraima. Pero 300 millones de euros jamás podrán compensar el enorme perjuicio que se causaría a la provincia de Cádiz y a todo el país”. Cornejo precisó que el PSOE de Andalucía “seguirá batallando contra esa decisión errónea del Gobierno del PP que pretende convertir un parque de inconmensurable e incalculable valor en un complejo turístico de lujo asociado a la caza”.

Cañete ya ha verbalizado que espera que pueda haber “muchos compradores” para La Almoraima, dentro de una operación de aligeramiento de la Administración Pública. Según dijo hace pocas horasCañete, actualmente se están preparando ya los cuadernos de venta y se seguirán “todos los procedimientos para la garantía de la privatización en las mejores condiciones de precio”. La mejor opción que se presente será la adjudicataria de este paraíso natural.

Piense en un latifundio inmenso: más de 14.000 hectáreas. En una ubicación idílica: Parque Natural de Los Alcornocales (Castellar de la Frontera, Cádiz). Ahora imagine 1.500 ciervos, 3.000 gamos, 1.500 muflones, centenares de vacas y ovejas, plantaciones de girasol, cereal, algodón… Esto es, muy resumidamente, la finca de La Almoraima, en la provincia de Cádiz, un terreno inabarcable con la mirada al que el Gobierno de Mariano Rajoy ha colgado el cartel de 'Se vende' por la vía rápida. Y, además, hay compradores interesados, según el Ministerio de Agricultura, para desarrollar un plan turístico asociado a la caza. Mejor enclave, imposible.

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